John Banville: la literatura peligrosa de un escritor que intenta ser Raymond Chandler

Por Mónica Maristain
John-Banville-antigua-luzFoto: EFE

 

John Banville (Irlanda, 1945) ha visitado recientemente Bilbao. Fue la estrella en el Festival Literario Gutún Zuria, que tuvo también como invitados a la mexicana Margo Glantz, el argentino Alberto Manguel, la canadiense Margaret Atwood y el colombiano Héctor Abad Faciolince.

Fue también una de las grandes figuras en La noche de los libros en Madrid, donde ofreció una conferencia sobre su otro yo, Benjamin Black, el autor de la serie de novela negra protagonizada por el patólogo forense Quirke. “Yo vs yo mismo, John Banville habla de Benjamin Black y viceversa”, fue el título de esta intervención en la que el creador habló de sus dos personalidades literarias.

Nació en Wexford, un pequeño pueblo irlandés, comenzó a publicar en los ‘70 y desde hace mucho tiempo vive en Dublín. Con una larga trayectoria en el periodismo, tiene grandes títulos como novelista, entre ellos El mar, con la que ganó el Booker Prize en 2005.

Uno de los más firmes candidatos al Premio Nobel, se trata sin duda de uno de los escritores anglosajones más importantes en la literatura contemporánea y recientemente ha sido noticia por haber recibido el Premio Austríaco de Literatura Europea, también conocido como Premio Europeo de Literatura, que Austria concede cada año a un escritor europeo por el conjunto de su obra.

“Banville es un autor poco convencional que siempre nos sorprende con sus temas y sus personajes complejos, que encaja en la tradición de los grandes autores europeos, tratando cuestiones profundas sobre la vida”, ha dicho Schmied, Ministra austríaca de Educación, Arte y Cultura.

Creado en Viena en 1965, el premio tiene una dotación de 25.000 euros. Entre los premiados en ediciones anteriores se encuentran Patrick Modiano, Javier Marías, Claudio Magris, António Lobo Antunes, Umberto Eco, Cees Nooteboom, Julian Barnes, Jorge Semprún, Salman Rushdie, Antonio Tabucchi, Marguerite Duras, Italo Calvino y Simone de Beauvoir, entre otros.

La concesión de este galardón a toda su obra coincide con la publicación de Venganza (con su pseudónimo ya conocido de Benjamin Black), la última entrega de la gran serie de novela negra protagonizada por el doctor Quirke.

Banville, un europeísta convencido, festejó el premio durante un chat que mantuvo con los lectores del periódico español El País. “Me encantan los premios europeos. De hecho, soy partidario de unos Estados Unidos de Europa. Durante varios años en Europa hicimos las cosas muy bien. Pero luego llegaron las dificultades económicas, perdimos el dinero y algo se rompió. Empezamos a necesitar un responsable y acabamos culpando a la UE”, manifestó.

Autor de Eclipse y Los infinitos, recientemente ha dado a conocer Antigua luz, una novela donde un joven se enamora de una mujer mayor y el testimonio de un hombre para quien “escribir es como respirar”.

 

 

UNA NARRATIVA PELIGROSA, CLARA Y FLUIDA

De la obra de John Banville ha dicho su colega el estadounidense Don De Lillo que se trata de “una narrativa peligrosa, clara y fluida”. Autor admirado por autores, de él ha dicho el inglés Martin Amis que “es un maestro y su prosa, un deleite incesante”.

 

51411-620-282Foto: EFE

 

“Estoy intentando ser Chandler y siento que soy él”, declaró la semana pasado al periódico español ABC, al referirse a su próximo trabajo, consistente en dar forma a una nueva historia de Philip Marlowe, escribiendo como Banville, como Benjamin Black, como Raymond Chandler.

“Estoy intentando ser Chandler y siento que soy él. Pensé que no iba a ocurrir pero va a ser divertido: John Banville escribiendo como Black que escribe como Chandler dentro de Marlowe. No sé si van a ser muchas personas en una pero escribo como si estuviera oyendo la voz de Chandler, como si estuviera rondando con ese tono que nunca te deja soltar la frase como ha quedado”, dijo Banville.

Quizás para no volverse esquizofrénico, su disciplinada rutina de escritor abarca dos formas muy diferenciadas: cuando construye historias con su nombre verdadero, lo hace a mano. Cuando el que habla es Benjamin Black, lo hace sentado frente a la computadora.

“Me gusta ser Black, estoy orgulloso de sus novelas, es como un trabajo de artesanía bien hecho. Sin embargo, no me gusta lo que escribe Banville, no termino de quedar satisfecho porque busco en él la perfección. Tengo una fantasía recurrente: pasar por una librería y borrar de un chasquido todos los libros de Banville y que se queden en blanco para poder volver a escribirlos, esta vez bien”, dijo al ABC en un tono espectacular.

Banville ha trabajado como editor de The Irish Times y es habitual colaborador de The New York Review of Books. Con El libro de las pruebas (1989), fue finalista del Premio Booker, que obtuvo en 2005 con la novela El Mar, consagrada además por el Irish Book Award como mejor novela del año.

En 2011 recibió el prestigioso Premio Franz Kafka, considerado por muchos como la antesala del Premio Nobel y en 2012 el escritor Javier Marías lo nombró duque del Reino de Redonda, un reconocimiento personal a sus escritores admirados.

Bajo el seudónimo de Benjamin Black, ha publicado en Alfaguara, con gran éxito de público y de crítica, El lémur (2009) y la serie de novela negra protagonizada por Quirke —El secreto de Christine(2007), El otro nombre de Laura (2008), En busca de April (2011) y Muerte en verano(2012)— que próximamente será llevada a la televisión por la BBC británica.
Sin Embargo

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