Calder/Miró: Constellations


Por Denise Comaposada. Del 26 de abril hasta el 30 de junio. La Pace Gallery y Acquavella Gallery presentan en Nueva York la doble exposición Calder/Miró: Constellations. Un conjunto de 60 esculturas, pinturas y obras sobre papel, en diálogo entre ellas. En su conjunto proporcionan una única visión de cómo la guerra inspiró a los dos artistas. Constelaciones, evoca un universo al margen del horror de la guerra, desafiando el exterior desde la libertad individual.

En las exposiciones, diferenciadas pero complementarias, se pueden ver las armonías de formas y colores que alejan de toda agitación, así como las sorprendentes afinidades entre los dos artistas ya que en el momento de crear su obra Calder estaba en Estados Unidos y Miró en Europa, sin posibilidad de comunicarse.

Alexander Calder (1898-1976), nació en Lawnton, Pelsilvania. Hijo y nieto de escultores, estudió Ingeniería Mecánica.
En 1926 se traslada a París donde empieza a trabajar la escultura con alambre. A Calder le gusta el circo y crea su propio espectáculo con figuras que puede flexibilizar y manipular a su antojo. En París se incorpora al movimiento Abstraction-Création, creado por Piet Mondrian, Jean Hélion y Antoine Pevsner.

En 1928 Calder visitó por primera vez el taller de Joan Miró en París, éste último, por aquellos años muy vinculado al surrealismo y dispuesto a “asesinar la pintura”, estaba realizando un collage con una pluma, un trozo de cartón y una aguja. A partir de ese momento nació una larga amistad, llena de magia y complicidad. Su afinidad estética les hizo colaborar y exponer juntos en más de una ocasión.

Calder apostó por la animación frente a las estructuras formales, quería un arte que evocase la vida. Sus creaciones móviles, suspendidas en alambre, jugaban con el movimiento, el equilibrio y con efectos cambiantes de luz. Los stábiles continúan la estética abstracta pero sin movimiento y generalmente representan figuras de animales. En 1931 crea su primera escultura cinética y en 1932 expone sus primeros móviles, bautizados con ese nombre por Marcel Duchamp. Se trata de volúmenes en suspenso que incorporan elementos abstractos en movimiento y equilibrio.

Su primera muestra fue en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1943. Se le considera uno de los escultores más influyentes del siglo XX.

Joan Miró (1893-1983), nació en Barcelona, pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo.
En su juventud (en la que se inició en la figuración, con fuertes influencias fauvistas, cubistas y expresionistas) empieza a germinar una agitación intelectual que se reafirmará, con una obra más fantasiosa y onírica, cuando se traslada a vivir a París en los años veinte, junto a los poetas surrealistas y al estímulo del expresionismo abstracto que más adelante descubriría en Nueva York.

En el mes de agosto de 1939, Miró deja París para instalarse en Varengeville-sur-Mer (Normandía), un mes antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial. Ante la terrible realidad de una guerra el primer deseo fue el de evasión. Con este sentimiento Joan Miró empezó su serie más poética y armoniosa, de veintitrés pinturas sobre papel de pequeñas dimensiones, a la que llamó Constelaciones y finalizó el 1941 en Montroig.

Constelaciones se abría hacia el universo, la energía, hacia un espíritu que se expande, se agranda, contraponiéndose al genocidio y a la brutalidad de la guerra. Miró incorporó unos signos (astros, pájaros, mujeres) que se fueron repitiendo a lo largo de toda su obra y que se convirtieron en un lenguaje propio del pintor.

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