Nashville, Memphis y Nueva Orleans, raíces de la música popular ( II )

Por Javier Duluoz

 Memphis

Llego a Memphis. Estoy en un suburbio de la ciudad, algunas casas están abandonadas, otras medio derruidas. En medio de este barrio está Stax, una de las más importantes discográficas de soul, y actualmente Museo de la música soul americana.

 

Booker t. Jones, Otis Redding, Sam and Dave e Isaac Hayes fueron los estandartes de este sello nacido en 1961 y que en 1977 pasó a formar parte de la Fantasy Records.

Dentro del Museo, hay una iglesia de madera, como en las que se reunían los negros del sur, y suenan grabaciones de antiguas de cánticos en iglesias. Sin duda, al entrar en el enorme estudio con fotos de Otis Redding, tengo la sensación de estar en otra iglesia.

 

 

 

 

Stax tiene además una academia de baile y una fundación “Soulsville”, dentro STAX, que tiene proyectos musicales con los jóvenes del barrio.

Sin ningún edificio alto alrededor, continúo por el cinturón que rodea a la ciudad para llegar a Sun Records. Este edificio de dos plantas es un museo de la música. Sam Phillips creó el sello Sun Records en 1952 y en él grabaron The Million Dollar Quarter, Carl Perkins, Jerry Lee Lewis, Johnny Cash y Elvis Presley.  Grabaron juntos una sesión de grabación el 6 de diciembre de 1956, aunque el favorito del señor Sam Phillips siempre fue Howlin Wolf, y también era el favorito de los Rolling Stones.

 

 

 

 

Muddy Waters, B.B. King y Roy Orbison grabaron dentro de este estudio, en 1987 U2 pasaron por Sun Records para grabar Rattle and Hum.

Cafetería, tienda de recuerdos, museo, paraíso de fetichistas de la música… y sigue siendo un estudio de grabación.

 

Voy al centro de Memphis, a la Calle Bale, centro neurálgico en la época dorada musical de la ciudad. A la calle Bale se la considera el hogar del blues. Hoy atracción turística y más parecida a Las Vegas de lo que podríamos desear. Los músicos venían aquí a buscar trabajo y a tocar en bares y teatros de la zona.

 

Andando llego hasta el Misisipi, y bajo hasta la orilla. Enfrente de mí está el Mud Island Park. En esta zona de la ciudad encontraron el cadáver ahogado de Jeff Buckley el 29 de mayo de 1997. Jeff era músico, hijo del cantautor Tim Buckley. Al igual que la de su padre, su muerte fue inesperada, alcanzándoles a los dos siendo aún muy jóvenes.

 

 

 

No me encuentro con mucha gente por la ciudad, algunos vagabundos por el centro, tranvías sin muchos pasajeros y una pirámide inmensa de cristal… excentricidades americanas… tengo ganas de visitar Graceland.

 

A las afueras de Memphis está Graceland, el Xanadú del Rey, la casa de Elvis, el hogar de la Familia Presley. Quiero estar a la altura de Elvis, pero dentro de mis posibilidades, así que duermo al lado de Graceland en un motel, ahora bien, en los cabeceros de la cama no hay ni santos ni vírgenes, sólo fotos de Elvis. El motel tiene servicio de video club… con todas las películas de Elvis, y lo mejor de todo, la piscina tiene forma de guitarra.

 

Estoy en las taquillas de Graceland, evaluando qué tipo de entrada me conviene, si me interesa visitar el aeropuerto y el avión de Elvis, si quiero ver sus coches, o si me conformo con ver “solamente” la casa.Nos llevan en un autobús, cada turista (en este lugar se es turista aunque no se quiera) vamos con nuestra audio guía. A mí me cuesta entender lo que me dice mi guía robot latino, y pienso que tendría que haber pedido una en inglés y a lo mejor habría entendido más. Graceland, mansión sureña, con enormes capiteles en las puertas… foto. La segunda planta no se puede visitar, sigue siendo uso exclusivo de la familia Presley.

El comedor, el salón de los Presley, espejos y pavos reales, oro.

 

La habitación del billar de Elvis, la pared y los muebles están forradas con el mismo estampado. Si lo miro fijamente me mareo.

 

La habitación de la selva. Una cascada de agua baja por una de las paredes de ladrillo de esta habitación forrada entera de verde, y en la que Elvis grabó From Elvis Presley Boulevard.

 

Los trajes de Elvis, recuerdos de los Presley, los discos de oro, de platino y de diamante. Antes de entrar en la sala de squash, pasamos por una pequeña habitación en la que hay un piano y en la que solía tocar Elvis.En esta habitación pasó sus últimas horas. Y en la antigua sala de squash, los trofeos del Rey, más trajes, más discos y actuaciones del Rey en directo.

 

Y para acabar, la tumba, y a su alredor, flores, muchísimas, de los fans.Y regalos. Junto a Elvis, está enterrada su madre.

De vuelta al motel, paso al lado del jet privado de Elvis, y compro en una gasolinera unas cervezas para tomármelas en mi piscina con forma de guitarra.

 

 Continuará…

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