La mujer más bella del Renacimiento, Simonetta Vespucci
Por Sandra Ferrer
En la iglesia florentina de Ognissanti descansa desde hace más de quinientos años la familia Vespucci. Entre sus miembros más famosos, Simonetta, una joven hermosa cuyo rostro enamoró a quienes la conocieron en su corta vida y a todos aquellos que durante siglos han amado el arte renacentista. A los pies de su tumba descansa alguien que no es miembro de la familia pero que permaneció junto a los Vespucci durante largo tiempo. Sandro Botticelli, el gran pintor italiano, escogió aquel lugar para morar eternamente. ¿Por qué? Por amor. Por un amor breve pero que terminó siendo eterno.
Simonetta Vespucci dio su rostro a los más importantes lienzos de Botticelli, quien vivió toda su vida obsesionado por ella. Casada muy joven con un Vespucci, cuando Simonetta llegó a Florencia, sus encantos no pasaron desapercibidos en la corte de los Médici. Giuliano, hermano de Lorenzo el Magnífico, pidió a Botticelli que plasmara el rostro de Simonetta en un estandarte representando a Palas Atenea para ondear con orgullo en la justa florentina conocida como «La Giostra». Nombrada «La reina de la belleza», desde entonces Simonetta no dejó de posar para los principales pintores de la ciudad.
Sandro Botticelli se enamoró de aquella joven cuya vida se vio truncada de manera prematura el 26 de abril de 1476, a causa de una tuberculosis. Tenía solamente 23 años.
El pintor la sobrevivió más de treinta años durante los cuales no se olvidó del rostro de su amada. En 1485, cuando habían pasado casi diez años de su desaparición, la inmortalizó en una de las obras cumbre del renacimiento italiano, El nacimiento de Venus. Dos años antes había ido más lejos retratándose junto a su amada en Venus y Marte.
En la segunda capilla del transepto derecho de la iglesia de Ognissanti, Sandro Botticelli se unió para siempre a su amada el 17 de mayo de 1510. Desde entonces su lugar de reposo así como los lienzos del pintor, son testimonio silencioso de uno de los amores más emotivos de la historia.
Hoy, hace 537 moría Simonetta Vespucci. Me ha parecido una bonita ocasión para recordar su historia.
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