Cuando soñamos que soñamos

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El término ‘sueño lúcido’ se refiere a aquellos sueños en lo que eres consciente de que estás soñando –con el espectacular abanico de posibilidades que ello implica–. Si bien hay personas que acceden involuntariamente a los sueños lúcidos, lo cierto es que esta práctica constituye una milenaria disciplina ejercitada por diversas culturas, entre ellas la egipcia y la tibetana.

En décadas recientes este apasionante fenómeno ha llamado la atención de la ciencia, lo cual ha resultado en proyectos de investigación e incluso la creación de institutos dedicados explícitamente a su estudio. Entre estos tendríamos que destacar a Stephen LaBerge, psicofisiólogo de la Universidad de Stanford y fundador de The Lucidity Institute . LaBerge encabeza el acercamiento científico a los sueños lúcidos y ha publicado tres libros sobre el tema, todos referencias obligadas para entender este fenómeno.

 

Recorrer conscientemente el espacio
onírico puede ser una experiencia
no solo maravillosa, también útil.

 

Pero más allá de profundizar en la teoría del sueño lúcido, en esta ocasión queremos envolvernos en las fascinantes estepas del sueño consciente –y lo anterior solo es posible si nos disponemos a llevarlo a la práctica–. A continuación te compartimos una breve serie de pasos que, combinados con dedicación y paciencia, seguramente te permitirán conseguir la lucidez onírica:

 

1. Predisposición

El primer paso podría aplicarse a cualquier propósito en tu vida. Básicamente se trata de mentalizarte para poder lograr lo que te propones: autoprogramarte para “despertarte” dentro de tu sueño.

 

2. Asegura recordar tus sueños

Poco servirá que logres penetrar conscientemente tus recorridos oníricos si al despertar no logras recordarlo. De hecho, es posible que hayas ya experimentado más de un episodio en este sentido pero desafortunadamente no lo sabes, pues olvidaste tu sueño. Existen diversas técnicas para aumentar tu recordación –aquí es importante aclarar que cada noche experimentamos entre cinco y siete sueños–, y sujetar al menos un par de las narrativas que entretejes mientras duermes es un requisito indispensable.

 

3. Bitácora onírica

Registrar tus sueños en un diario es fundamental para familiarizarte con los escenarios y situaciones que acostumbras generar. Además, colocará el tema en la mesa de tu vida cotidiana, lo cual favorece la atmósfera necesaria para ‘lucidificar’ tu sueño.

 

4. Familiarización

Entre mejor conozcas la frecuencia narrativa podrás, con mayor facilidad, reconocer cuando te encuentras en un sueño, y por lo tanto advertírtelo –y a partir de este momento, cuando conscientemente notas que estas soñando, comienza oficialmente tu sueño lúcido–. En esta fase es importante recalcar que entre más aguda sea tu auto-conciencia, tendrás mayores probabilidades de lograr este click. Por cierto, la meditación es un gran ejercicio para afinar este aspecto.

 

5. Prueba de realidad

Este es uno de los pasos más divertidos ya que básicamente consiste en detectar, durante el sueño, posibles patrones o detalles ‘fantásticos’ que te permitan comprobar que no estás despierto. Entre algunas de las pruebas más populares tenemos:

– Busca en el ambiente algo que leer, léelo, aparta tu vista, y luego regresa la mirada al mismo. Si el texto se transforma, es muy probable que no estés en el axis ‘real’.

– Proponte volar o levitar, si funciona, sentimos decepcionarte, lo más probable es que estés soñando.

– Busca un espejo en donde reflejarte. Confirma si eres tú, y si tienes tu apariencia ‘normal’.

 

6. Lucidez onírica

Una vez que confirmes, conscientemente, que estás dormido, entonces comienza la aventura psiconaútica. Se trata de aprovechar la ausencia de límites ordinarios (tiempo, espacio, gravedad, etc.) para experimentar situaciones que normalmente no podrías experimentar –con la enorme cantidad de información inédita que contienen dichas experiencias–.

A pesar de que seguir un instructivo para facilitar tus sueños lúcidos puede resultar un tanto estrambótico, lo cierto es que después de un tiempo podrás llegar a manejarlos con maestría. Y entonces será buen momento para utilizar esta práctica como una incomparable herramienta de auto-conocimiento, sanación y, por qué no, diversión metafísica.

 

Si te interesa conocer más sobre el tema te recomendamos consultar los siguientes libros del Dr LaBerge:

  • Exploring the World of Lucid Dreaming (1990)
  • Lucid Dreaming: A Concise Guide to Awakening in Your Dreams and in Your Life (1994)
  • Lucid Dreaming: The power of being aware and awake in your dreams (1995)

 

One Response to Cuando soñamos que soñamos

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