Las viudas de los escritores, amadas, odiadas, incomprendidas: el peso de la herencia literaria

 Por Mónica Maristain

 

viudas

 

Amadas, odiadas, incomprendidas, las viudas de los escritores famosos se abren paso en el competitivo mundo de la literatura contemporánea haciendo valer sus derechos, esgrimiendo blasones y escudos de convivencia para decidir el destino que tendrá el legado de sus ilustres cónyuges.

 

Frente a muchas de ellas, la necesidad de que la obra de un autor pase a ser dirigida por un comité de expertos se vuelve perentoria, pero las leyes, en una extraña fidelidad a códigos atávicos, privilegia los parentescos y no el interés público.

 

Así son las cosas: un acta de matrimonio es el que decide qué cosas se publican en relación con el autor, estén o no capacitadas las viudas para dicha tarea.

 

Entre todas ellas, la reina es María Kodama, una verdadera policía de la obra de Jorge Luis Borges (1899-1986), quien al frente de la fundación que lleva el nombre del célebre escritor argentino dice ser vista “como una bruja”.

 

María Kodama (Foto: Guadalupe Carrillo/Cuartoscuro)

María Kodama (Foto: Guadalupe Carrillo/Cuartoscuro

 

Recientemente, la ex secretaria de Borges y su única heredera pues el autor no tuvo hijos, reveló que piensa publicar sus memorias “para poner las cosas en su lugar y aclarar todos los rumores” en su contra.

 

A ella se la acusa de trasgredir los deseos de Borges en torno a la literatura que dejó, un caso similar al de Carolina López, la viuda oficial de Bolaño aun cuando ella estaba separada desde hace tiempo del escritor que murió en julio del 2003 y quien en realidad compartía su vida con la hoy ignorada Carmen Pérez de Vega.

 

López sacó al crítico Ignacio Echevarría y al editor Jorge Herralde del medio, para pasar el manejo de la obra legada por el autor de Los detectives salvajes al agente estadounidense Andrew Wylie.

Las cosas no pararon allí en el caso-Bolaño. Aun cuando este 2013 se cumplen 10 años de la muerte del escritor chileno, el tiempo no ha borrado un ápice del resentimiento de la viuda oficial, quien en una especie de venganza retrospectiva, ostenta un odio creciente contra la novia del escritor y se obsesiona hasta el paroxismo con la tarea misional de borrarla íntegramente de la biografía del autor.

 

En su descargo hay que decir que, desde la muerte del autor de 2666, el nombre Bolaño no ha hecho más que crecer en el mundo y la reciente muestra en su homenaje llevada a cabo en Barcelona, Archivo Bolaño, hasta junio próximo, es reflejo de un cuidado esmero por difundir y perpetuar en el lector la vida y obra de un escritor imprescindible.

Junto a los curadores Juan Insúa y Valerie Miles, Carolina López ha tratado de clasificar un material guardado en caja durante años manifestada en 230 originales, un centenar de fotografías y libros, los audiovisuales y archivo digital de entrevistas, a la que se sumará “una ordenación de su poesía, de las fotos familiares, de sus cintas y CD, la correspondencia y la valoración de los textos inéditos”, según dijo la viuda a la agencia EFE.

El próximo otoño, el Archivo Bolaño viajará a Nueva York y México y en 2014 recalará en Madrid.

 

LA TRAGEDIA DE UNA VIUDA SIN PAPELES

 

Eva Gabrielsson, © Per Jarl

Eva Gabrielsson, © Per Jarl

Hay una viuda que no lo tuvo tan fácil. Eva Gabrielsson amaba a Stieg Larsson (1954-2004), pero el autor de la saga Millenium y su pareja no habían firmado un papel que los uniera legalmente, por lo que la obra ahora está en manos del padre y el hermano, con los que el escritor no tenía contacto desde hace años.

 

Para tratar de enmendar el despojo de que fue objeto, entre otras cosas hay un blog en diferentes idiomas (supporteva.com) por medio del cual se busca reparar el daño ocasionado a la periodista sueca.

 

“Queremos apoyar a Eva Gabrielsson, quien fue la pareja, conviviente y compañera de vida del difunto autor Stieg Larsson. Eva Gabrielsson vivió con Stieg Larsson durante 30 años (trabajaron juntos durante 32 años)- Ella estaba con él cuando escribió sus tres (casi cuatro) novelas de la serie Millenium. Ella estaba con él cuando recibió amenazas de muerte de grupos ultranacionalistas. Ella estaba con él cuando entregó los tres manuscritos a la Editorial Norstedts en Estocolmo. Ella estaba con él cuando Stieg Larsson se dio cuenta que sus libros serían un éxito. Ella estaba con él cuando planificaron juntos el publicar 10 libros en la serie Millenium. Ella estaba con él cuando planificaron juntos como se dividiría el ingreso del éxito de los libros.Ella contribuyó de manera significativa al trabajo de Stieg Larsson en la serie de Millenium. Nuestra propuesta es simple: Si estás molesto – dona 2,50 € por libro o película que hayas disfrutado”, plantea el blog.

 

EN LOS TIEMPOS DE MARINA CASTAÑO

Marina Castaño y Camilo José Cela (Foto: EFE)

Marina Castaño y Camilo José Cela (Foto: EFE)

 

Otra viuda odiada es la socialité Marina Castaño, quien se casó en la vejez del Premio Nobel con el escritor Camilo José Cela (que le llevaba 42 años) y a su muerte, hace 11 años, fue enjuiciada por el hijo del escritor español, en un litigio que acaba de perder y que la obliga a ceder 10 millones de dólares de la fortuna que le quedó de su marido.

 

En enero pasado, la edición española de la Vanity Fair publicó un reportaje dando cuenta de la salida del libro del ex secretario de Cela (1916-2002), Gaspar Sánchez Salas, quien reveló detalles íntimos de la vida del autor de La colmena y La vida de Pascual Duarte.

“Fui testigo de los silencios de aquella casa. Jamás se hablaba de la ex mujer de Cela y pocas veces de su hijo, a quien intentó desheredar”, cuenta Sánchez Salas

“Marina creía que íbamos de paseo. En realidad nos hartábamos de cervezas y pinchos de tortilla”, admite al contar las subversiones al cuidado de la salud del escritor que procuraba su joven esposa.

“Recuerdo la primera vez que salí con él para acompañarlo en esos supuestos paseos rutinarios en los que, en realidad, íbamos a hartarnos de cervezas y pinchos de tortilla en el restaurante El gamo, de El Pardo. Camilo intentaba esconder las pruebas y me decía: ‘Gaspar, no se te ocurra decirle a Marina que no hago el kilómetro’. Yo me reía: ‘No se preocupe, don Camilo, claro que no lo sabrá su mujer’”, cuenta.

 

La herencia de Cela, valuada en 8 millones de euros, quedó en manos primero de Castaño, pero luego el único hijo del escritor acudió a la justicia, que le dio la razón, permitiéndole recuperar más de la mitad del patrimonio familiar.

 

 

PILAR DEL RÍO, LA NOVIA DE JOSÉ SARAMAGO

Pilar del Río (Foto: Juan Pablo Zamora/Cuartoscuro)

Pilar del Río (Foto: Juan Pablo Zamora/Cuartoscuro)

 

Una señora viuda es la periodista española Pilar del Río, quien no sólo ostenta señorío, capacidad intelectual, un altísimo nivel cultural para llevar adelante el legado de su ilustre marido, el Premio Nobel José Saramago, sino que también lo hace convencida de que esa es su misión en la vida, no queriendo para sí honores ni reconocimientos que no le corresponden.

“Soy la mujer de José Saramago, no su viuda”, dice Pilar.

“Lo tengo en el presente, recorriendo mis venas, me gusta que me llamen la esposa de Saramago o como me dijeron unos niños durante un homenaje, la novia de José”, afirmó.

Al frente de la fundación que lleva el nombre del autor de Ensayo sobre la ceguera y Memorial del convento, entre otros, Del Río reside en Lisboa, la capital de un país que adoró y adora a Saramago.

“No me cabe duda de que José fue uno de los portugueses más queridos por Portugal, a pesar de su ateísmo, de su comunismo y de su forma crítica de ver el mundo”, dijo en respuesta sutil a los políticos de la derecha portuguesa que impidieron que una calle en la capital llevara el nombre del escritor.

A propósito de la obra que heredó el autor fallecido en junio a los 88 años, Pilar aseguró que “cada lector encuentra a su propio Saramago, no hay una literatura canónica, lineal y única. Por el contrario, José estaba convencido de que había tantas lecturas como lectores y él mismo se sorprendía por las cosas que encontraban en sus libros”.

“Muchos lectores le pusieron delante de los ojos situaciones que ni siquiera él había percibido. Por ejemplo, le hablaron de los espacios arquitectónicos, del uso de la ventana, de la luz, cosas que Saramago escribía con fluidez y naturalidad y que luego fueron expuestas en muchos estudios sobre su obra”, agregó.

El ancho camino que proponen sus libros, Pilar del Río volvería a recorrer de la misma manera: “Comenzaría por Memorial del convento, seguiría por Ricardo Reis, aunque cada lector es cada lector. Hay que admitir que Saramago no es un autor fácil y en ese sentido recomendaría a los menos familiarizados con su trabajo que empezaran por Ensayo sobre la ceguera”, dijo.

Según Del Río, el autor no dejó una obra inédita, aunque sí hay “unas páginas que serán editadas en el momento oportuno y que son lo suficientemente interesantes e intensas como para que los lectores quieran conocerlas”, reveló.

A pesar de el Premio Nobel 1998 hablaba siempre de su oficio frustrado de poeta, su esposa está convencida de “que a él en realidad le hubiera gustado ser filósofo y astrofísico”. “Se interesaba por las medidas espaciales, visitó varios observatorios, habló con los científicos y supo de las dimensiones de las estrellas que ya no existían en el firmamento”, concluye.

 

 

Sin embargo

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