Erotismo , fetichismo y tacón de aguja

Por Guillermina Royo-Villanova
 
El Instituto Cervantes de Nueva York homenajeó a Luis García Berlanga en unas jornadas que tuvieron lugar en colaboración con el Lincon Center donde se proyectaron algunas de sus películas. Comparto con vosotros el ensayo que escribí para tal acto en una ponencia que comenzaba así » Como ponente vuestra que soy os debo una explicación y esa explicación que os debo os la voy a dar…» :

 

 

Erotismo, fetichismo y zapato de tacón de aguja es un ensayo de Guillermina Royo-Villanova en el que estos tres conceptos se desvirtúan para adquirir más virtud al pasar por el látigo berlanguiano, una deconstrucción de un mito. Luis García Berlanga fetichista confeso y creador del premio de literatura La sonrisa vertical era más defensor del encanto fetichista individual y del erotismo que fetichista en el sentido literal de la palabra. En sus películas apenas asoma el erotismo acaso unido a situaciones humorísticas donde podemos encontrar algún referente implícito pero no explícito. Es indudable que le gustaban las mujeres bellas, la literatura erótica, los zapatos de tacón de aguja y las medias con costura vista. No obstante, de la defensa y curiosidad a la práctica hay más que libros de erotismo. Los fetiches de Luis eran otros a los que podamos pensar. En la ponencia y mesa redonda que tendrá lugar en el Instituto Cervantes de Nueva York se analizará hasta dónde y qué tipo de fetichismo practicaba el cineasta a partir de su vida y su obra.

Luis García Berlanga, ¿Fetichista y sadomasoquista?

Era un fetichista confeso pero no obsesivo. Al ser un hombre independiente sin prejuicios ni complejos de ningún tipo sentía la obligación moral de defender aquello que le gustaba, apoyar la normalización del erotismo, del fetichismo, del sadomasoquismo convencido de que lejos de hacer daño es una medicina estupenda para la sociedad, un gran paso para terminar con el cinismo y las represiones tan dañinas para ésta. La defensa de erotismo era a la vez una provocación y un compromiso con sus convicciones.

Sin ir más lejos fue el creador del premio ‘La sonrisa vertical’ de literatura erótica aportando así un grano de arena en la democratización y un grano en el culo de algunos. Luis reconocía no practicarlo como debería, porque a su mujer María Jesús no le gustan esos temas , le ruborizaban algo que él siempre respetó.

Voyeurismo el big bang del erotismo berlanguiano

Contaba Berlanga en el libro de David Barba, 100 españoles y el sexo, que la responsable de su visión del erotismo era su madre, el “ voyeurismo” nació de las visitas que hacían a su casa las amigas de su madre, Luis siendo niño se escondía debajo de la mesa camilla y pasaba la tarde entre piernas, medias y zapatos, conceptos íntimamente unidos al fetichismo.

Luis decía vivir de las fantasías y ensoñaciones, coqueteaba con el mundo sado, en ocasiones cuando le invitaban a alguna reunión acudía de visita con sus amigos y amigas a shows sadomasoquistas utilizándolo como información para un erotismo más onírico e íntimo.

Fetichismo. Biblioteca erótica

Su biblioteca se puede considerar en si un fetiche, tanto por los libros como por los zapatos y otros elementos relacionados con el ritual sadomasoquista que podías encontrar en ella, pero estos objetos no eran más que regalos que había ido recibiendo a lo largo de sus incursiones en el mundo BDSM. Le gustaba ir a tiendas eróticas pero no para el consumo propio, era más una investigación de boy scout con su libro de campo y casi siempre lo que adquiría era para regalos, no tenía un museo erótico o altares sadomasoquistas en casa su colección es de libros, le llegaros a ofrecer una colección de falos orientales que rechazó.

 

Luis era voraz lector de novelas francesas del siglo XVIII, poseía dentro de su colección, textos de Bataille, del Marqués de Sade, diarios y memorias de la época victoriana textos sobre bondage como Erotic Boundage hand book – If you can tie your shoelaces, you can create an erotic masterpice- un interesante clásico para los interesados en el bondage y es que el arte de atarse interesaba mucho a Luis. La colección de Berlanga cuenta con revistas eróticas entre las que me llamó la atención Klistier Baby una magazine alemán del principio de los setenta muy divertido donde sus protagonistas enfundadas en látex juegan con sacaleches, biberones, emulan ser muñecas de plástico, mujeres objeto en manos de otras mujeres, orinales, embasados al vacío, látigos y ataduras. La colección es amplia y muy especializada, libros de gran calidad, literatura erótica francesa, inglesa y española, libros ilustrados con fotografías o estampas, por supuesto la colección completa de Sonrisa Vertical, la interesante Enciclopedia del Erotismo de Camilo José Cela, Diccionario eróticos como el de Afrodisiacos, títulos como Erotikón, – selección de relatos galantes y amorosos-, Sadeian Woman, la biografía de Marilyn Chambers, El Fetichismo Sexual…cientos de libros entre los que cabe nombrar el libro de 35 Estampas Eróticas Japonesas de Enrique Herreros un libro homenaje al nacimiento de este artista irrepetible con finísimas ilustraciones comentadas por Nati Mistral y un emotivo prólogo escrito por Luis adulando al autor y a su generación.

La sonrisa vertical

La Sonrisa Vertical es una colección literaria de Tusquets Editores cuyas publicaciones se encuentran enmarcadas dentro de la Literatura erótica. Los precursores de esta colección son el cineasta Luis García Berlanga y la editora Beatriz Moura, un proyecto que aunque rondaba en la cabeza de García Berlanga desde hacía mucho empezaría a amasarse en 1970 para terminar viendo la luz en 1977, justo dos años después de la muerte de Franco hecho que dio libertad y rienda suelta a los deseos del cineasta. Cuando Luis propuso el proyecto a Beatriz Moura esta en una primera reacción se escandalizó ante la situación ante la censura negándose en rotundo, tuvo que esperar hasta 1976 para lanzar a De Moura un nuevo intento que comenzó su gestación para nacer un año después. Las primeras novelas que se publicaron salieron de la ya nombrada biblioteca personal de García Berlanga inaugurando la colección con el libro La insólita hazaña del Cipote de Archidona, un libro que relataba una paja gloriosa dentro de una sala de cine de Archidona, la cual culminó con una eyaculación de tal magnitud que manchó el traje del señor que estaba enfrente. Entre los múltiples títulos de la colección encontramos Las Edades de Lulú, de Almudena Grandes, en el que se relata el despertar sexual de una niña como cualquier otra y en el que los hechos no se abordan con romanticismo sino “con toda la crudeza que debe tener un relato erótico.

La Sonrisa vertical cuenta con obras de grandes autores de todo el mundo sistemáticamente ignorados por la crítica, libros en edición de bolsillo color rosa que seducen nada más verlos, lubricidad para los sentidos, perfectos para leer con una sola mano. Una colección de textos cuyo objetivo era rescatar el candente y hermoso género erótico que tuvo durante tantos años España y que estaba desaparecido en los baúles de la intimidad, consiguiendo la divulgación y difusión de la literatura erótica, un género que ha sido considerado por muchos como bastardo y es que ya se sabe : humorismo, literatura escrita por mujeres y erotismo son injustamente considerados un arte menor, aún se niegue.

El nombre de la colección viene de una expresión chilena que representa el sexo femenino, eufemismo originado en la Francia del siglo XVIII. 

La creación de esta colección fue agradecida por muchos porque la literatura erótica forma parte de un placer indispensable. En los últimos diez años de vida Luis había dejado de ver asiduamente cine pero nunca abandonó la lectura que le había acompañado desde niño.

El erotismo literario no es sólo el acto sexual o el placer de la literatura vistos por separado, sexo y literatura resulta una combinación exquisita cuando se trata de explorar nuevos campos en el terreno de los placeres carnales. La Sonrisa Vertical es un calido lugar donde se pueden proyectar las frustraciones o aquello que la sociedad ha impuesto como prohibido.

Fetichismo, coleccionar actrices en la estantería

A Luis no le gustó nada la aparición del DVD porque no podía elegir la imagen exacta donde parar la película pero como buen fetichista le gustaba poder tener en la estantería los vídeos de las películas de sus ídolos y soñaba con que algún día retocando técnicamente el sonido y la imagen ayudado de las tres dimensiones pudiera llegar a tener las piernas de Angie Dickinson moviéndolas y recuperándolas tal y como eran cuando gravó el fotograma. Este digo yo, es el valor de un fetichista y de un hombre sensible que valora la belleza. Decía que aunque se consiguieran personajes virtuales perfectos en el cine, nunca podrían reproducir la mirada de un actor real.

Tacón de aguja

El zapato de tacón de aguja era el objeto que Luis consideraba como el mejor diseñado del mundo.

Luis tenía una extensa colección de zapatos de tacón que terminó donando al Museo del Zapato de Elda, Alicante. Le chiflaban los tacones de aguja y se deshacía ante unas piernas vestidas con medias de costura visible. Es innegable su interés por todo lo erótico y fetichista pero ninguna de sus películas a excepción de Tamaño natural resulta erótica, tal vez si fetichista, aún podamos encontrar en algunas de ellas pequeñas pinceladas de erotismo y algún brochazo en París Tucbuntú – recordemos el personaje de Gurruchaga vistiendo los zapatos de tacón que él mismo diseñaba buscando la perfección. 

Zapato de tacón

Roger Vivier inventor del stilleto fue el último sacerdote de esa religión viril que ha hecho del calzado femenino un objeto de adoración. El fetichismo del pie femenino ha tenido como adeptos a genios de sensualidad enfermiza como Nabokov, Buñuel y Luis García Berlanga. Desde la de Restif de la Bretonne el zapato se hizo literatura, cuando en el siglo XVIII escribió en catorce tomos una autobiografía en la que se entremezclan las estampas costumbristas con las menciones prolijas y copiosísimas a las extremidades inferiores de la mujer. Para Restif, el desencadenante del deseo masculino no es la esbeltez de una mujer, ni su opulencia más o menos desatada, ni su armonía fisonómica, ni -por supuesto- sus prendas morales, sino las proporciones de su pie y la elegancia de su calzado.

En el siglo XX esta veneración patológica hacia el calzado femenino ha alcanzado dimensiones de delirio, quizá porque el zapato simboliza la civilización, lo que la civilización tiene de artificio, frente al encanto silvestre y natural del pie desnudo. El culto al tacón de aguja se entiende como un afán estético de reprimir la naturaleza, que ha llevado a mujeres hasta a amputarse los dedos meñiques para poder vestir unos Blahnik, para presumir hay que sufrir, amputarse y lo que haga falta por calzarse unos manolos y no sólo por la estrechez de éstos tengan en cuenta que para alzarse en un tacón de 15 cm se fuerza la curvatura del empeine andando literalmente de puntillas aún ayudado por una plataforma que para mi gusto afea el zapato.

El tacón de aguja mejora estéticamente a la mujer, alargando sus piernas y haciéndolas más esbeltas, a la vez que empequeñece sus pies algo estético por tradición. Como todo invento masculino que se precie el zapato parece que cosifica a la mujer y le resta libertad, esto háblenlo ustedes fetichistos (sic) y fetichistas con las feministas pero háganlo estrangulados en una corbata y recuérdenles que hace unos siglos alguien les dijo que el babero les quedaba muy bien. Así pues en un proceso paralelo a la equiparación de sexos el calzado femenino ha ido perdiendo altura, algo que disgustaba mucho a Luis al que lo que realmente le gustaban eran las piernas, los tobillos finos y sobre todo ver a una mujer jugando con un zapato, sacándose y metiéndose el zapato con un juego de tobillo, movimiento que sugiere y recuerda el acto sexual, casi un reclamo diría yo, el zapato se convertía en un símbolo que representa y recuerda esa excitación.

El tipo de zapato que le gustaba a Luis era el “stilleto” con un tacón de aguja de quince centímetros y sin ataduras al tobillo que acortan la pierna, si quieres ataduras ya te ato yo, porque el zapato debe dejar ver el tobillo de la mujer, lo que alcanzaría la perfección si va rematado con unas medias con costura y ligueros. El fetichismo de Berlanga por los tacones alcanzó las cotas más altas con la instauración del Premio Berlanga a la mujer mejor calzada de España y con la constitución de la Academia del Tacón de Aguja, esponsorizada por el Museo del Calzado de Elda, una plataforma cultural para reivindicar uno de los objetos mejor diseñados y más seductores que organiza diferentes actos con el fin de ensalzar esta prenda fetiche entre los fetiches. Toda una genialidad berlanguiana.

Feminista

“ Soy un feminista declarado, a mi las mujeres me gustan mucho más que los hombres”

También se declaraba un feminista, le gustaban mucho más las mujeres que los hombres, aunque reconoce que la belleza muchas veces hace disminuir el talento tanto de las actrices como de los actores, echaba de menos la existencia de mitos de la pantalla que reunieran las tres virtudes “ belleza y atractivo, talento interpretativo y fuerza personal, en esta línea a finales de los noventa sólo encontraba poseedoras de este triple atractivo a Kim Basinguer y a la actriz porno Marilyn Chambers ( Detrás de la puerta verde) dos mujeres con mucha energía sexual. Y admiraba el recuerdo de las estrellas populares españolas como Carmen Sevilla, Sarita Montiel y su adorada Concha Velasco. Hablando de belleza no podemos olvidar a su mujer, Maria Jesús Manrique una mujer de extraordinaria belleza, inteligencia y simpatía que personifica ese dicho que dice reza: Detrás de un gran hombre hay una gran mujer. María Jesús sin duda siempre apoyó y animó a Luis a que trabajara insistiendo cuando él estaba más desanimado profesionalmente, no encuentro nada más erótico.

Cine erótico

Durante el estallido del cine porno en España, Luis apostaba porque el país destacara en esta industria, respetaba el cine porno, le gustaba más que las películas de vaqueros o que los dramas pasionales.

Estaba convencido Berlanga de que el ostracismo cultural no afecta sólo al cine porno, sino a todo lo que tenga que ver con un erotismo heterodoxo.

Tendría que salir del armario como han hecho los gays. Yo desde joven he manifestado siempre claramente mis perturbaciones en este terreno. Más que de perversiones sexuales me gusta hablar de diversiones eróticas en el doble sentido: de divertido y de diverso. Otro problema es que su mercado es muy complicado y los mecanismos de distribución entorpecen la relación entre el cliente y el producto.

Berlanga hombre y Berlanga cineasta no tenía miedo a contar su historia que era la historia de todos los españoles desde su genial punto de vista y crítica sociocultural, pero nunca realizó una película erótica aunque a algunos, yo entre ellos catalogamos como tal Tamaño natural, sino confundimos erotismo con pornografía dos conceptos muy unidos que se confunden en el cine al utilizarse el término erótico como un eufemismo de porno por algún tipo de vergüenza absurda o por el simple hecho de que la palabra “Pornografía” es una palabra peyorativa definida en el diccionario como tratado sobre la prostitución, para Luis García Berlanga, no existen esas distinciones “pues lo pornográfico es tan mecánico como un video que sólo ayuda a la estimulación mientras que el erotismo, cala en un lugar profundo del ser, descubre un aspecto que tal vez esté reprimido, prohibido… es un espacio donde el individuo se conoce mejor a sí mismo”

A pesar de tener entre su colección la Enciclopedia erótica de Camilo José Cela en pocas cosas coincidían aunque comulga con el escritor en cuanto a que la diferencia entre el cine erótico y el pornográfico era estrictamente administrativa, en sus propias palabras, “El cine erótico es cuando lo hacen los ricos. El pornográfico, cuando lo hacen los pobres»

Tampoco le gustaba que lo llamaran cine x, prefería el término “cine de placer”.

La sexualidad está latente en cualquier película española pero las películas de Berlanga aunque la mujer jugara un papel importante, aunque aparecieran tetas y culos se rigen por un guión que representa con humor la historia de un País, la comedia eclipsa cualquier connotación erótica no son escenas que excitan aunque la erótica se trabaja en el inconsciente del individuo.

Las mejores cualidades del erotismo berlangiano eran la ironía y firma ibérica creando situaciones únicas con una carga de comicidad y/o de drama que sólo GªBerlanga podía conseguir.

El erotismo y el humor son los dos grandes logros de la humanidad. Si podemos presumir de algo es de haber conseguido tener dos sentidos como estos. Yo, si tuviera que hacer un escalafón, pondría primero al erotismo, que me ha gustado siempre mucho aunque cinematográficamente he trabajado más el humor. Realmente no se dan muchas oportunidades de que en una misma película, haya humor y erotismo aunque el erotismo debería provocar el buen humor. Pero, como no he hecho cine erótico, tampoco puedo explicar muy bien por qué no pueden ir juntos porque el humor tiene muchas posibilidades. Siempre he hecho películas con humor y con mala idea, que es el humor de verdad. El humor sirve para defenderse, en cierto sentido es una coraza que te pones para protegerte de las cosas del mundo…” Algo muy parecido a lo que escribiera Ramón Gómez de la Serna en su ensayo sobre el humorismo para la Revista de Occidente.

Como he dicho a Luis le divertía provocar y con sus declaraciones en los medios no se libraría jamás de ser calificado como fetichista, algo que le divertía porque no le daba mayor importancia y la bola fue creciendo, Sonrisa Vertical, el premio de Elda y finalmente fue requerido en el Festival de Cine Erótico de Barcelona haciéndole presidente honorífico del FICEB, del mundo del cine erótico y pornográfico de ese momento calificando como “cine de placer” término que Luis encontraba el más apropiado, y participó como miembro del jurado de las películas que proyectaban. Un festival donde a parte de las proyecciones que se hacen en cines cuenta con un recinto en el que el sector monta una auténtica feria con tenderetes de atuendos de cuero, latex, revistas y exhibición de las últimas novedades de las productoras con actuaciones en directo, espectáculos en sesión continua de strip-tease, un café fetichista, combates en el barro, una sección gay o exposiciones de fotografía.

 

Berlanga acudió a Barcelona para apoyar la industria del cine erótico, castigada administrativamente, social, política y culturalmente… condenada hasta hace poco a ser ignorada aunque esta industria mueva enormes cantidades de dinero.

El hecho de que proliferaran estos festivales y actividades eróticas animaba a Luis como activista de la libertad y libre expresión aunque los últimos años se quejaba de que el festival estuviera cayendo en decadencia por la manipulación de los estamentos oficiales. Lo que sorprendía a Luis es que este festival se celebrara en España algo que consideraba beneficioso para el país y la apertura del cine pornográfico español que hasta entonces estaba dedicado a una minoría empezaba a popularizarse hasta el punto de que los actores porno empezaban a ser conocidos por todos.

El festival fue para Luis una explosión de alegría y desvergüenza colectiva, su incursión en el Festival le trajo de vuelta al pasado ayudándole a redescubrir cosas que traía del pasado, una apreciación muy freudiana. Decía que siempre había sido un hombre con grandes tendencias sadomasoquistas y fetichistas y defendía estas dos especialidades de erotismo a ultranza, dos tendencias que siempre han sido injustamente valoradas. Para definir esta injusticia y pudor social Luis utilizaba una alegoría cinematográfica, “es como declarar que te gusta el cine de vanguardia Checo que queda muy bien y callar que te gusta el cine de terror, un cinismo”

Le aburría el cine porno rutinario que no salía de los coitos, lo que él llamaba ‘cine de émbolo’, le gustaba el arte que hay en la estética detrás del erotismo más fantasioso, tiene más proyecto estético, con un mundo objetual fantasioso, porque para Luis el erotismo era un arte, el arte de nuestro tiempo que se complementa con el cine , un arte minoritario ya que ha sufrido a lo largo de la historia la persecución de la sociedad políticamente correcta, un arte reprimido y censurado al que se le ha añadido el problema de su distribución en el mercado lo que en esta industria entorpece la relación entre el cliente y el producto.

Dentro del cine erótico le gustaban las películas fetichistas, y/o sadomasoquistas, sobre el sadomasoquismo siempre apuntaba que debía ser de mutuo consentimiento y placer de quienes participan. Desde joven manifestó siempre claramente sus perturbaciones en este terreno. Más que de perversiones sexuales le gusta hablar de diversiones eróticas en el doble sentido: de divertido y de diverso.

Agradecía Luis al Festival de Barcelona el hecho de acercar este producto haciéndolo asequible al público, ya que al estar en un principio a un público minoritario liberado, era muy caro para los arrezagados y el festival ayudó en su camino a democratizar el erotismo, algo que – remarcaba Luis- no es malo y que debería de dejar de estar oculto.

El erotismo en el cine de Luis García Berlanga

Como he dicho anteriormente no abunda el fetichismo ni erotismo en el cine de Luis. En su primera etapa, porque refleja una sociedad – la de la dictadura- en la que el sexo permanecía oculto, incluso rompe con la creencia popular de que todas las extranjeras eran unas libertinas cuando, en Vivan los novios dibuja una sueca que se va a confesar y es más puritana que una beata de Murcia.

En su segunda etapa, exceptuando Tamaño natural (Francia) y La escopeta nacional (España) su cine describe la transición española e incide en los procesos políticos de transformación de la sociedad, la corrupción, el amiguismo, el enchufismo, la pillería y la desvergüenza para un único fin: ganar dinero.

Sólo en París-Tombuctú, al ser su película de despedida, se atreve a declarar algunos principios eróticos suyos. Como cuando Concha Velasco le pregunta a Michel Piccoli si es un pervertido y él contesta, tan tranquilo, que sí. Los demás principios – el atacar a la Iglesia, la familia, el patrioterismo y la hipocresía general- es una constante suya en sus últimas seis películas, recordemos en Todos a la cárcel cuando Saza dice: ¿Sabéis lo que os digo? Que a la mierda con todo: la familia, la empresa… Ya lo había dicho antes Jose Luis Vilallonga en Patrimonio Nacional cuando exclamó: ¡A España no se puede venir ni para heredar!

Hablando de cine erótico para el maestro lo que vino a llamarse “destape” en España no era nada erótico. La mujer desnuda en una película y en la realidad, no le decía nada. No llevó a cabo la idea que tenía de escribir un cuento sobre un hombre que encuentra a una mujer desnuda y no logra gozar de ella ni, por supuesto terminaría alcanzando la plenitud cuando por fin la viste.

 

 

Algunas guiños eróticos y escenas fetichistas en la cinematografía de Luis:

 

– El mimo que pone Michel Piccoli en Tamaño natural para vestir a la muñeca.

 

– La colección de tubos de ensayo con vello púbico de mujeres que hace Luis Escobar en La escopeta nacional.

 

– Los juegos sadomasoquistas de López Vázquez en esa misma película con Bárbara Rey, atándola.

 

– El voyerismo de López Vázquez en Patrimonio nacional, cuando explica a José Luis de Villalonga que miraba el salón de baile y los escotes de las mujeres desde un balcón ojival en el piso alto del Palacio de Linares.

 

– La caseta de limpiabotas-Top less de Luis Ciges en Nacional III.

 

– La obsesión sexual de Andrés Pajares en Moros y cristianos.

 

– El bosnio pederasta de Todos a la cárcel.

 

– La colección de zapatos de Javier Gurruchaga en París-Tombuctú

 

– Los ex-votos fálicos de la iglesia de Santiago Segura en París-Tombuctú.

 

– El orgasmo de Luisa Martín, cuando es atada por los niños, en El sueño de la maestra.

 

La Escopeta Nacional

 

Es una película plagada de pequeñas referencias eróticas y muchas fetichistas al modo berlanguiano mediante personajes esperpénticos como el Marqués -interpretado por el genial Luís Escobar- que colecciona pelos de coño cuidadosamente guardados en tubos de ensayo en una vitrina, etiquetados debidamente con el nombre, la edad y la fecha y el número de veces con las que estuvo con la mujer, todo un diario de cada una de sus conquistas, entre las que hay una joven de quince años. Su hijo en la película también ha heredado lo suyo, interpretado por un espléndido José Luis López Vázquez entra en juegos sadomasoquistas atando a Bárbara Rey a los pies de la cama..

su hijo un esplendido Jose Luís López Vázquez,

 

En el filme hay que elogiar a José Sazatornil en su papel de catalán intentando arreglar los problemas de todos para su propio beneficio, Berlanga ha sido el que ha hecho los retratos más divertidos de la sociedad catalana.

 

Tamaño natural

 

Me voy a centrar en esta película ya que es la que tiene mayor carga erótica y fetichista y considero que dentro de la dureza intrínseca en esta obra el erotismo fetichista que libera Berlanga al otro lado de los Pirineos es de una exquisitez superior fabricando otra demoledora fábula sobre la soledad y la incomunicación, aun más amarga y oscura que las anteriores.

Una película cargada de un erotismo profundamente surrealista lleno de sutilezas irónicas donde el personaje de Michel Piccoli no sólo se enamora de una muñeca sino que además le despierta unos celos y desconfianza que le hacen perder aún más la cabeza.

 

Tras la muerte de Franco el mundo cinematográfico continuó escondido, nadie se atrevía a dar el paso hacia cambios radicales. El guión lo escribió con Azcona que era con el que trabajaba por aquél entonces. Era una película adulta dirigida al espectador medio del mundo entero rodada mitad en España mitad en Francia. La historia de un perdedor interpretado por Michele Piccoli, un dentista bien situado y solitario acompañado a su vez de otros perdedores españoles, que viven en el exilio en París. Piccoli interpreta a un hombre que abandona a su mujer y amante y decide irse con una muñeca a un apartamento en París para ir haciendo gimnasia de la sociedad que se le avecinaba. Tamaño natural es una historia perversa, pero también una historia muy triste que se repite, es la historia de un hombre que desengañado de la vida comparte voluntariamente su soledad con una muñeca que se ha comprado, siendo esta su única compañera y amiga, a medida que convive con ella vemos el poder que esta ejerce sobre él que cada vez está más interesado por ella terminando por suplantar a su mujer. Este es un ejemplo claro de fetichismo pero un fetichismo con grandes dosis de imaginación pues el ser y la cualidad son el mismo, es decir, es a la vez un fetichismo de adherencia y de inherencia. Luis y el productor Christian Ferry querían conseguir una muñeca perfecta, no buscaban que pareciera real, sino un maniquí bellísimo y lo consiguieron costándoles un dineral. El presidente de la Paramount que producía el filme bromeó sugiriendo que por ese precio hubieran podido contratar a Brigitte Bardot…Tuvo Luis que convivir siete meses con ella en su apartamento de París, sentada en una mecedero sujetando un cigarro entre los dedos a la que tras varios meses y habiendo apostado con Azcona que nunca la hablaría una noche terminó tocándole la mejilla y despidiéndose al salir de casa.

Tamaño natural tardó años en pasar por la Junta de Calificación, es decir, por la censura, siendo la última película del periodo franquista que calificaron. La película fue recibida con fervor intelectual y con rechazo, y a la escuela de cine joven apadrinada por Buñuel le pareció un escándalo casi pornográfico. A mi no me parece una película erótica, es decir que excite aunque el sexo esté latente en toda la película para mi tiene un trasfondo más bien filosófico, para Luis tampoco lo era y mucho menos cuando la hiciera porque más tarde confesaría que al verla después de unos años le pareció un poco más erótica.

 

No era una película que exaltara la concupiscencia , no contiene escenas de carácter pornográfico o erótico explícito, por ejemplo en la escena con la muñeca en la ducha interfiere la mampara, la muñeca llega a hacerle una felación después de bailar un vals pero debajo de una pamela.

El protagonista comienza comparando los senos de su mujer con los de la muñeca, de ahí su obsesión va creciendo y es asumida por él con total normalidad. La carga erótica en su primer baile y en el primer beso, como le toca la cara moviendo la mano a su capricho, como grava escenas enseñando a su chica su lado femenino y visualizándolo juntos en el sofá demuestra la necesidad de expresar su lado dominante, esto es así y lo asumes porque eres muy buena. Ella, sumisa acepta sus caprichos y le hace regalos pero según se desarrolla la historia él mismo protagonista se va complicando y encontrando defectos en ella, encuentra reproches en sus silencios e incluso en su sumisión, pone palabras y deseos materiales en su boca.

La película está llena de elementos fetichistas partiendo de la muñeca misma, de los vestidos y complementos con los que la viste o él mismo se viste, el nombre de la muñeca que va cambiando en cada escena, los diferentes muñecos que van apareciendo como decoración en la casa.

 

Es una película dura pero no sexualmente hablando, el protagonista se crea la mujer perfecta asumiéndolo con libertad y sin tapujos, sin ocultarlo al mundo ni a las personas que le rodean que le siguen el juego, a su madre le hace gracia el concepto de “muñeca flotador” pero es ella misma la que la utiliza para conversar y termina entregándole las laves de su casa en París, es muy triste oírle confesar que ha pasado más tiempo con la muñeca que con su propia nuera. Michelle presenta la muñeca a su propia mujer la cual dentro del dolor y la ofensa se hace pasar por una y Michelle en un alarde de sadismo la trata como tal tirándola en el interior de un armario, “ Ella no enferma ni llora”, pero este mundo que él se ha creado se rompe cuando otros profanan su juego, para él es un juego romántico y en el momento en el que uno de sus vecinos se la afanara, ante sus ojos se convierte en una fulana más y tiene que sacrificarla, acto que hace con un ritual muy sado-fetichista, tanto con la estética como en el mismo acto, el harakiri. Para el protagonista su muñeca era sagrada con ella mantenía un juego o roll como en el sadomasoquismo íntimo y con sus códigos pero desde que se introducen personajes externos y juegan con ella sin respeto, se rompe la magia. Para el resto no era más que un pedazo de plástico que no habla con la que tener sexo.

Es una película con una carga psicológica muy fuerte y un erotismo finísimo, una obra de arte.

El intimismo se pierde al final de la película cuando comienzan a llegar todos los secundarios derivando en el caos y el barullo berlanguiano, cuando la muñeca es violada por una jauría de emigrantes y el protagonista tras rescatarla se plantea perdonarla o terminar la historia de una manera romántica, decide suicidándose con ella lanzando el coche al río Sena, pero el poliuretano que no pide un yate como la fibra orgánica tiene otra cosa, flota.

 

Fue una de las películas que cambiaron la ruta del cine español aunque tuvo más repercusión en Europa. En Inglaterra estuvo clasificada como película x o porno. En realidad es un alarde de erotismo sin pornografía llena de elementos fetichistas.

 

París – Tombuctú

 

Fue una película muy importante para Luis y no sólo por ser la última. Una película esperpéntica, desvergonzada, desesperada y violenta que se mueve desde la chufla mediterránea al sainete.

Hasta entonces Luis había temido hacer una película de este estilo temiendo que le tacharan de director pornográfico, pero Luis casi siempre hacía lo que quería y sentía sin hacer caso ni pensar en lo que era políticamente correcto o eróticamente correcto, en este caso heroicamente incorrecto. El cineasta iba por libre, tampoco introdujo nunca falsa intelectualidad para justificarse ante la crítica, que en este caso fue desolladora. París- Tombuctú es un filme provocador, alocado y sin tapujos que realizó como homenaje a la chabacanería española y a la ordinariez de braga y el calzoncillo.

Dicía Luis ser esta la única película donde añadió una aproximación a sus infiernos más profundos.

Como decía Luis humor y erotismo deberían ser compatibles pero no en este caso donde lo que hay de erótico se pierde una vez más en el humor convirtiéndose en gracejo.

 

Como elemento fetichista destaca el papel de Javier Gurruchaga un diseñador gay que vive en una casa museo fetichista. Gurruchaga se presenta a Michel Piccoli diciendo que era de vocación fetichista y erotónomo, reconociendo Michel que también lo había sido. Gurruchaga le enseña al protagonista una escultura de valor incalculable que consiste en un culo en sinuoso movimiento, en la visita Piccoli se interesa por una figurita barnizada con el semen del autor.

El mismo protagonista desde que arriba a Calabuch duerme con un muñeco parodiando su propio personaje del mismo nombre en Tamaño Natural– No puedo nombrar este personaje sin mencionar otro paralelismo entre las dos películas, el hombre que busca huir en su soledad, que cansado del sexo que ya no le llena y decepcionado con la vida se suicida en las dos películas, en la última sin éxito pero logrando una gran erección pirotécnica. No hay mayor soledad que la de una soga sin suicida. Más referencias al suicidio la que hace Gurruchaga al poeta y fotógrafo Moliniere que tras autosodomizarse se suicidó pegándose un tiro.

 

Recordando esa escena de la película Calabuch en la playa cuando pintaba cuidadosamente el nombre de la barca con pincel donde se establece un diálogo sobre la letra “S”, en París-Tombuctú encontramos como también están pintando el cartel de casino liberal con la letra “S”, esa letra sinuosa que recuerda a las curvas de una mujer, así vamos encontrando pequeños detalles con los que Luis hacía guiños al erotismo.

 

Sadomasoquismo visto por GªBerlanga

Luis defendía el fetichismo y sadomasoquismo como las ramas más bonitas del arte erótico y del arte en general. Porque el hecho de que le diviertan unos zapatos de tacón no te perverso, un zapato da otra presencia a las piernas de una mujer.

Para Luis el más perfecto de todos los encuentros de pareja es el sadomasoquista porque necesita un guión, escenografía, vestuario, puesta en escena y confianza entre las partes… Cierto es que no es más que un ritual, una ceremonia excitante para el que guste un juego en busca del placer, tal vez deberían probarlo más personas cuya agresividad descargan contra los que no la demandan.

En sus propias palabras :

“ El hecho de que un hombre ate a una chica jugando bajo sus consentimiento y con el mismo placer que su pareja- y se hagan unos nudos preciosos y complejísimos y que ella lo pase tan bien como su pareja mientra hacen el acto ritual de ponerla en una cruz de San Andrés- siempre que no haya angustia no deseada- es absolutamente permisible incluso recomendable” Según Luis estas prácticas lejos de hacer daño pueden ayudar a matar todos los fantasmas, el hombre debería especular y magnificar los actos amorosos.

 

Defendía Luis al Marqués de Sade, como magnífico escritor dotado de gran imaginación que vivió encerrado en La Bastilla por las denuncias de los burgueses más apolillados. ¿ Hasta dónde es verdad y hasta dónde es mito?, ¿ Consentían las muchachas los juegos del Marqués? Muchos textos de Sade fueron publicados en Sonrisa Vertical.

Luis reclamaba siempre libertad para todos, que cada uno siguiera sus tendencias sexuales sin represión para que fueran felices y no se tradujera en mal estar, porque es más importante la felicidad de muchos a acrecentar los privilegios de unos cuantos oscurantistas parapetados detrás de los miedos que ellos mismos inventaron, como el pecado. Luis tenía amigos gays y lesbianas a los que admiraba mucho, incluso tenía amigos heterosexuales ( así deberían de escribirse estas afirmaciones para subrayar lo ridículo de la diferencia)

Las religiones han utilizado el miedo durante siglos para aplacar al pueblo en coordinación con las instituciones políticas pero ya no tiene sentido qué sigan vigentes ideas tan arcaicas inventadas para intimidarnos, tal vez sea una forma de masoquismo eso de caparse la libertad. Decía Luis que el clero envenenó con conceptos que van en contra de las ideas del propio Jesucrito, pero los hombres seguimos tirando piedras contra nuestro propio tejado. Lo más penoso es lo reglamentado por la sociedad y la Iglesia, es normal que al coito más rutinario y aburrido se le llame la posición del misionero.

Defendía las prácticas sadomasoquistas siempre que sean consentidas por la pareja, por el trío, el grupo, la puerta o el cabecero – que suelen ser muy sumisos- como prácticas mucho más beneficiosas que otras cotidianas mucho más peligrosas para la salud mental y espiritual. El mal no está en el amor – considerando el sado un tipo de amor- el que ama es generoso, se entrega, se da y eso no puede ser malo. Lo malo es la violencia aunque se nos hace normal por cotidiana y mucha de esa violencia es consecuencia de la represión, de cualquier tipo de represión que nos impone la sociedad, pero en cambio son conductas aprobadas. Luis temía más un linchamiento futbolístico que una reunión sadomasoquista donde por ejemplo se ata a una persona que está encantada que la aten y donde no se hace daño a nadie, porque remarcaba Luis, estos juegos no hacen daño a nadie.

La afamada Domina Zara fue una amiga admirada por el cineasta, el cual la definía como una mujer fuerte, buena, dulce, inteligente, creadora y activista en el movimiento sadomasoquista en Barcelona, una mujer de familia con una finura espiritual formidable, que ejerce su profesión de dominadora sin tapujos, siendo muy querida y admirada por muchos como cualquier persona en su buen hacer. Contaba Luis como para ella su profesión que es buena parte de su vida se lo tomaba como una diversión, sin más importancia que la que tiene cualquier trabajo o práctica, es una forma de jugar, es inofensivo y cada uno marca sus límites.

Luis acudió a algunas de sus sesiones acompañado por sus amigos donde ese temor inculcado de serie, esa visión que nos lleva a ver el sadomasoquismo como algo peligroso se le cayó por completo. Porque puede ser más atrevido que jugar a la canasta pero no tiene nada de turbio ni de malvado.

A Luis le interesaba el mundo que rodeaba todo aquello, en las sesiones sadomasoquistas existen reglas de juego las cuales guardan cierto parecido con las sociedades secretas, tienen una terminología concreta. La reuniones se hacen en “ establos” y los participantes se dividen en dominantes ( ama o amo) y dominados ( esclava o esclavo), estos papeles están previamente establecidos y todos saben cual es su papel, pues dos dominantes serían incompatibles aunque es más complejo que todo esto ya que el dominado a simple vista es también dominante ya que puede pedir al supuesto amo de qué manera va a ser dominado dominando la situación de dominado, también son papeles que pueden alternarse y tanto amos como esclavos disfrutaban igual, ahí ya depende de cada uno con su mecanismo en fin, le que está claro es que es un juego pactado para cubrir fantasías y dar placer, no son juegos simplones, inocentes sino de amor, sino de amor, pasión e inteligencia no más peligrosos que otros que parten de los mismos sentimientos. El auténtico sadomasoquismo no es ni más vicioso ni peor que otro, no tiene nada de malvado y algo que atraía mucho a Luis era el vestuario, los fetiches sadomasoquistas le resultaban muy estimulantes, el látex y la que imita personajes, a Luis le gustaba más el cliché de la clásica Marlene – El ángel azul- que el de Charlotte Rampling – Portero de noche- y es que era partidario de la mujer femenina, la lencería, la seda, los ligueros, las ligas, corsés y sobre todo los zapatos de tacón de aguja.

El sadomasoquismo es una tendencia cada día más aceptada y popularizada. Luis era amigo de Erick Kroll fotógrafo de sadomasoquismo y fetichismo considerado como uno de los mejores artistas pop del mundo. – porque el sado y el fetichismo son arte pop– opinaba Luis.

Para participar y llegar a disfrutarlo hay que tener una verdadera vocación masoquista.

Luis acudía a estas reuniones como el que acude a un show pero uno muy especial porque está rodeado de una imaginería y parafernalia que los eleva a un espectáculo excepcional. Recordaba Luis los espectáculos de su amiga Domina Zara en el Fetish Café como un rito mágico elevado por los movimientos, la música, las luces en cóctel de ritual, juego, carne, ropa exótica,sedas lazos…

En los últimos años Luis estaba positivo en cuanto a que parecía que la sociedad empezaba a perder el pudor y estaba esperanzado en que desaparecieran para siempre estas lacras que corroen nuestras vidas hasta que el sadomasoquismo fuera algo popular y cotidiano. Hay que abrirse al placer sin hipocresía, que el sueño prohibido durante años llegue a ser un sueño realizado y no es utópica ni infantil la apreciación de Luis cuando decía que cuando todos lleguemos a practicar el sexo con franqueza y entrega real será un gran paso hacia la felicidad de los hombres, un mundo sin hipocresía y sincero, hablaba de ello casi como un género de vida y no sólo a base de azotes y látigos. Para Gª Berlanga el mundo está a dos pasos de ser maravilloso pero tenemos enemigos titánicos que pretenden impedirnos la felicidad. Lo importante es que estos enemigos no estén plantados como líquenes en nuestra cabeza.

 

Fetichismo y erotismo

Por el universo fetichista berlanguiano desfilaban medias, ligueros, sedas… Todo un mundo de ombligo para abajo y del tobillo hacia arriba donde el tacón de aguja es el rey pero Berlanga disfrutaba otro tipo de fetichismo un fetichismo más cercano al cuero y los tacones que al látigo. Un fetichismo sexual que alimentado por sus comentarios en una época que nadie se atrevía a comentar estos temas aún en la transición terminaron por colocarle los medios como un San Benito. Berlanga fue de los primeros en España en declararse amante del fetichismo y del sadomasoquismo sin tapujos y sin miedo de que le tacharan de guarro. Le hacía gracia ser visto como el estandarte más respetado de la cultura erótica sólo por el hecho de reconocer que le gustaba y apoyarla y es que el erotismo, el sado, la unión entre amor carnal y dolor por ejemplo no es un concepto moderno, es tan antiguo como el hombre, lo nuevo y lo que impresiona es contarlo.

 

Berlanga se declara fetichista

 

Luis de lo que era realmente fetichista era de su familia y del humor con mala idea. El erotismo en Berlanga era un poco más que una pose, algo que indudablemente le divertía y defendía como demostró dirigiendo durante años la colección de libros eróticos La Sonrisa Vertical un cargo que no ejercía tanto por los libros como por la gente circunscrita al tema con la que tenía que reunirse, era algo más lúdico que otra cosa. Porque si algo era Luis era fiel a si mismo y así lo demostró en su carrera de cineasta luchando para mantener su independencia y su punto de vista.

 

No pretendo tirar por los suelos el mito fetichista de Berlanga sólo explicarlo, no se puede estudiar a un genio como si pudiéramos diseccionarle y entender la magia de su obra, a los genios hay que observarlos, disfrutarlos y dejarnos disfrutar por su esencia. Tal vez Berlanga sea más fetiche que fetichista.

 

 

No podemos confundir el término fetichista con tanta soltura, el mismo Berlanga se reíade lo lejos que había llegado su inocente autodefinición, ahora le buscan a Berlanga todo tipo de fetichismos confundiendo el estilo con un fetiche, Berlanga era un genio con gran personalidad y una forma peculiar de trabajar. Por ejemplo el plano secuencia no era un fetiche artístico en su trabajo, un fetiche tiende a excitar un plano secuencia de Luis puede llegar a excitarnos el humor y el alma, pero eso está más cerca de la lírica que del fetichismo que tiene una grave carga de imaginación, el plano secuencia era algo que le resultaba real, la imaginación corría de parte de Luis, del guionista y de los mismos actores que estaban animados a improvisar por el director, un plano que resultaba cómodo, donde uno no tenía que pelearse con las luces y contraluces, como en la vida misma, una manera de captar una escena enloquecida haciendo el disparate natural.

Luis tampoco fue fetichista de ningún actor principal aunque si lo fue a sus secundarios porque las películas de Berlanga eran en esencia los secundarios el sabor que queda al terminar el filme.

Era admirador del pintor y fotógrafo francés Pierre Molinier, al cual hace referencia Gurruchaga en parís Tombuctú adquiriendo en manos berlanguianas una dimensión satírica, irónica e ibérica.

 

Antonio Gómez Rufo, escritor y biógrafo de Luis García Berlanga

 

He pedido a mi amigo y escritor Antonio Gómez Rufo su punto de vista sobre el erotismo berlanguiano que transcribo en las siguientes líneas.

«Más que encontrar erotismo en el cine de Berlanga (no olvidemos que le ofrecieron dirigir Histoire d’O y Emmanuelle y no aceptó porque era de la opinión de que el erotismo había que leerlo, no verlo en el cine), su verdadera pasión por el fetichismo en particular y el erotismo en general hay que encontrarlo en sus actividades fuera del cine, con su función como director de la colección de narrativa erótica «La sonrisa vertical», su labor en la creación del Museo del Calzado de Elda, su presidencia del Festival Erótico de Barcelona, su colección de libros y revistas temáticas sobre esos aspectos, su voluntad de crear la Academia del Tacón de Aguja y, sobre todo, en sus conversaciones privadas, en donde se mostraba entusiasmado abordando los aspectos teóricos del sadomasoquismo, el fetichismo y las publicaciones eróticas. Todo ello me conduce a pensar que era más un teórico y un devoto del tema que un practicante de sus fantasías eróticas. En realidad, lo suyo era una afición ingenua, inofensiva. Pero de una brillantez extraordinaria por su erudición y dominio de esa realidad, tantas veces imaginada.

Lo que de verdad se encuentra en el cine de Luis, además obviamente de sus análisis sociológicos, es su faceta de persona supersticiosa. Por eso necesitaba introducir en todas sus películas la magia de la palabra «austrohúngaro», las raíces de su identidad con una paella y sus orígenes mediterráneos con un juego de fuegos artificiales. Son las únicas servidumbres a las que se sometía su genial espontaneidad y su infinita capacidad de creación e invención.

Del erotismo berlanguiano cabe hablar y no acabar, pero ningún aspecto de su cine encaja en el género, ni siquiera Tamaño natural, por mucho que en algunos países fuera condenada a la clasificación de película X.”

 

 

Pura Salceda

 

Hace menos de un mes se presentó en Madrid los Cuadernos Inéditos de Luis, una recopilación de poemas que el cineasta escribiera en su juventud desde Leningrado, muchos de ellos amorosos, dedicados a Rosario Mendoza, la chica de la que estaba enamorado y uno de los motivos por los que se alistaría en la División Azul, el otro sería intentar aligerar la condena a muerte de su padre, diputado de Izquierda Republicana.

Tras la primera presentación del libro en la academia se hizo otra más informal, una exposición más desnfadada y peculiar de la cual destacaría la intervención de la poetisa Pura Salceda.

 

Pura conoció a Luis García Berlanga de la mano de Basilio Rodríguez Cañada, editor y presidente del Pen Club en España. Pura se acercó al mundo del BDSM ( Bondage/Discipline /Dominance/ Submission / Sadism/Masochism) a través de los chats sobre el tema mientras escribía un libro sobre los chats de ligue con Andrés Aberasturi (Hola, de dónde eres? Manual de urgencia para navegar en los chats, ediciones B, 2003). Las salas que mejor funcionaban en MSN y que estaban abiertas las 24 horas al día eran “Casad@s infieles” y “Am@s y sumis@s”, y en esta última hice muchos amigos que me contaron sus experiencias dentro del universo fetichista y/o del sadomasoquismo. Estas conversaciones virtuales dieron la idea a Pura de escribir un poemario usando el campo metafórico de las relaciones de Dominio y Sumisión, en la que uno de los dos miembros de la pareja lleva el mando y el otro se somete casi místicamente; porque no nos engañemos, en toda relación sea del signo que sea, siempre hay quien ama más, quien se entrega más por lo que siempre es una relación desigual. Surgió así Versos de perra negra (2005). Basilio pensó que una de las personas más idóneas para la presentación era Berlanga, al que acompañaría Luis Eduardo Aute. Al final, desgraciadamente no pudo ser , Berlanga se puso enfermo y no pudo asistir a la presentación.

 

Para preparar la presentación Luis y Pura se reunieron para comer en la citada Trattoria de Madrid a la que acudió también José Alcalá Zamora, académico de la Real Academia, fetichista confeso y militante, autor del poemario Poemas del amor cruel, combina elementos de sadomasoquismo, fetichismo y erotismo con apuntes de sensualidad exacerbada, ironía, crítica cultural y hasta misticismo, un poemario liberador y catártico, expresado en obsesivos sonetos y sugestivas proyecciones pictóricas, en los que las fantasías infantiles y adolescentes alimentan las llamas de la lujuria adulta. A los postres de esta comida se incorporó Andrés Aberasturi. Durante la comida, hablamos de cómo podría ser la presentación y surgió el comentario sobre algunos de los poemas del libro y nos explicó sus gustos al respecto. Habló de su devoción sobre el tacón de aguja y más en concreto, sobre el tramo del tacón que realmente le excitaba, y que era la puntita final que toca el suelo. Describía gesticulando con sus manos, la visión que ese pequeño fragmento del zapato le provocaba porque era el que estaba más cercano al suelo y simbolizaba, por tanto, el poder de un hipotético clavarse en la piel y la esencia del dominio.

Cada uno interpreta y gusta del fetichismo a su manera y en una interpretación generalizada del zapato de tacón la horma y en zapato dende se introduce el pie simboliza la vagina y el tacón el pene.

 

Como Pura vive en Barcelona le contó que de joven venía a su ciudad porque Madrid era muy provinciana y no tenía clubs de BDSM. En Barcelona estaba en contacto con algunas dóminas ( la nombrada Dómina Zara entre ellas) de las cual era amigo, aunque confesaba que no había podido ir a Barcelona tanto como le habría gustado por temor a ser descubierto por su mujer que, según él, se habría escandalizado sobremanera (“me hubiese dicho que estaba loco” fueron sus palabras). A mi me consta que su mujer estaba bien informada de todo esto, tal vez fuera una forma de protegerla porque una cosa es aceptarlo y otra que te saque constantemente el tema.

 

Como Andrés Aberasturi y Pura se habían conocido chateando, le estuvimos hablando de las inmensas posibilidades que ofrecía Internet para adentrarse en el mundo del fetichismo y del Dominio y Sumisión, y nos contó que ya su hijo Carlos le había dicho: “papá, esto te vendría estupendo para tus cosas esas de sadomasoquismo”, pero Berlanga argumentó que ya era muy mayor y el entorno virtual no era el suyo, Luis tenía cerrado ya el cupo de los vances tecnológicos que lejos de ayudarle le incomodaban. Luego, al terminar la comida, me comentó que podría introducirme como musa de la Academia del Tacón de Aguja, pero la distancia hizo que perdiéramos el contacto personal. No pertenezco a ningún club concreto pero reconozco que, cuando se conoce, es un mundo fascinante.

 

Hasta siempre querido Luis

 

Fuera del tema que me ocupa en este ensayo sobre el erotismo berlanguiano me gustaría recalcar la importancia de Luis García Berlanga como director de cine, algo con lo que espero que todos los que estamos aquí reunidos estaremos de acuerdo pues no es sino esta importancia la que nos reúne en estas jornadas. Con erotismo, humor y sarcasmo Luis nos asaltó con su tan personal visión crítica llenas de carisma y fuerza ibérica. Una visión de España profunda y personal, tan personal que ya vemos situaciones berlanguianas a nuestro alrededor y utilizamos un término que a pesar de la iniciativa e insistencia del académico Jose Luis Borau y apoyo de numerosos intelectuales y personalidades de la cultura y el cine de nuestro país, aún no está incluido en el diccionario de que la Real Academia de la Lengua Española, término Berlanguiano que se seguirá utilizando,entendiendo y definiendo España.

Berlanguiano: adj. Propio y característico de Luis García Berlanga, o que tiene semejanza con el estilo de las obras de tal cineasta, la mordacidad en su expresión más pura.

 

 

Bibliografía:

 

* Bienvenido Mister Gagada . Memorias caóticas de Luis García Berlanga. Jess Franco. Editorial Aguilar, 2005.

* Confidencias de un cineasta. Antonio Gómez Rufo.Ediciones J.C , 

* Luis García Berlanga. Francisco Perales. Editorial Cátedra, Signa e imagen/ cineastas

* BERLANGA. CONTRA EL PODER Y LA GLORIA. Escenas de una vida. Antonio Gómez Rufo. Ediciones Temas de Hoy, 2000

* Berlanga Contra el poder y la gloria. Antonio Gómez Rufo. Ediciones Grupo Z, 1997

* ¡Viva Berlanga! Este es el título de la publicación editada por Luis Alegre ,14 cineastas españoles (David Trueba, José Luis Cuerda, Ray Loriga…) más el escritor Manuel Vicent y Jorge Berlanga, su hijo, reflexionan sobre la importancia de este imprescindible director.

“ El último austrohúngaro”,Hernández Les, Juan y Manuel Hidalgo, Anagrama. 198

* David Barba «100 españoles y el sexo»

* Infiernos eróticos. La colección Berlanga, de Vicente Muñoz Puelles. Archivo gráfico: Luis G. Berlanga. Ed. La Máscara, Valencia, 1995.

* El Fetichismo sexual. M. Hirschfeld. Ediciones Condor

* Sexo y Dolor, Flagelación. George Bishop. Manuales científicos

Artículos:

El erotismo berlanguiano por Bigas Luna. El cultural

Zapato de tacón ( Animales de compañía) Por Juan Manuel de Prada. Blanco y negro, ABC»La industria del cine porno está castigada» ENTREVISTA: Luis García Berlanga Presidente del Festival Internacional de Cine Erótico. Por Tomás Delclós para ElPais.es – 05/10/2003

Entrevistas El País, La voz de Galicia, Instituto Cervantes.

Incluye palabras de la poetisa Pura Salceda y el escritor Antonio Gómez Rufo, autor de varias biografías sobre el cineasta.

 

 

 

INFORMACIÓN ADICIONAL

 

Stilleto:

 

Stiletto significa daga, una especie de pica hielo muy afilado, de allí que escogieran este nombre para denominar a los zapatos de tacón muy alto, tan delgados como una aguja y con la punta cubierta de metal. En pocas palabras -utilizados con habilidad- toda una arma blanca, letal y llena de sofisticación.

 

Fetiche:

 

La palabra fetiche viene del término kakitin portugués “feitiço”, que significa “maleficio”. El término fue dado a conocer en Europa por el erudito francés Charles de Brosses en 1757.

En el mundo de los objetos, el erotismo puede confundirse con el fetichismo que es la derivación, hacia objetos o partes del cuerpo, de la libido; de tal manera que la vista o una simple imagen real o mental de esa parte del cuerpo provoque en el fetichista un deseo sexual.

 

Bondage:

 

La palabra “bondage” es un préstamo del francés que describe la práctica de la restricción física. En español carecemos de una palabra que designe a la persona que practica esta actividad, por lo que podemos traducirlo por “amante del bondage” o para rizar el rizo con el francés podemos optar por “amateur du bongade.”

 

Erotismo:

Palabra formada a partir del griego érōs con que se designaba al amor apasionado unido al deseo sexual. Tal sentimiento fue personificado en la deidad de Eros (Téngase en cuenta que en griego moderno la palabra erotas alude al amor romántico)

En castellano y otros idiomas modernos el término «erotismo» connota y denota aquello relacionado con la sexualidad, con el acto y con sus proyecciones. Desde un punto de vista freudiano el erotismo trata de todo aquello que emana de nuestra zona libídica y está relacionado con el sexo y con el amor erótico junto al amor cáritas ( solidario o romántico).

El adjetivo erótico nos indica que el tema a tratar está relacionado con el sexo dependiendo del sustantivo al que califica.

La dicotomía entre el amor erótico y el amor romántico no es por lo general absoluta, aunque ha quedado para el aspecto romántico la asociación principal con el amor (en cuanto a que un verdadero amor es altruista y se supone sublima la sensualidad), es por tal dicotomía que ya en la Antigüedad los griegos tendían a distinguir entre el eros y el ágape (el amor romántico), que en latín equivalen a cupiditás y la caritás.

La palabra más usada comúnmente y procedente del inglés es «sexy» que vendría a reflejar el interés erótico de una persona o de un objeto.

Del erotismo se consiguen libros enteros dedicados a explicar técnicas y cómo ponerlas en práctica, Luis ha dejado en su biblioteca una de las colecciones más suculentas de erotismo. Un exponente muy divulgado del erotismo literario es el Marqués de Sade que en su época fue catalogado como depravado por ejercer el libertinaje de manera pública y por acompañar el tema de las relaciones sexuales con fuertes dosis de violencia.

El erotismo es un dispositivo complejo (ya que abarca diversos componentes de lo subjetivo y lo social y desde la bioquímica hasta el arte) que genera atracción sexual y que puede ser canalizado adecuadamente para lograr completa satisfacción de las personas si no afecta de un modo concreto negativamente a otras.

 

BDSM :

Es una preferencia erótica y una forma de expresión sexual que implica el uso consensual de la moderación, la estimulación sensorial intensa y el poder de la fantasía en un juego de rol. El compuesto acrónimo BDSM se deriva de los términos de la esclavitud y la disciplina (B & D o D / C),dominación y sumisión(D & S o D / s), y el sadismo y el masoquismo (S & M o S / M). Es decir : Bondage/Discipline /Dominance/ Submission /Sadism/Masochism

BDSM incluye un amplio espectro de actividades y relaciones en las que los participantes se complementan a partir de roles desiguales, por lo tanto la idea del consentimiento por las dos partes de la pareja es esencial. Por lo general los participantes que están activos es decir los que ejercen el control son conocidos como dominantes. Los participantes destinatarios de estas actividades son normalmente conocidos como sumisos. Las personas que se alternan entre los dos roles superior / inferior y dominante / sumiso – ya sea de una relación a otra o dentro de una relación dada – son conocidos como interruptores.

BDSM se ha convertido en un término amplio para el comportamiento erotizado entre adultos que consienten.

Los principios fundamentales para el ejercicio de BDSM requieren que deben ser realizadas por socios responsables, por su propia voluntad, y de una manera segura. El consentimiento es el criterio más importante en una situación sadomasoquista y sólo puede ser acordada por las personas que son capaces de juzgar los posibles resultados y riesgos. Para su consentimiento los participantes deben planear el grado en que la escena va a ir, los riesgos potenciales, quedar en una palabra de seguridad que será pronunciada como señal de cese de toda actividad…tenerlo todo hablado y bien atado, nunca mejor dicho. Esto puede ir en un contrato por escrito, se requieren una gama más amplia de medidas de seguridad que las típicas del sexo vainilla. Antes de jugar son comunes las negociaciones sobre todo si los socios no se conocen muy bien, negociaciones que afectan a los intereses y fantasías de cada parte estableciéndose un marco en la denominada “proposición única de venta». Es importante conocer la anatomía humana el alcance del daño que pueden hacer los juguetes tales como látigos, floggers, varas…y saber hacer una evaluación psicológica tanto de uno mismo como del socio.

 

Sadomasoquismo y sadismo

 

El término sadomasoquismo se deriva de las palabras sadismo y masoquismo hay una diferencia significativa con el uso médico o psicológico de ambos términos:

El sadomasoquismo se refiere a los aspectos físicos del BDSM. El sadismo se describe el placer sexual derivado de infligir dolo, degradación o humillación a otra persona.

Al masoquista le gusta estar atado, una palmada o el sufrimiento en el escenario de consenso. El sadomasoquismo no implica el disfrute a través de causar o recibir dolor en otras situaciones. Disciplina a menudo incorpora aspectos sadomasoquistas. El sadomasoquismo se practica en forma aislada relativamente poco, a pesar de ciertas prácticas BDSM se puede realizar en solitario, tales como auto-esclavitud y la asfixia autoerótica , pero tales prácticas pueden ser peligrosas, a veces resultando en lesiones o la muerte.

En D / S de la dominante es la superior y la sumisión es la parte inferior. En S / M del sádico es generalmente la parte superior e inferior del masoquista, pero no siempre es así (como en el caso de los masoquistas dominante que puede hacer arreglos para su sumiso para llevar a cabo s / m actividades en ellos). Sadomasoquistas también puede jugar sin ningún tipo de intercambio de energía en todo, con ambas partes por igual en el control del juego. Asimismo, en B / D de la declaración de la parte superior / inferior también es necesario.

El dominio y presentación del poder es una experiencia totalmente diferente, y no siempre es psicológicamente asociados con el dolor físico. Muchas de las actividades BDSM no implican ningún tipo de dolor o humillación, sólo intercambio de poderes (Power Exchange). El filósofo Edmund Burke define esta sensación de placer que de dolor por la palabra sublime. Hay una amplia gama de profesionales de BDSM que participan en las sesiones para las que no reciben ningún tipo de gratificación personal. Entran en este tipo de situaciones únicamente con la intención de permitir a sus socios para satisfacer sus propias necesidades y / o fetiches. Esto lo hacen a cambio de dinero para las actividades de la sesión.

Algunas impresiones sensuales : pellizcar, morder, arañar con las uñas, azotes o el uso de diversos objetos, tales como cultivos, látigos, líquido de cera, cubitos de hielo, ruedas de Wartenberg , electroestimulación erótico, fijación de esposas, cuerdas o cadenas, , artículos de uso diario…el repertorio de los posibles «juguetes» sólo está limitado por la imaginación de ambos socios. Se suele considerar que una experiencia BDSM placentera durante una sesión es muy depende en gran medida la competencia de la parte superior y la experiencia y la de fondo físico y el estado mental en el momento de la sesión. Las diferentes impresiones sensoriales se combinan para crear una experiencia total que deja una impresión duradera de la misma manera que hace la música.

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