VISIÓN SIN HABLAR A LA VEZ

Por James Braybrooke
BA(Hons)Dip LA MLI
Licenciado en Letras, Diploma en Arquitectura Paisajística,
Miembro del Instituto de Paisajismo de Inglaterra
y profesor del Masters Posgrado de Arquitectura del Paisaje – Escuela Politécnica Superior – CEU (2012)
Llegué a España hace 14 años para seguir con mi carrera como arquitecto paisajista (profesional) y me encuentro en mi primera obra con un cliente que no sabía qué llamarme, así que me llamó «artista» en voz alta delante de todos. En ese momento no sabía si era un insulto o un piropo, pero después, pensándolo, seguro que era falta de educación o respeto (o las dos cosas) por no llamarme por mi titulación como a los demás. Una titulación que, por cierto, existe en el resto de Europa, pero no aquí. Mis amigos me aseguraban que » se puede ver como una oportunidad…», aunque al final el cliente nos echó de la obra y todavía no sé por qué, quizás por ser demasiado profesional o porque no encajamos con su estilo.
La siguiente experiencia de la obra fue después de meses trabajando con el diseño de un parque: llegué a la caseta de obra para mi primera reunión importante y en esta misma aprendí la primera lección sobre reuniones en España: todo el mundo habla a la vez sin tomar ni una nota. ¡Espectacular! A diferencia de mis paisanos, que hablan en turno, todo muy formal. Pueden decir cosas a la cara que luego significan lo contrario, pero por lo menos te escuchan. La historia sigue y ahora veo que nos quedan unos cuantos años más para que los paisajistas sean tomados en serio mientras en la obra y en las reuniones siguen hablando a la vez sin escuchar la voz de otras profesiones.¿Cómo se puede avanzar si se cierran las puertas a una profesión más que válida en este mundo tan frágil? No avanzamos porque todo el mundo habla a la vez y no escuchan a los demás.Los arquitectos/ingenieros por ejemplo han tenido su momento u oportunidad y han fallado. Han tenido toda la costa de España para lucirse y resolver la congestión urbanística pero desgraciadamente no lo han conseguido, incluso lo han reducido a un sitio donde sólo la gente que está acostumbrada a mirar al mar y no a lo urbano viven o viajan a gusto…….necesitamos un cambio y dejar a la gente con sensibilidad rehacer/regenerar/repensar/reconstruir (como dicen mis niños, e incluso ellos mismos saben que esto es lo más urgente ahora mismo) o la siguiente generación, nuestros propios niños, tendrán un desastre ecológico/económico mayor que el que estamos viviendo ahora, todavía  por solucionar. El estado actual de cosas podría ser síndrome de dinero, pero también síndrome de hablar a la vez sin escuchar a otros.La solución: Escuchar también a la naturaleza. Años atrás, lo ecológico eran únicamente sandalias con calcetines y ahora es lo más vendible que hay porque nada vende mejor que “lo verde”. Por supuesto hay gente abusando de “lo verde o Green”, pero toda la publicidad es buena publicidad y lo bueno de este medio es que con lo verde raramente se escucha a gente quejándose (salvo inexplicablemente sobre la alergia de los árboles. Pero curiosamente, no echan la culpa a la contaminación, ni al urbanismo, ni a las fábricas sin conciencia, ni a las ciudades diseñadas para el coche, los aires condicionados, etc. En comparación con el entorno urbano, donde lo típico es escuchar «que urbanización mas fea…»
Las teorías urbanísticas más vanguardistas que están surgiendo hoy día, pasan de la planificación tradicional y están basadas en realidades, sistemas y procesos ecológicos y paisajísticos. Ya la palabra sostenibilidad se usa menos, como todas estas palabras que han sido sobreutilizadas y que son demasiado amplias, pero es el mismo concepto. Desgraciadamente la realidad aquí no es tan fácil, como otro cliente nos decía en una jornada de seminarios: «¿Qué significa sostenible, más barato? Entonces sí lo quiero». No creo que lo hubiera captado.La próxima vez que estés en un parque o en el campo,párate e imagina si esto fuera tu ida y vuelta al trabajo, tus momentos entre reuniones, tu hora de comer ; la vida será más llevadera, ¿no? Que nos dejen trabajar sin hablar tanto a la vez y respetar el paisaje y a los paisajistas como línea o posible herramienta para mejorar la vida futura, por supuesto que seguro que es más sostenible que escuchar a los bancos…
 James Braybrooke.
«En un mundo globalizado, en el que aumentan casi sin freno la población y el consumo de recursos no renovables, con crecientes desequilibrios territoriales y en el que continúa la alteración y destrucción de paisajes con importantes valores culturales, naturales y ambientales, resulta imprescindible recuperar aspectos tan sutiles y frágiles como la calidad de los paisajes.
El Paisaje, desde la escala territorial hasta la urbana, se presenta como el elemento articulador entre el medio construido, las infraestructuras y el entorno natural. Es el vehículo a través del cual vincular las estructuras urbanas a los procesos ecológicos, la herramienta para intervenir en el entorno construido y el elemento estructurante de su crecimiento, capaz de redefinir y dar nuevas formas al espacio urbano, de promover la cohesión social y de poner en valor nuestro patrimonio natural y cultural.
El Paisajismo, como disciplina que se ocupa de la planificación, diseño, mantenimiento y gestión de los paisajes, es la responsable de crear, mantener, proteger y mejorar los lugares a fin de ser funcionales, hermosos, sostenibles y adecuados a las diversas necesidades humanas y ecológicas. Y es por ello, por lo que resulta cada vez más necesaria la formación de profesionales con un profundo conocimiento sobre Paisajismo, capaces de pensar e investigar el Paisaje y de incorporarse al mercado de trabajo y resolver con éxito la ingente tarea que en materia de Paisaje tenemos sobre la mesa».

Cristina del Pozo (Directora del Masters)

Facebook: MASTER EN ARQUITECTURA DEL PAISAJE – CEU- USP

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