Masculino / Masculino. El hombre desnudo en el arte de 1800 hasta la actualidad

 

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Mientras que el desnudo femenino se muestra con tanta frecuencia como naturalidad, el cuerpo masculino no ha disfrutado de la misma situación. Resulta más que significativo que ninguna exposición haya enfocado como objeto volver a poner en perspectiva la representación del hombre desnudo, durante un largo periodo de la historia, antes del Leopold Museum de Viena durante el otoño del 2012. No obstante, la desnudez masculina formó parte, durante mucho tiempo, de las bases de la formación académica del siglo XVII al XIX y constituye una línea de fuerza de la creación en Occidente.

Apoyándose en la riqueza de su propio fondo (algunas esculturas desconocidas) y en las colecciones públicas francesas, el museo de Orsay ambiciona pues, con la exposición Masculino / Masculino, profundizar, en una lógica a la vez interpretativa, lúdica, sociológica y filosófica, todas las dimensiones y sentidos de la desnudez masculina en el arte.
Porque el siglo XIX se inspira en el clasicismo del siglo XVIII y que su eco retumba hasta la actualidad, esta exposición amplía el horizonte tradicional del museo de Orsay, para abarcar más de dos siglos de creación hasta la fecha, en todas las técnicas, pintura, escultura, artes gráficas y, por supuesto, fotografía, que tendrán el mismo lugar en el recorrido.

¿Por qué no se ha dedicado nunca ninguna exposición al desnudo masculino hasta Nackte Männer, en el Leopold Museum de Viena, el pasado año? Para responder a esta pregunta la exposición confronta obras, mediante las épocas y las técnicas, en torno a grandes temas que han forjado la representación del cuerpo masculino, durante más de dos siglos.
Ante todo cabe distinguir la desnudez del desnudo: un simple cuerpo sin ropa, que genera la molestia, debido a la falta de pudor, difiere de la visión realizada de un cuerpo remodelado e idealizado por el artista. Aunque se pueda matizar esta distinción, pone de relieve el valor positivo y sin tapujos del desnudo, en el arte occidental, desde el periodo clásico.

 

20130916-2147949175236c6a8caa65David LaChapelle (né en 1963)Would-Be Martyr and 72 virgins2008

 

Para nuestra época, el desnudo evoca esencialmente un cuerpo femenino, herencia de un siglo XIX que lo erigía en absoluto y en objeto de un deseo viril asumido. Anteriormente sin embargo, el cuerpo femenino estaba menos valorizado que su homólogo masculino, más estructurado y musculoso. Al menos desde el Renacimiento, el desnudo masculino se había beneficiado de la primacía: el hombre como ser universal se confundía en el Hombre y su cuerpo se erigía en norma del género humano, como ya era el caso en el arte grecorromano. El fondo cultural judeocristiano occidental abunda en este sentido: Adán preexiste a Eva que no es más que su copia, origen del pecado.
En su gran mayoría hombres, los artistas encuentran, en el desnudo masculino, un “yo ideal”, espejo magnificado y narcisista de ellos mismos. Hasta mitades del siglo XX, el órgano sexual es sin embargo el objeto de un cierto pudor, ya sea atrofiado o bien disimulado bajo cualquier drapeado, correa o funda de espada, sutilmente colocados.

 

El museo les informa que algunas obras presentadas en la exposición son susceptibles de herir la sensibilidad de los visitantes (y en particular del público joven).

 

 

 

 

Museo de Orsay

 

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