On y el bendito Ego

Por Minerva Santana

Tras deleitarnos con las propuestas presentadas por la parte Off.  La recién bautizada pasarela madrileña se inauguró con Roberto Verino y su revival con la mirada puesta en Nueva York abogando por la libertad del streetstyle de la Gran Manzana con inspiraciones en los años veinte y setenta. Dichas inspiraciones y las pieles fueron protagonistas en más de un desfile. El legado de Jesús del Pozo dio la talla con una colección en la que se mostraba la esencia, bien aprendida, del fallecido diseñador.

No se arriesga en composiciones audiovisuales, resulta muy común en nuestra pasarela repetir canciones con otros al elegir el setlist y sobrias presentaciones. Juana Martín rompe un poco acompañando su colección de años cincuenta con la música de Carlos Jean pinchando en directo, David Delfín tira de amigos muy mediáticos que se marcan un ‘Absolutamente’ para cerrar el espectáculo. Aparece la puesta en escena de Francis Montesinos y su viaje. El diseñador valenciano quiso impregnar cada prenda con el recorrido de sus cuarenta años en el mundo de la moda y plasmar cada trayecto realizado.

Francis Montesinos Fashion Tour  O/I 2012

No fue el único que dio un paseo por su trayectoria, Andrés Sardá celebraba su cincuenta aniversario invitándonos a bailar con ritmos del mundo. Desde el cabaret, tango hasta el flamenco. Un show siempre cargado de sensualidad donde no faltaron los detalles en piel de la mano de Silvina Marotti que realizó la segunda colaboración con la firma creando piezas exclusivas para el desfile. Ion Fiz conmemoraba su década en la moda con una colección titulada “Fizissimo” donde se recoge lo mejor de su retrospectiva con composiciones de sastreria para el día y alta costura al llegar la noche. Pone la guinda su colaboración con Swaroski Elements, un binomio lleno de glamour. Su segunda línea más joven fue presentada ayer en la Valencia Fashion Week .

Destacar la sutil teatralidad de Elisa Palomino y sus prendas inspiradas en el libro de poemas «Crystal Flowers» de Florine Stettheimer. La feminidad sencilla y elegante inspirada en los años cuarenta de las propuestas de Ángel Schlesser. Con colores discretos, texturas que llegaron hasta el brillo de las lentejuelas negras. Como complementos guantes maravillosos, detalles en piel y unos zapatos, aparentemente, tan bonitos como incómodos. Nunca fallan las explosiones de color de las atrevidas pero previsibles propuestas y combinaciones de Ághata Ruiz de la Prada, donde llamaron la atención los volúmenes en pelo y unos tocados geométricos que recordaban a la primera colección de Dior sin Galliano. En contraposición al colorido, un Hannibal Laguna que lo apostaba todo al negro. Una apuesta segura que seguro veremos triunfar en próximas apariciones en alfombras rojas o fiestas. Aristrocrazy, la gran novedad, tiró también del negro con el propósito de hacer destacar sus joyas. A pesar de los tamaños y la exuberancia de las piezas, no lucieron en una pasarela.

El premio a la mejor colección se lo llevó la colección que sonaba a jazz de Teresa Helbig. Sin perder su estilo se intuía la musa años veinte que contrastaba con unas botas cowboy. Y para combatir la ligereza de su invierno alguna estola en piel. Para inviernos de verdad los de Jesús Lorenzo y Miguel Marinero que nos proponen sus pieles como un acertado refugio del frío.

Virginia

Moisés Nieto O/I 2012

El talento del Ego, como el del Off, se refuerza con cada edición. Unas merecidas bendiciones, con premio incluido, para Moisés Nieto y su colección ‘Virginia’. Prendas de lanas, muselina, pelo… Confeccionadas con mimo y combinadas con detalles fetiches firmados por Assad Awad. Una colección inspirada en un convento donde cumplir clausura sería pecado, estas prendas bien merecen ser lucidas. Responden a las plegarias de aquellos que tenemos esperanza en la moda de este país.

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