Sexualidad positiva: Características del modelo capitalista permisivo: modelo imperante (II)

Por Raquel Díaz Illescas

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Una de las causas que más influyen en las disfunciones sexuales, es la socialización producida por los modelos socio-sexuales, en concreto por el modelo “Capitalista-Permisivo”.

Este modelo tiene unas características muy claras, conocerlas, contribuirá a que los encuentros sean gratificantes para ambos miembros de la pareja.

Las consecuencias de este modelo ideológico, dominante en la actualidad, y los intentos por adecuarse a él sobre  todo en la mujer, podemos decir que son varias:

– En este modelo, como en los que comentamos la semana pasada, se entiende  que el coito debe ser el centro de la vida erótica de las parejas. Las relaciones no coitales, y sobre todo las que no incluyan estimulación de los genitales, son consideradas “poco importantes”, o no se consideran parte de la sexualidad a menos que se hagan como un medio para llegar a los genitales, lo que conlleva que las posibilidades de que la mujer llegue al orgasmo se limitan considerablemente, ya que la vagina no es precisamente el sitio donde reside el mayor número de terminaciones nerviosas, pero de esto parece que aún no se han enterado los hombres, como tampoco algunas mujeres.

– En este modelo, la mujer aparece como despojada de su propia erótica, teniendo sentido cuando es gozada con la pareja.  Esto es el resultado de las ideas transmitidas sobre la sexualidad, tanto a hombres como a mujeres, lo que favorece negativamente, el conocimiento de su sexualidad.  Llevada por esta ideología, la mujer se despreocupa de su sexualidad, especialmente de la más genital, pensando que será su hombre ideal el que sabrá como despertar en ella su erótica. Llevada por esta creencia, muchas mujeres desconocen sus genitales, la anatomía de los mismos y las sensaciones que producen.

– Un número considerable de mujeres no se ha masturbado nunca, o bien descubren la masturbación a edades relativamente tardías en comparación con la edad de inicio de los varones. Esta parece seguir siendo una práctica de los hombres o de mujeres demasiado desinhibidas o que no tienen pareja.

– Sin embargo, un número elevadísimo de  mujeres, desconocen que es más sencillo para las mujeres tener orgasmos con relaciones no coitales (que conlleven estimulación del clítoris) que con relaciones coitales, habiendo practicado o no la masturbación a solas.

– Muchas mujeres fingen tener orgasmos en sus relaciones coitales (más de las que muchos creen), por temor a hacerle daño o preocupar a su pareja, llegando a los encuentros sexuales unas veces “por que toca”, otras por complacer a su pareja, y en muchas ocasiones para evitar conflictos.

– Lo que se espera y propicia en la mujer, y lo que muchas mujeres asumen, es normalmente un rol pasivo. En la relación erótica ha de tener una actitud de espera. Ella no participa activamente en la relación erótica (con el desconocimiento que esto supone, en muchos casos tampoco sabría como hacerlo). Esta actitud, acaba muchas veces siendo entendida por el otro miembro de la pareja, como algo connatural a todas las mujeres, sumándose esto a la gran lista de errores aprendidos.

Afortunadamente cada vez son más las mujeres que disfrutan de su sexualidad sin responsabilizar a su pareja de haber llegado o no al clímax, y cada vez son más los hombres que saben que el clítoris no es “el florero” de los genitales femeninos.

 

 

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Fdo.: Raquel Díaz Illescas.

http://sexualidadpositiva.blogspot.com/

Licenciada en Psicología.

Terapeuta sexual y de pareja.

Teléfono: 622673040

 

 

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