“Más joyas, más escuelas”: el nuevo lema solidario de la actriz estadounidense Angelina Jolie

 

Angelina Jolie en Pakistán (Foto: EFE)

Angelina Jolie en Pakistán (Foto: EFE)

 

No se sabe si por oposición a su padre, el republicano defensor de la Asociación del Rifle o por protesta frente a su suegra, quien no está de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo cierto es que el compromiso con las acciones solidarias por parte de la actriz estadounidense Angelina Jolie se profundiza cada día más.

Merced a ese trabajo consecuente y que parece tener una lógica irrefutable, la estrella hollywoodense acaba de inaugurar una escuela en Afganistán. Más allá del glamour que rodea a cada uno de sus actos fuera y dentro de la profesión artística, hay que decir que fundar una escuela es mucho más de lo poco que hizo el ejército de su país en el atribulado territorio afgano.

Desde que con su marido Brad Pitt decidiera donar las exclusivas a las revistas del corazón para obras benéficas y sobre todo desde que se comprometiera con la ONU, en su carácter embajadora de la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR), Jolie siempre da un paso más en lo que a labor solidaria de famosos se refiere.

La escuela de Afganistán ha sido solventada con una línea de joyería creada por Angelina especialmente para dicho fin.

 

Style-of-Jolie-Jewelry-Line-3The Style of Jolie permitirá que entre 200 y 300 niñas accedan a la educación básica en un país donde los talibanes, con mucha más presencia y dominio de lo que el propio gobierno afgano se anima a admitir, asesina a las mujeres que quieren ser educadas.

The Education Partnership for Children of Conflict, la fundación de la actriz, madre de seis hijos y ganadora de un Oscar por Inocencia interrumpida, es la que se encarga de poner en marcha la escuela, en un gesto que Angelina desea replicar en otros puntos de Afganistán.

“Más allá de disfrutar de la satisfacción artística de diseñar estas joyas, nos inspira el saber que nuestro trabajo también sirve al objetivo común de ayudar a niños necesitados”, escribe Jolie en la página web de su línea de joyas.

 

 

 

 

LIBRE DE PLAGIO

La noticia de la fundación de una escuela en Afganistán se dio a conocer el mismo día en que la justicia liberaba a Angelina de la acusación de plagio establecida por un periodista croata, quien acusaba a la actriz y directora de haberle copiado la idea para su ópera prima In the land of blood and honey.

 

 

La película, estrenada a fines del 2011, cuenta la historia de amor entre un serbio y una mujer Bosnia antes del estallido del conflicto de los Balcanes, en 1992 y por su factura Angelina Jolie se ganó el odio de los serbios, la otra cara en la guerra más cruenta de la Europa contemporánea.

El conflicto entre bosnios y serbios está fresco todavía y sus heridas, se cree, tardarán mucho tiempo en cerrar. Esto no ha sido, sin embargo, un impedimento para que la famosa actriz estadounidense Angelina Jolie eligiera este tema para tratar en su debut como directora.

In The Land of Blood and Honey es un filme, que al decir de los ciudadanos serbios, cuenta muchas mentiras sobre ellos, en una historia donde vuelven a ser, precisamente, los malos de la película.

Según los serbios, entre ellos el afamado director de cine Emir Kusturica, sólo se trata de otro filme de propaganda estadounidense, una nación que “debería estar más preocupada por las matanzas en Afganistán y en Irak”.

En Sarajevo, en cambio, Angelina fue nombrada ciudadana de honor, en reconocimiento a su apoyo a la capital bosnia y por favorecer el desarrollo de las relaciones internacionales.

La película, cuyo guión también lleva la firma de Jolie y cuyos actores no son conocidos internacionalmente, fue recibida en Estados Unidos con críticas variadas.

La asociación de productores de cine en Los Ángeles le concedió el premio Stanley Kramer, ya que el filme representa temas sociales polémicos de una manera clara. En la gala del Golden Globe, donde la cinta aspiraba al galardón a la mejor película de habla no inglesa, la actriz se fue con las manos vacías.

El periodista croata James J. Braddock, cuyo nombre real es Josip J. Knezevic, aseguraba que la obra, acerca de una historia de amor durante la Guerra Civil de Bosnia, violaba los derechos de autor de su libro The soul shattering.

Según el autor, Edin Sarkic, una de las personas que había ayudado a Jolie a lograr los permisos para rodar en Sarajevo, había leído su obra y había iniciado conversaciones para filmar una adaptación del libro.

La jueza Dolly Gee, no obstante, no halló coincidencias sustanciales entre el libr de Braddock y el guión de la película de Angelina, por lo que desestimó la demanda.

 

VISITA LA FRONTERA SIRIO-JORDANA

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La actriz estuvo en diciembre pasado de visita en la frontera sirio-jordana, una región convulsionada donde miles de refugiados viven como pueden, en medio de grandes sufrimientos. Por una vez pensemos primero en las víctimas de una guerra absurda y sangrienta y no en la novia de Brad Pitt

Desde una cómoda redacción es fácil hacer análisis en torno a si la actitud de Angelina es propia de una aburrida estrella de Hollywood que busca fama y atención mediática.

Pero visto desde quienes sufren dolores indecibles, qué felicidad debe de generar la presencia de esta muchacha que bien podría estar peinándose en su lujoso tocador y no llorando junto a los refugiados sirios que han logrado cruzar a territorio jordano huyendo de la guerra en su país.

La noticia de la presencia de Angelina en la frontera jordana fue dada a conocer por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cuyo portavoz, Adrian Edwards, informó que la actriz estuvo acompañada por miembros del ejército de Jordania.

El número de refugiados sirios supera las 250 000 personas, dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

 

Fuente: Sin Embargo

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