Entre la ciencia y el punk

Hay algo entre la ciencia y el punk (y California también) que los une afectuosamente. Después de todo el punk, tendencia musical que surge a partir de los 70 con grupos como The Clash, Ramones o Sex Pistols, trata de explotar la creatividad con una actitud dura que nada a contracorriente, lo mismo que le sucede a la mayoría de los científicos e investigadores en áreas como biología, química o bioquímica. Si a eso aunamos el clima y vivacidad de vida de California, la combinación es explosiva e inventiva.

 

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“Recordemos que el punk -dice Milo Aukerman, cantante de la legendaria banda The Descendents, además biólogo de la Universidad de California, San Diego, y doctorado en bioquímica por la Universidad de Wisconsin- se trata de la libertad de expresar lo que realmente quieres expresar.” Punk y ciencia buscan el individualismo y desafiar el pensamiento de su tiempo. Es una declaración de guerra de jóvenes, que de otra manera pasarían por nerds, contra la mediocridad. Un ejemplo de ello es Aukerman, quien vive entre el escenario y su trabajo como investigador para la compañía DuPont, donde identifica genes en plantas Arabidopsis que puedan usarse para mejorar la producción de maíz. The Descendents están considerados como uno de los pioneros del pop punk.

 

El punk cuestiona la autoridad, rechaza lo establecido y utiliza la energía de la música como un elemento para hacer escuchar su mensaje. La ciencia hace lo mismo: debatir conceptos predeterminados, y a diferencia de otras disciplinas, un científico normalmente impone su ritmo de trabajo, como los punks. Ambos son un estilo de vida.

 

punk_02The Offspring

 

Otro ejemplo es Dexter Holland, cantante y guitarrista del grupo The Offspring, también de California (1984), una de las bandas punk-rock con más éxito comercial en la historia del género. Holland tiene maestría en biología molecular por la Universidad del Sur de California (USC). Después de no poder entrar a la carrera de medicina, comenzó su doctorado; trabajaba en su tesis cuando el éxito de su disco Smash (1994), cuyas ventas fueron de 12 millones de copias, lo obligó a ausentarse. También es un piloto aviador certificado (hizo un vuelo alrededor del mundo en 10 días) y dueño de la compañía de discos independiente de punk-rock Nitro Records. Curiosamente Holland nunca había asistido a un partido de fútbol americano, hasta que se enteró, en 2006, que la banda de medio tiempo tocaba su hit The kids aren’t alright.

 

Qué escuchar

 

 

The Descendents los discos:

1. Milo goes to collage (1982),
2. Everything Sucks (1994).

 

 

The Offspring los discos:

1.-Smash (1994),
2.-Splinter (2003).

 

 

[Sin Embargo]

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