Una dieta sin ejercicio está casi condenada al fracaso

Por Marta G. Coloma

 

  • La doctora Virginia Aparicio García recomienda 300 minutos de ejercicio físico a la semana que, junto a una dieta variada, ayudarán a perder los kilos de más que hayamos ganado en Navidad.
  • Aparicio lideró al equipo de investigadores de la Universidad de Granada que descubrió que las dietas hiperproteicas como las de Pierre Dukan son perjudiciales para la salud porque incrementan el riesgo de padecer enfermedades renales.

 

stockvault-tomato-mozzarella-salad133058La dieta mediterránea podría tener un papel preponderante en la prevención de la depresión

 

Las fiestas navideñas ya han concluido, y con ellas ha llegado la culpabilidad de haber ganado unos kilos de más. En estas fechas siempre surgen las dietas apresuradas y los métodos ‘milagro’ para perder peso de manera rápida. Pero no hay recetas mágicas: sólo se adelgaza comiendo bien y haciendo ejercicio.

 

La doctora Virginia Aparicio García-Molina, que lideró el equipo de investigadores del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada que descubrió que las dietas hiperproteicas como las de Pierre Dukan aumentan el riesgo de padecer enfermedades renales, asegura que la mejor forma de perder peso y no volver a recuperarlo es tener una dieta variada  que incluya unos 300 minutos de actividad física a la semana.

 

«Una dieta sin ejercicio está casi condenada al fracaso. La clave de todo método de adelgazamiento, según Aparicio, está en adquirir hábitos activos, que de manera ideal consistirían en realizar ejercicio físico cinco días a la semana durante una hora diaria.

En cuanto a la alimentación, la doctora insiste en que no existen dietas ‘milagro’ sanas. En el caso de los remedios basados en la ingestión de una gran cantidad de proteínas, «si quitamos los hidratos de carbono de la dieta, que son los que proporcionan una energía metabólicamente más limpia, a nuestro organismo sólo le queda la opción de quemar grasas». Esta es la razón por la que dietas como la Dukan ayudan a perder peso con rapidez, pero generando «alteraciones y sobrecarga renal» y sin evitar el temido ‘efecto rebote’. 

 

«Si las dietas fueran eficaces no habría que inventar cada año una nueva moda. Ahora es la de la alcachofa, luego la de la piña, después la de la granada… Es verdad que existen productos buenos y saludables, pero no existe una sola sustancia que tenga todos los beneficios», agrega.

 

Para evitar las descompensaciones nutricionales, según concreta Aparicio, tendremos que ingerir, entre otras cosas, abundante fruta y verdura, que es fuente de vitaminas y minerales; hidratos de carbono complejos como pastas y arroces (a poder ser integrales); y, por supuesto, proteínas.

Lo que sí que se puede cambiar son las raciones. «Podemos comer de todo, pero en plato de postre», detalla la doctora, que insiste en que otras dietas tendrán «un efecto a corto plazo y muy sorprendente, pero que machacará metabólicamente a nuestro organismo».

 

¿Y si no me gusta hacer ejercicio?

 

Si las dietas ya son duras, el ejercicio físico no es plato de buen gusto para todo el mundo, pero este problema tiene fácil solución. «La clave está en buscar actividades placenteras, que sean sociales y que impliquen salir con amigos, compañeros o vecinos, para que sean más motivadoras. Al principio nos cuesta volvernos físicamente activos. Las dos primeras semanas son las más duras, pero cuando pasamos ese umbral, la liberación de toxinas y la sensación de bienestar es gratificante y hace que te enganches», expone Aparicio.

Como dato relevante, la doctora destaca que, en general, una persona obesa que se mueve vive más años que una persona sedentaria con peso normal. «La salud está en estar metabólicamente sano por dentro», asegura.

 

Si en nuestros propósitos de Año Nuevo nos habíamos marcado acudir al gimnasio, hay que tener en cuenta los profesionales de los que nos rodeamos. «No me gusta cuando se hacen barbaridades ni se muestran ganancias visuales pero a corto plazo. Lo ideal es que la mejora sea algo gradual y que esté supervisado por profesionales», comenta Aparicio, remarcando que si el ambiente no es agradable, ir al gimnasio «muchas veces se convierte en una tortura».

 

La Federación de Empresarios de Actividades Deportivas (FNEID) ha emitido hoy una serie de recomendaciones para que hacer ejercicio en el gimnasio no se convierta en una actividad desagradable ni conlleve riesgos. Entre otros consejos, la organización destaca que hay que escoger una actividad física que se adapte a nuestros gustos, capacidades y edad para evitar lesiones; elegir un centro deportivo cercano a casa para evitar la ‘pereza’ e incompatibilidades; y buscar monitores que nos puedan dar consejos a la hora de realizar las actividades de manera adecuada.

 

La FNEID también es prudente y destaca que «los milagros no existen», por lo que las personas que quieran perder peso rápidamente «se frustrarán». «Bajar los kilos de más es una tarea continuada en el tiempo, que requiere constancia y práctica diaria», apunta.

 

 

[La Información]

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