La secuencia del día: Luces de la ciudad

Por Tamara Moya.

 

 

La secuencia de hoy pertenece a la película Luces de la ciudad (City Lights, 1931), de Charles Chaplin. El filme, que comienza con uno de los mejores gags de la Historia del cine, en el que realiza una mofa de una ceremonia pública, narra la historia de un vagabundo que intenta conseguir dinero para que una humilde joven ciega pueda operarse la vista. La chica es Virginia Cherrill, que interpreta el papel de la vendedora de flores ciega con la que se encariña el vagabundo encarnado por Chaplin. Charlot conseguirá por fin la ayuda económica, pero la mala fortuna hará que acabe en la cárcel.

   En esta secuencia el vagabundo ya ha salido de prisión y se encuentra de nuevo con la florista, que ha recobrado la vista. Pero la joven no reconoce a Charlot. Le regala una flor y al cruzar sus manos se da cuenta de que se ecuentra ante su bienhechor. En este instante, que parece dilatarse gracias a la elección de ese cristal que se interpone entre los personajes, Chaplin nos hace sentir como si, al igual que la chica, acabasemos de recobrar la vista en este momento.

 

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