El té en Hamburgo

Texto & Fotografía: Estíbaliz Díaz de Rada

 

Sin título

 

Uno de los carteles publicitarios más antiguos de la marca alemana de té Meßmer. Debajo, las cajas de madera donde se transportan las hojas de té.

 

Cómo llegó el té a Alemania y por qué se hizo popular

El té llegó a Europa en 1610 cuando los holandeses lo trajeron a Ámsterdam. Desde allí se extendió su comercio a Italia, Francia, Alemania y Portugal. Y junto con el té llegó también la magnífica porcelana china.

La primera vez que se menciona el té en Alemania es hacia 1650, a través del médico Cornelius Bontekoe. Un siglo después se empiezan a celebrar las “reuniones sociales del té” y sólo la nobleza puede disfrutarlas, debido a sus altos precios. Incluso el poeta Johann Wolfgang von Goethe invita a lo que él llamaba “gran té”. Y también la viuda del filósofo Arthur Shopenhauer, Johanna, organiza encuentros para tomar el té (Viola von Wachendorf, El Té, 2007).

El té no siempre ha gozado de buena reputación en Alemania. El “viejo Fritz” -como se le llamaba popularmente al rey Federico el Grande- quiso prohibir el té, pero los frisios se rebelaron y consiguieron que el decreto nunca se convirtiera en ley. Frisia Oriental ha sido y sigue siendo el estado alemán donde más té se consume.

Más tarde, a principios del siglo XX, fueron abaratándose los precios del té en toda Europa y en la década de 1930 entró en Alemania la costumbre británica del té de las cinco de la tarde.

 

bLas 18 variedades de té Ronnefeldt que ofrece el Hotel Cuatro Estaciones, junto a un antiguo samovar.

 

Hamburgo, la ciudad alemana del té

En “la ciudad libre y hanseática de Hamburgo” vive un millón y medio de personas y está considerada la más rica de Alemania en términos de Producto Interior Bruto y tasa de desempleo. Y como ciudad marítima goza, por tanto, de un gran mestizaje cultural.

En muchos de esos barcos de carga procedentes de Asia se encuentran las hojas de té. Algunas de ellas se quedan en Hamburgo para ser seleccionadas por las diferentes empresas dedicadas a ello, por ejemplo Meßmer, conocida por todos los alemanes

 

3 Museo del té en Hamburgo. En esta taza se explican los beneficios de beber té. Al fondo, un mapa interactivo con las regiones productoras de la camellia sinensis –la planta del té.

 

Museo del té Meßmer Momentum

Esta marca de té e infusiones abrió hace seis años un local que se ha hecho muy famoso entre los amantes del té: es el Meßmer Momentum. Es el otro museo del té de Alemania, junto con el de Frisia Oriental.

El Meßmer Momentum está dividido en cuatro partes. A la entrada están los talleres, donde se degustan los distintos tipos de té. La segunda parte consiste en el museo interactivo, con mapas, vídeos y textos. En el área central se encuentra la Casa del Té, con 20 mesas y una carta con 99 variedades y con repostería de la casa, frutos secos, sushi, o High Tea al estilo inglés. La cuarta zona es la tienda, donde los clientes están invitados a elegir gratuitamente tres bolsas de té antes de abandonar el local. Todo un detalle y un acierto de márketing que nadie desaprovecha.

 

 

teFotografías de los diversos tipos de té, clasificados por su grado de fermentación: blanco, amarillo, verde y negro.

 

 

ttLos expertos de té explicando cómo seleccionan las mejores variedades para su marca.

 

tttHojas de té en cajones abiertos al público, acompañados de la explicación de su historia y propiedades.

 

 

gEn esta sala se puede probar el té negro y verde y semanalmente tiene lugar un taller de té.

 

 

Tomar el té en el legendario Hotel Vier Jahreszeiten

El hotel Cuatro Estaciones es otro lugar emblemático para tomar el té en Hamburgo, aunque para otro tipo de bolsillo, ya que aquí el High Tea cuesta €42. Su menú ofrece 18 variedades de té de alta calidad y se sirven en teteras de la mejor porcelana. No en vano, este hotel está considerado uno de los mejores del mundo por la guía Mil sitios que ver antes de morir y se autodenomina “un tesoro de historia y lujo”. Está situado frente al lago Inner Alster.

 

hEntrada al hotel Cuatro Estaciones, frente al lago Inner Alster, en Hamburgo.

 

 

 

iEl High Tea se sirve en el Lounge del hotel Vier Jahreszeiten, con vistas al lago Inner Alster.

 

 

 

jAmbiente del High Tea en el Lounge del hotel.

 

 

Sobre la autora, Estíbaliz Díaz de Rada:

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-Licenciatura en Periodismo, Universidad de Navarra.

-Diplomatura en Enseñanza de Español, Universidad de Navarra.

-Máster en Márketing, Newcastle Business School, Campus Asia.

-Título superior de alemán C2, Universidad de Múnich y Goethe Institut.

-Maestra de Té, Escuela Liuxiang Teacraft, Singapur.

 

 

 

 

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