Adiós a Joe Cocker

A casi todas las mujeres del mundo les preguntó si podían dejarse el sombrero puesto, y casi todas las mujeres del mundo le dijeron que sí. Foto: EFE

A casi todas las mujeres del mundo les preguntó si podían dejarse el sombrero puesto, y casi todas las mujeres del mundo le dijeron que sí. Foto: EFE

 

Por Mónica Maristain

Si usted nació en los ’60, ’70 u ’80 (incluso ’90, hablando de esa especie de jóvenes viejos que retrasan con una parsimonia entrañable y se han vuelto expertos en la música del pasado), cierre los ojos.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza de los conciertos de Woodstock que ha visto, seguramente, una y otra vez, sin cansarse? Probablemente recuerde los pucheritos que hacía con esos labios imposibles el no menos revulsivo Alvin Lee, el cantante de Ten Years Afters oriundo de Notingham, Reino Unido, fallecido en Marbella en 2013, a los 68 años.

 

 

Acaso le venga primero a la mente cuando nuestro Carlos Santana cambió la historia del rock para siempre con su “Soul Sacrifice” demoledor o cómo olvidar a Jimi Hendrix con “Voodoo Child” y su homenaje al himno de los Estados Unidos en los últimos acordes.

 

 

De muchas otras cosas más se acordará antes de ir corriendo a volver a ver el DVD adictivo con esos dos conciertos de una época irrepetible y tan transformadora del mundo, donde se acuñaron consignas de convivencia y existenciales para la especie humana que continuaron con fuerza hasta nuestro días.

Entre la memoria no faltará la actuación de Joe Cocker, cuando interpretó, desgarrada y casi tribalmente, la canción de Lennon y McCartney “With a little help from my friends”.

 

El cantante sacó de Ray Charles sus movimientos tan característicos arriba del escenario. Foto: Facebook

El cantante sacó de Ray Charles sus movimientos tan característicos arriba del escenario. Foto: Facebook

 

Fue un performance de aproximadamente ocho minutos en el que parece que el cantante que había nacido el 20 de mayo en Sheffield, Reino Unido, se iba a morir o disolver por efectos del sexo, drogas y rocanrol reinantes.

Al otro día, ese muchacho desgarbado de botas azules con estrellas blancas, nacido como John Robert Cocker, era una estrella mundial de la música.

 

 

¿QUÉ TIENEN QUE VER CAETANO VELOSO, JOSÉ JOSÉ Y CAMARÓN DE LA ISLA?

Alrededor de la vida de los intérpretes extraordinarios como Cocker, quien tenía apenas 25 años cuando cantó en Woodstock y se convirtió por ello en una estrella musical de fama planetaria, suele generarse una polémica irresoluble y por eso muchas veces escondida entre los muy clavados en la industria, en la profesión.

Tiene que ver con los derechos de autor que nunca se cuestionan en lo referente a quien las compuso, salvo cuando el cantante es tan bueno, tan genial, que la hace suya y la convierte en otra cosa.

Esos artistas especiales están contados con los dedos de la mano; entre ellos se encuentra Camarón de la Isla (1950-1992), cuyos deudos protagonizaron un amargo episodio de reclamo de derechos frente al gran Paco de Lucía, argumentando que las canciones del guitarrista eran de José Monge Cruz cuando él las cantaba.

 

Una presentación en 2007. El león rugía, aunque estaba calvo. Foto: Página especial del artista

Una presentación en 2007. El león rugía, aunque estaba calvo. Foto: Página especial del artista

 

Está José José, el inigualable intérprete mexicano que ha “envenenado” boleros y baladas que sólo queremos escuchar en su garganta y está el prodigioso Caetano Veloso, el brasileño que vuelve oro todo lo que entona y que es capaz de hacer decir cosas como “esa canción me gusta más cuando la canta él que cuando la canta Michael Jackson”.

 

 

Y está Joe Cocker.

El cantante tomó la célula de ADN que habita en el tema “With a Little help whit my friends”, escrito dos años antes de Woodstock por John Lennon y Paul McCartney para incluirla en el disco de 1967 Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y le extrajo la esencia para hacer un clon de igual intensidad aunque de ropajes diametralmente opuestos.

Se trata de dos temas distintos. Uno, lo escribieron los Beatles; el otro, la garganta, los espasmos, las vibraciones, los saltos y suspiros de este hombre de extracción obrera que perdió en la víspera su batalla contra el cáncer de pulmón, en un rancho de Colorado (Estados Unidos), donde vivía con su esposa Pam.

 

UN HOMBRE TÍMIDO Y ADORABLE

El alcohol lo hizo rodar muchas veces por el fango y siempre volvió de noches donde otros tuvieron que perderse en forma irremediable. Lo hacía con el rostro duro de un hombre que como su compatriota Tom Jones (albañil de profesión) parecía estar destinado a trabajar de plomero y gasista en la vida adulta.

Sin embargo, en lugar de estar al servicio de su Majestad Pescadas terminó por ser ordenado Caballero Imperial Británico, gracias entre otras cosas por haber ayudado a corromper de forma imperdonable pero deliciosa la educación sentimental de jóvenes ochenteros que merced a su influjo cometimos el grave error de creer en el amor romántico.

Para muestra la canción “Up Where We Belong” (1982) que –otra vez- él no escribió pero lo mismo da y que dio sonido a esa escena final cuando un joven y perfecto Richard Gere, llega con su traje impoluto de la marina estadounidense a llevarse en andas a la obrera Debra Winger en el filme “An Officer And A Gentleman”.

Mientras él se ganaba un Grammy los adolescentes de la época comenzábamos a soñar con el Príncipe Azul y la Princesa Leia (gulp). Luego empezaron a caer sapos desde el cielo como en la película Magnolia, pero esa es otra historia.

Antes de ese gran éxito estuvo “You Are So Beautiful” (1975), una canción de amor clásica y honda como todas las canciones de amor verdaderas y que el intérprete no podía dejar de cantar en las giras. El legendario Billy Preston había hecho una versión original que no tuvo ninguna repercusión. Hasta que la grabó Joe Cocker.

 

EL ÚLTIMO TOUR

La última gira extensa de un hombre que nunca dejó el oficio al que volvía siempre con propuestas frescas, fue en 2013, por el territorio europeo, lo que hoy podría ser visto como su despedida de la tierra natal, a la que pensaba regresar por todo lo alto en junio próximo con un show en Hammersmith, oeste de Londres.

Sus últimos trabajos fueron Live at Woodstock (2009), Hard Knocks (2010), Icon (2011) y Fire it up (2012).

 

Adiós a la voz de lija y aguardiente que nos hizo enamorarnos tantas veces. Foto: Página oficial del artista

Adiós a la voz de lija y aguardiente que nos hizo enamorarnos tantas veces. Foto: Página oficial del artista

 

La noticia conmocionó a los amantes de la música de todas las edades. Es precisamente su delicadeza y su hondura lo que tocaron las fibras de varias generaciones. De hecho, los más jóvenes lo recordarán por la legendaria canción que dio vida a la película 9 semanas y media, protagonizada en 1986 por unos entonces esplendorosos Mickey Rourke y Kim Basinger, “Can leave your hat on”.

 

 

Su representante, Barrie Marshall, fue el encargado de dar la infausta noticia y lo hizo destacando la bonhomía y humildad de una estrella de rock insuperable.

“Fue sin duda alguna la mayor voz de rock y soul que nunca dio el Reino Unido. Fue, además, el mismo hombre durante toda su vida”, afirmó.

 

Vivía en su rancho de Colorado con su segunda esposa, Pam. Amaba cultivar tomates. Foto: Página oficial del artista

Vivía en su rancho de Colorado con su segunda esposa, Pam. Amaba cultivar tomates. Foto: Página oficial del artista

 

“Tenía verdadero talento, era una auténtica estrella, pero al mismo tiempo un hombre amable y humilde que amaba estar sobre el escenario. Cualquiera que lo haya visto alguna vez en directo no podrá olvidarlo”, remató el manager en declaraciones recogidas por la agencia efe.

Supo decir de sus movimientos frenéticos sobre la tarima que nacieron al imitar a Ray Charles, su mentor y que con el tiempo se constituyeron en su lenguaje esencial de expresión.

Su típico movimiento de brazos, conocido como “síndrome Joe Cocker” –apunta efe- “muestra cómo siento la música”, supo decir.

Su voz estaba cargada de humo y alcohol. No se arrepintió de nada.

Como dice un comunicado de la BBC emitido a pocas horas de su fallecimiento, “era simplemente único, será imposible llenar el espacio que deja en nuestros corazones”.

 

SinEmbargo

3 Responses to Adiós a Joe Cocker

  1. Pingback: Mad Dog | Daisy Chong

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