ECHMIADZIN, LA CIUDAD SANTA DE ARMENIA

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Por Antonio Costa
Fotos: Consuelo de Arco

Llegamos a Echmiadzin, la ciudad santa de Armenia, donde vive su Katólikos o papa, donde está su catedral construida a lo largo de varias épocas. Era un recinto muy grande rodeado por unos muros y en el interior se extendían diversas construcciones, un altar muy grande donde había dado misa Juan Pablo II, un monumento a las vicitmas del genocidio que no quisiste ver, las dependencias del Katólikos, la catedral enorme, grandiosa, con la cúpula cónica rodeada de arquerías, el nártex cubierto de bordados, las linternas sobre linternas,   un reloj hermoso en la portada,   esa capacidad de los artistas armenios para sutilizar la piedra, convertirla en hilo, casi en agua, espiritualizarla, así eran capaces ellos de levantar templos adensados en mitad del Cáucaso.

Dentro había infinidad de recipientes con tierra con miles de velas, a ti te fascinaba, eran como los miles de almas de los desaparecidos, como los pequeños deseos fervorosos de los que allí llegaban , como pequeños sueños, y el altar mayor tenía unas decoraciones hermosas, y había altares laterales, y tumbas labradas en los muros, y diversos espacios, y estaba dando misa el Katólikos, pero la gente daba vueltas por allí, charlaba, encendía velas, hacía sus devociones particulares, entraba y salía, era como si Dios formase parte de la vida habitual, como si no estuviese lejos, como si tuvieran confianza con él, así los armenios armonizaban lo actual con lo lejano, lo moderno con lo tradicional, lo humano con lo divino, no había linea de separación.

La misa duró mucho tiempo, tanto que nos fuimos a un cibercentro que había allí cerca para poner unos mensajes, y al final el Katólikos salía de la catedral rodeado por curas, y estaba muy cerca de la gente, y la gente lo tocaba, como si no fuera nada apabullante o solemne, nosotros mismos casi lo tocamos en un momento , y tú hablaste con varios curas y les preguntaste no sé qué, y después me preguntaste: ¿los curas de aquí se casan?, creo que sí, te dije, es que uno de ellos me ha mirado con deseo, dijiste, con una mirada nada espiritual, yo sabía que tú eras deseable, atractiva, chispeante, y estos curas no están al margen de eso, seduces a los curas. La catedral de Echmiadzin era hermosa dándole vueltas, en sus distintos frentes, sus torres destacadas, sus piedras enormes de color, sus pequeños detalles, sus ventanas alargadas , su silueta vertical lanzándose a lo alto, entusiasmando a la gente, recogiéndola en la belleza.

Esperamos a las dos para que abrieran el museo, y nos enseñaron un trozo del Arca de Noé, era una madera minúscula metida en una cruz relicario, miramos aquello alucinados, y una pintura realizada por San Juan Bautista, y la flecha de la lanza que hirió a Cristo, y las reliquias de varios apóstoles, aquel país que estaba conectado con los origenes del cristianismo, que tenía lugares citados en la Biblia, presumía de algunos tesoros increíbles.

 

 

 

 

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