Saludando en el bosque a Knut Hamsun

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Por Antonio Costa

   Está bien, no me crean ustedes si no quieren. Y si no, digan que es el destino o la casualidad, o lo que quieran. Yo regresaba con un amigo en un coche desde el Cabo Norte, el lugar habitado más al norte del mundo. Y una vez digo: párate un momento, tengo que mear. Vi una casucha de madera con el techo tapado de musgo. Y de repente leo que en aquella casa ha nacido Knut Hamsun, en Lom. Me pongo a saltar, digo que aquello es increíble. El otro sale del coche, me pregunta qué pasa. Le digo que aquella es la casa de Knut Hamsun, que aquello es increíble, que es uno de los escritores más prodigiosos del mundo.

   Y entonces en unos segundos viene todo. Me acuerdo de las lecturas en la casa de Lugo, cuando yo todavía era un niño. Había varios libros en la biblioteca mágica de mis tíos, que había reunido mi abuelo. Libros en los que se ve de verdad lo que es la literatura. Libros que rompen con todo lo académico, con todo lo acartonado, con todo lo que se enseña en las escuelas, con todas las preceptivas y con todas las normativas muertas. Libros en los que salta la vida, que sorprenden, que asustan, con frases interrumpidas, con expresiones chocantes, con exclamaciones e interrogaciones, en los que un hombre hace estallar la vida delante de nosotros, habla de verdad con nosotros. En “Hambre” nos cuenta cuando vagaba por Oslo sin comer y el hambre le producía alucinaciones y estaba al margen de todos los convencionalismos y conocía a un montón de personas y una dama le enseña las tetas en una escalera. En “Pan” cuenta un amor loco y misterioso entre un solitario y una muchacha, hecho de contradicciones y de misterios, en que hablan las diosas del bosque, y hay arrebatos inesperados, y el hombre de repente le tira el zapato a la chica al mar, y al final provoca una explosión con dinamita solo para impresionarla. En “Tierra nueva” habla de un grupo de escritores en la ciudad, con sus sofisticaciones, con sus conversaciones vacías, pero hay un escritor que a solas crea una obra extraña para asombrarlos a todos. Estaba maravillado con Knut Hamsun desde que tenía quince años en la biblioteca de mi abuelo.

   Mucho más tarde leí otros libros. “Redactor Linge”, donde habla de las falsedades y las aventuras de unos periodistas. “Victoria”, donde hay un amor que se esboza y estalla con pasión secreta y se esconde y no puede realizarse. “Misterios”, donde un tipo llega a un pueblo cargado con sus misterios y los fascina a todos. “Soñadores”, donde unos personajes llenos de vida viven el sueño y la pasión. “Trilogía del vagabundo”, donde un tipo da vueltas por toda Noruega sintiendo la tierra y su creatividad y su misterio y su falta de ataduras”. “Vagabundos”, donde hay de nuevo un tipo que no puede atarse a nada y dar vuelta por todas partes e inventa un montón de cosas y asombra a todas las personas y siempre se va. “En el país de los cuentos”, donde viaja a Georgia desde San Petersburgo a través de toda Rusia y hace un montón de observaciones chocantes y de exclamaciones incontrolables en los trenes y en los paisajes.

   Y lo encontré lleno de emoción en tantos sitios. Estuve en Helsinki en el Hotel Kamp en el bulevar Esplanade lleno de extensiones verdes en mitad de la ciudad. Visité el Hotel London en Tiflis que ahora está ruinoso pero que emociona con sus pintadas en los rellanos y que evoca toda la vibración que tuvo cuando lo habitaba Knut Hamsun. Supe que había estado en Dubrovnik y vi una foto de él con toda su desfachatez en el puerto.

   Ya sé que admiró a los nazis, y que fue racista, y que dijo barbaridades. Lo declararon loco después de la guerra y solo por eso no lo condenaron. Pero lo mismo le pasó a Celine. Eso es una infamia en su vida, pero no quita toda la fascinación de su vida errabunda y suelta, y la soltura y errabundeo de todos sus libros, y la fiesta de sus novelas, y que sus obras son la esencia de la literatura. Y que nos hacen vivir y resucitar como nunca lo harán toneladas de pastillas ni de ideologías ni de explicaciones científicas. Knut Hamsun es la vida en esencia y es el misterio de la vida. Y ahora muchos lo descubren como si hubiera nacido ayer , porque lo publica la editorial Acantilado, y me vienen entusiasmados, y yo me siento viejo y nostálgico al escucharles.

     Lom está prácticamente en el corazón de Noruega. Allí se levantan las montañas más altas del país. Poco más adelante empieza el fiordo Sogne, donde parece que el mar se olvida de si mismo, y cuenta viejas historias íntimas y desenfrenadas de vikingos y de amantes. Y una carretera va rodeando el fiordo y uno se queda pasmado ante las fijezas del agua que se hace lírica y secreta y llena de rincones. La cara se le vuelve a uno más densa y más honda. Mi compañero no sabía más que hablar de marxismo y se le escapaba la vida y la tierra y no sabía lo que era la literatura, pero yo procuraba mirarlo todo con ojos visionarios. Hasta que llegamos a Bergen , la ciudad de buhardillas bailando en el agua y de callejones de madera.

 

 

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