Juan Luis Cano : “La música y la pintura son lo más sublime que ha hecho el ser humano”

 

Reflexionamos con Juan Luis Cano, miembro de Gomaespuma: nos cuenta sus inquietudes, sus proyectos y su vida diaria

 

Por Sílvia Asins

Eres periodista, escritor y humorista. ¿Cómo te defines?

Soy un poco de todo. Tengo un espíritu muy renacentista, es decir, me gusta picar de todo, pero no tengo la capacidad para hacerlo. 

Estudié periodismo y lo he hecho toda mi vida. He utilizado el humor para contar cosas serias, he publicado muchos libros, entre ellos tres novelas, dos ensayos, una biografía… Pero básicamente lo que me gusta es disfrutar con lo que hago y contar historias; unas veces mías y otras de otros. No sé cómo definirme pero creo que como un señor que cuenta historias.

¿Con cuál de las tres te quedas?

Es un cómputo de todo, no podría definirme con una sola palabra. Me gusta contar cosas; he hecho cine, televisión, fotografía, exposiciones, he escrito novelas, artículos… Pero lo que más más más más más me llena es la radio.

Gomaespuma empezó cuando aún erais estudiantes en la facultad y después os llegó el éxito. ¿Qué época te gusta más, esta primera más romántica o que la gente os conozca? 

Nosotros nunca hemos perseguido el éxito, sino disfrutar con lo que hacíamos. Y si el trabajo lo haces bien, el dedicarse a la radio, o a un medio de comunicación lleva de cara a la popularidad. Si no te conoce ni Dios y estás en un medio de comunicación es que no lo estás haciendo demasiado bien.

Me quedo con toda mi carrera, todas han tenido una parte maravillosa y partes no tanto, pero el cómputo general es muy bueno. Hemos buscado disfrutar, y si después alguien ha disfrutado con nosotros, pues estupendo.

¿Qué recomendarías a la gente que ahora está estudiando periodismo y que se ve desmotivada con la situación en general? 

La situación ahora no es buena, evidentemente. Yo recuerdo cuando nosotros entramos en la facultad, en el año 77, que nos contaban lo mismo: que la profesión estaba fatal, que no había trabajo… Al final, si tienes ganas, ilusión y quieres trabajar… los principios nunca son fáciles, pero no se puede perder la ilusión.

Además ahora tenemos internet, que cuando yo empecé no existía. En mi época había tres radios, cuatro periódicos y una tele; y éramos muchos, en mi clase sólo ya éramos 300. Teníamos un futuro muy negro, y habrá gente que no habrá podido dedicarse pero yo les pido a los futuros periodistas que no pierdan la ilusión, que sean ellos mismos y no intenten imitar a nadie y que sean fieles a su conciencia.

Estamos viviendo un momento raro cuanto menos, en que hay muchos periodistas que pasan a ser portavoces de mensajes políticos más que fiscales de esa propia actualidad, y yo no creo que el periodista deba estar al servicio de nadie.

Hablando de ser portavoces de mensajes políticos, a ti te han acusado de transmitir mensajes socialistas, de meterte con Aznar y no con el PSOE. ¿Qué tienes que decir al respecto? 

Es completamente injusto. Yo no soy socialista, no pertenezco al PSOE, jamás he estado afiliado. Tengo una tendencia más de izquierda, pero nunca he militado en ningún partido, no me gusta la actual situación ni la anterior legislatura del partido socialista, pero tampoco soy del PP.

Sí tengo una tendencia progresista, pero no comulgo con ruedas de molino. Tengo mi propia visión del mundo, he creado mi propio partido en Torrelodones y estamos gobernando después de 9 años bajo solamente un objetivo; la honestidad. Estamos demostrando que se puede hacer política de una manera honesta.

Gomaespuma es freelance y no depende de patrocinios. Tenéis más libertad, pero nada seguro. ¿Qué te parece más positivo?

Siempre hemos sido fieles a nosotros mismos. Empecé a trabajar en Gomaespuma en el año 82 y jamás, nunca, ni un solo día nos hemos plegado a ninguna orden de las empresas con las que hemos trabajado. Siempre hemos hecho lo que bajo nuestra conciencia creíamos que era lo honesto, equivocados o no, pero no nos ha importado

que nos echaran o que nos multaran. Del mismo modo que nunca hemos hecho publicidad que creyéramos fraudulenta o de la que tuviéramos una mínima sospecha. Siempre hemos hecho cosas con las que hemos comulgado, y seguiremos, el tiempo que nos dejen.

¿Cómo nace la Fundación Gomaespuma?

Porque Guillermo y yo empezamos a sacar la radio por el mundo. Fuimos los primeros que lo hicimos de verdad: a la guerra de Bosnia, a Kosovo, recorrimos Mauritania operando de cataratas a la gente por el desierto…

Sabíamos que éramos unos privilegiados, pero nos dimos cuenta de que con muy poco podíamos hacer mucho por la gente. Además siempre hemos tenido la suerte de que nuestra audiencia ha comulgado mucho con nuestra manera de ser y de ver la vida, y cada vez que les hemos pedido que dieran un paso al frente lo han dado. Con ese apoyo de la gente que nos escuchaba y nos seguía decidimos montar una fundación y hacer de esos impulsos solidarios, algo permanente y tener programas fijos, y escuelas para niños.

Siempre hemos creído que la educación era la única manera de salir de la miseria económica, humana y espiritual. Y por eso empezamos en el año 95, después de salir fuera y ver que el mundo está hecho una mierda.

Aunque es una labor innegablemente positiva, ¿no es poner parches a un problema cuya solución escapa, en este caso, a vuestra labor? 

Uno no puede pensar que sólo va a cambiar el mundo. Una persona que vive en Aluche no puede acabar con el hambre en la India, pero si cada uno hiciera hasta dónde alcanza su mano, el mundo sería bastante diferente, y tenemos que empezar por nosotros mismos.

No permitir la corrupción, enfrentarnos a los abusos en nuestro entorno ya es mucho, y, al final, el efecto dominó existe. Sólo haciendo un poco, pero no se puede meter la cabeza debajo de la tierra como un avestruz y decir este es mi nicho y a partir de aquí no me importa nada de lo que pase a mi alrededor; así no vamos a ningún sitio.

Esto es lo que tú y algunos vecinos de Torrelodones habéis hecho presentándoos a las elecciones en 2007. ¿Cómo surgió esta iniciativa? 

Empezamos creando una asociación de defensa del medioambiente, Torrenat. Éramos 6 o 7 que nos habíamos ido a vivir a un pueblo de la sierra de Madrid porque nos gustaba el entorno y el campo y veíamos que por unos intereses absolutamente bastardos y personales, y a costa de la calidad de vida de la gente del pueblo, cuatro golfos se estaban forrando y estaban destrozando el entorno por el que nos habíamos ido a vivir allí.

Nos enfrentamos y creamos Torrenat, empezamos a enunciar todos los males que se estaban sucediendo allí y a sacar, sobre todo en los medios de comunicación, cosas muy cutres que pasaban allí. Pero de repente nos dimos cuenta de que si queríamos hacer algo que de verdad influyera en el pueblo debíamos presentarnos a las elecciones para poder entrar en las instituciones, porque si no es muy difícil.

Nos presentamos en las anteriores elecciones y, para nuestra sorpresa, después de haber montado el partido un mes antes de las elecciones, sacamos 4 concejales. Fue impresionante. 

Continuamos trabajando e hicimos un trabajo brutal en la oposición y al final, nos hemos presentado en estas últimas elecciones y hemos ganado. Y estamos currando muchísimo, lo que está pasando en Torrelodones es un ejemplo para España.

Ahora vamos con la Ley de Transparencia. Esa ley la llevamos trabajando nosotros y la hacíamos patente, sin que aún existiera a nivel estatal, desde que estamos gobernando.

Debe haber solo 5 ó 6 ayuntamientos en toda España que este año han tenido superávit. Nosotros hemos tenido un superávit de más de 5 millones de euros, hemos renegociado los contratos, hemos puesto orden, hemos quitado cargos puestos a dedo, hemos quitado coches oficiales, hemos bajado los sueldos al alcalde y a los concejales… Porque en este país lo que pasa es que nos hemos dado leyes del norte olvidando que somos del sur, y eso significa que somos muy golfos, y nosotros no tragamos por ahí.

¿Qué influencia ha tenido tu vida personal a la hora de escribir tus novelas? 

Cuando escribes ficción es inevitable separar tu imaginación de tus vivencias; todo el mundo escribe porque tiene unos referentes. En mi caso, posiblemente, de una manera más agudizada porque yo escribo libros muy costumbristas.

Soy madrileño y enamorado de Madrid y en mis novelas describo mi barrio, mi entorno, la gente a la que conozco… y me gusta hacerlo de manera coral, costumbrista, humana y con sentimiento; pero también de una manera muy divertida. Me gusta reírme, y en el humor funciono muy bien. Y ese humor que a mi me lo hace pasar bien intento llevarlo al papel.

¿Cuáles son tus libros preferidos? 

¡Uf! Soy un lector compulsivo. He salido tanto y he leído tanto que es difícil elegir uno. Soy fan de un escritor, tristemente demasiado desconocido para lo que debería ser, que se llama Manuel Chávez Nogales, un escritor del siglo XX que escribió, por ejemplo, Juan Belmonte, matador de toros, uno de los mejores libros que se han escrito en la literatura española del siglo XX. O El maestro Juan Martínez que estaba allí, un libro sobre la Revolución rusa.

Me gusta muchísimo Manuel Mújica Láinez, un escritor argentino, y un libro especialmente que se llama Bomarzo. Me gusta mucho Torrente Ballester, Delibes… Hay tantos autores que me gustan… soy un absoluto enamorado de la literatura, leo compulsivamente desde que era niño. Y también leo mucha poesía; me gusta mucho Neruda, Luis Rius…

¿Cuál es tu estilo musical favorito? 

El flamenco, pero creo que la música y la pintura es lo más sublime que ha llegado a hacer el ser humano. Me gusta toda la música, toda. Soy ecléctico, oigo de todo: pop, rock, boleros, música cubana, clásica, flamenco, jazz, blues… En mi discoteca fliparías, tengo de todo, pero no es que la tenga, ¡es que la oigo! Me apasiona la música, es lo más sublime que ha hecho el ser humano, que somos una especie, por cierto, lamentable, pero una de las cosas buenas que tenemos es la música, hemos sido capaces de hacerla.

¿Vino o cerveza? 

Ambas cosas. Primero cervecita, y una vez que te has saciado la sed, vino.

Vacaciones, ¿sólo o acompañado?

Por supuesto, siempre acompañado.

¿Liberalismo o intervencionismo? 

Depende de las circunstancias, del país, del momento… No hay verdades absolutas, el liberalismo tal y como está concebido ahora no me gusta, pero si hablamos del liberalismo como era en los años 20 ó 30 en Europa, pues ya es otra cosa. Los liberales de aquella época no tienen nada que ver con los de ahora. Tampoco me gusta el Despotismo Ilustrado, el todo para el pueblo pero sin el pueblo, yo creo que no.

Soy un defensor de lo público, absolutamente, pero también estoy a favor de la iniciativa privada. Creo que hay que cuidar las dos cosas, pero soy defensor de lo público. Mis hijos van a colegios públicos desde que nacieron, soy de la Seguridad Social y creo en lo público. Denostar lo público en favor lo privado única y exclusivamente no nos lleva nada bueno.

¿Qué es lo que más te gusta hacer en tus ratos de ocio?

Cantar, escuchar música, sexo… Me gusta ir a exposiciones, sobre todo de pintura; leer, muchísimo… Escribir, escribo todos los días. Me encanta bucear, jugar al frontón y al fútbol… Me gusta todo, soy un pesado, me gusta todo.

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