¿Qué fue antes la gallina o el huevo?
Por Arianne Martín
¿Qué tenemos en común balineses y españoles? Yo no tardé mucho en descubrir que compartimos muy poco, es decir, que costumbres comunes tenemos una o ninguna, lo cual no debe sorprender mucho teniendo en cuenta que estamos a 24 horas de avión, unos 20 000km. de distancia y a unas cuantas razas y lenguas de diferencia.
Veamos, hay algunas muy notorias, incluso para el turista despistado que no se fija demasiado. Por ejemplo, el horario de comidas: ellos son aún más tempraneros que los europeos del norte, desayuno entre 6-7 am, comida entre 11 y 12, cena a las 6 p.m. ¿Alguien se imagina quedando con los amigos a las 6 para cenar? ¡Pero si aún ni hemos salido de trabajar!
Los Balineses, sobre todo ellas, usan productos “blanqueantes” para la piel y tanto ellos como ellas la ocultan del tinte natural de Lorenzo cubriéndose con chaquetas y sudaderas a 30ºC de temperatura y una humedad asfixiante, “porque cuánto más blanco mejor, como Ariel”; a nosotros nos falta tiempo para sacar las pieles al sol y coger buen color, que lo de estar blanco es sinónimo de enfermedad.
Algunas diferencias son menos perceptibles. Por ejemplo la estructura familiar: ellos viven en los llamados “Kompong” o casas tradicionales, donde se juntan hasta 4 generaciones bajo un mismo techo; en nuestro caso abundan las casas “mono-familiares”, bueno para el que puede, claro. O las costumbres festivas: en Bali reciben el año nuevo con 24horas del más riguroso y absoluto silencio y ayuno (hasta el aeropuerto cierra); nosotros los españolitos “entre gritos y pitos” como dice la canción. O las ceremonias religiosas: nosotros una vez al año que no hace daño y algunas fiestas de guardar; ellos cada luna nueva y llena, cada ocasión especial, si hay mal augurio, si te cambias de casa, si los Dioses se enfadan, si cumples 3 meses, o sencillamente 3 veces al día antes o después de cada comida.
Total que, con semejante panorama de diferencias, a nadie se le ocurriría que hay una cosa que es sorprendentemente común entre españoles y balineses, y menos aún si uno sabe que son hindúes y viven en un país musulmán:les encanta comer cerdo; por supuesto no el Ibérico, que ese tiene denominación de origen. El caso es que no hay celebración balinesa que se preste que no vaya aderezada con el famoso Gamelan (música tradicional) y un cochinillo asado, si, si, asado. De aspecto, casi como los segovianos, aunque un poco más creciditos, y se corta con cuchillo; se sirve con arroz, que para eso tienen arrozales para aburrir, con verduras y salsas picantes, se lo comen todo, todo (menos la oreja que se habrá ofrecido previamente a los Dioses), y, lo más importante, ¡se come con las manos!
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿El Cochinillo segoviano o el Babi Guling balinés? Pues eso, que no sabemos si el cochinillo lo inventamos nosotros o ellos, o alguien a mitad de camino que lo exportó a ambos lados del globo. Así que ante la duda, a chuparse todos los dedos que en Bali está la mar de bien visto…
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