Subaltern Voices, ¿Pueden los medios hablar por el subalterno? Entrevista a Carlos García.

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Por Larry Montenegro Baena

 

:: De Retóricas ortofoniátricas vis a vis  Retóricas ortofonistas ::

Nos encontramos en un café al sur de la ciudad de México, muy cerca de ciudad universitaria. Luego de saludarlo, Carlos García, antropólogo y activista, noto que, a pesar del frío, llega muy veraniego con una camiseta con la estampa de Palestina Libre. Tomamos un café tranquilamente hablando, entre otras cosas, de temas relacionados con esta entrevista, con la certeza de que esto impondrá, de alguna manera, límites a esta amena conversación.

Enciendo la grabadora y, cual esgrima, le espeto la primera pregunta.

 

LMB: ¿Realmente puede hablar el subalterno?Pregunto con tono sospechoso. De inmediato, se dibuja una sonrisa socarrona en el rostro de mi interlocutor quien frunce el ceño y su espalda amenaza con un vahído contra el respaldar de la silla. Piensa unos segundos antes de contestar, observa detenidamente el artesón de la cafetería, como buscando un incentivo que desencadene su «metódica» respuesta.

CG: El subalterno puede y debe hablar; pero su voz difícilmente puede ser escuchada: lo han dejado casi afónico – termina diciendo mientras observa a través de la vitrina, quizá buscando el rastro de algún enunciado fugitivo que se escapó de esa sentencia.

 

LMB: ¿Afónico? 

CG: Sí —Asienta con un ligero movimiento pendular del cuello, cuidando con prudencia sus afirmaciones La afonía, Larry, es la metáfora que permite referirnos al terreno de lo inaudible en una dimensión no-acústica de los fenómenos dialógicos; la cual, bien podríamos llamar epistémica. El habla como clamor, demanda, solicitud o petición, ciertamente nos regresa al estudio sobre la subalternidad de los pensadores indios; en particular, al trabajo de la señora Spivak,  en su confrontación con dos figuras de la intelectualidad francesa de la, “hoy lejana”, década de los ochenta*

La dimensión de esta  metáfora, como sabes, ha sido poderosísima para pensar una escucha atenta hacia aquellos sectores de la población que románticamente han nombrado como “los sin voz”. Desde mediados del siglo XX, tanto la historia como la antropología, han arropado este clamor especializando sus saberes disciplinarios con propuestas  para la amplificación de dichas “sin-voces”. Tal vez la reflexividad y de la «herencia culpígena» de nuestras disciplinas, nos ha orillado hacia esta angustia neurótica respecto a un registro escrupuloso y “fiel” de estas demandas sociales que constantemente nos interpelan. Sin duda, una legítima exigencia que nos obliga a pensar permanentemente la teoría-praxis.

 

LMB: Sí, pero en la práctica, ¿Cómo opera esta metáfora en el proyecto de Voces Subalternas?

Para contestar esta pregunta, primero necesito hacer mención de dos dimensiones epistémicas que se entrecruzan y complementan en todo momento, a las que yo he llamado “retóricas ortofoniátricas” y “retóricas ortofonistas”, las cuales operan en los discursos sobre el Otro. Las primeras focalizan su observación en la incapacidad de emisión discursiva y apelan por un modelo de intervención –siguiendo la metáfora- propio de otorrinos, logopedas y foniatras. Desde esta perspectiva, el buen decir es un saber-decir; un saber-hacer o saber-emitir. La dimensión prescriptiva de la emisión consiste en establecer estrategias que permitan adquirir las herramientas cognitivas de interpretación del malestar, la inconformidad, la opresión o el oprobio y articularlas en un lenguaje inteligible que traspase el discurso hegemónico. En este caso, el análisis de la ideología juega un papel muy importante para las estrategias contrahegemónicas. Por ejemplo: develar la llamada falsa-conciencia para algunas tradiciones teóricas de fuerte raigambre marxista. Otras “retóricas ortofoniátricas” centrarán la atención en la “amplitud de onda” de los debilitados sonidos emitidos: será una preocupación, pues, por el volumen. Para dicha mirada –podríamos decir «escucha»- la distribución, dosificación, retención o censura de las voces disidentes constituye el primer obstáculo a sortear. Este último, es el caso de muchas plataformas digitales que conocemos como medios libres, que pretenden fungir como una especie de resonador de las demandas.

Por otro lado, tenemos las “retóricas ortofonistas” que centrarán su lucha en la expansión de los umbrales auditivos dentro de la hegemonía, las cuales centran su crítica en el análisis del poder como discurso disciplinario. Es el caso de Foucault, que centró algunas de sus indagaciones sobre la propuesta de una «arqueología del saber» con una especie de «estratigrafía» de “las mentalidades” para explicar, por ejemplo, la invención de la mirada empírica.

Para el equipo de Voces Subalternas, la dificultad de abrazar una metáfora como esta, consiste en estar pendiente de todos estos horizontes de comprensión para nuestro trabajo informativo.

 

LMB: ¿Quién es o dónde se encuentra el subalterno?

Estamos tan acostumbrados a pensar en términos de esencias que solemos identificar la corporeidad con las relaciones sociales que producen al sujeto. La subalternidad no es una esencia; la subalternidad es una relación dialógica en constante construcción.  Ya Marx nos advertía sobre el capitalista como la personificación de ciertas relaciones económicas mediadas por ciertos intereses de clase. Tal vez, si algo “es” sería la personificación de una demanda, de un clamor, de una petición o un llamado.

 

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LMB: Pero… ¿Qué tipo de información es la que podemos encontrar en Voces Subalternas?

Básicamente, información relacionada con lo que conocemos como “política desde abajo”: movimientos sociales, movilizaciones, sociedad civil, activismo, derechos humanos, radios comunitarias, derechos civiles y políticos como el derecho a la protesta, a la asociación y a la libre manifestación de las ideas, por ejemplo.

 

LMB: Bien, pero… ¿Cómo puede participar la gente en Voces Subalternas?

Registrándose en nuestra página de internet al llenar un pequeño formulario para ingresarlos a nuestra base de datos de reporteros. Tenemos tres modalidades:

– Como simpatizantes: recibirán información de las noticias y eventos que tengamos.

– Como voluntarios: nos apoyan con colaboraciones esporádicas para el proyecto y, por último, como miembros del equipo: se les hará partícipe de procesos organizativos y de beneficios de las donaciones en especie recibidas en equipo de grabación audiovisual y asistencia a talleres y cursos de capacitación sobre las temáticas, que abordamos, como pueden ser género, derechos humanos, etnicidad y nación, movimientos sociales, etc. Actualmente nos estamos organizando para empezar a operar con camaradas de otras latitudes.

 

LMB: ¿Cuándo arranca este apremiante proyecto?

CG: Ya arrancó, Larry, y de verdad esperamos que muchos de los lectores de tu Blog puedan hacer llegar este mensaje y así colaborar con este grupo de activistas internacionales.

 

 


Notas de página:

*El entrevistado hace referencia al polémico artículo: Can the Subaltern Speak? de la  pensadora india Chakravorty Spivak en la que interpela algunas afirmaciones de Michael Foucault y Gilles Deleuze.

 

 

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