El sexo de las marionetas
Texto: Françoise Gründ Traducción: Leo Castillo Funciones del cuerpo, secretos del arte No se trata de una moda comparable a la de las muñecas modernas provistas, entre sus piernas, de un abultamiento o de una pequeña cavidad, cubierta de largos rizos o de una brocha considerada viril. Las marionetas, en la mayoría […]
Dios no es amor
Ilustración: Freepik por Leo Castillo Amor es lo que no hay. Dar, darse, no lo es en absoluto, lo es condicionalmente. Cuando a alguien de aspecto amenazador o inmundo doy una moneda, compro su retirada inmediata de mi vista. Este dar, stricto sensu, no es dar, es comprar. Igual sucede con la generosidad promulgada, […]
Schopenhauer. Estilística del pesimismo
Por Leo Castillo: La elegante eficacia de su pensamiento saludado como “pesimismo profundo”, halla descomedida sanción en los campos de concentración nazi, en el otro holocausto a que los judíos someten a Palestina como en la pomposa sevicia del paramilitarismo de Estado en conflictos latinoamericanos: “Más de un hombre sería capaz de matar […]
El nombre de la rosa. Extractos del libro extremo
Por Leo Castillo “La inteligencia colinda con la perversidad” (del prólogo por Pedro Gómez Valderrama a El nombre de la rosa[i]) Algo perverso entraña la intención de este libro excesivo, pretendiendo llevarnos más allá de nuestros límites (finis Africae), o bien conducirnos al huevo primigenio de la lujuria del conocimiento: ambos […]
Mahoma. Palabra satanizada
Diseñado por Freepik Por Leo Castillo Se dice que este «profundo hijo del desierto» andaba arropado, que parecía un poseso, un vaticinador y un brujo, habiendo sido confundidos estos signos con síntomas de epilepsia. Tuvo que disfrazarse, vivir errante, oculto entre peñas, cavernas, expuesto a ser asesinado como lo al igual su primo Alí en […]
El grito
Por Leo Castillo Esta es la tumba de su madre en un camposanto del suburbio. Hoy, 7 de abril, ella tendría que cumplir un año más de vida, en cambio cumple dos de estar convenientemente muerta. Para matarla él simplemente echó mano del uso más socorrido, pero también el menos predecible. […]