Comer de color morado
Por Alba García Cañadas
Cuando vamos a la compra, cocinamos y después comemos, una serie de colores pasan por nuestras pupilas advirtiéndonos de los productos que, a priori identificamos. Sabemos que el tomate es rojo, que las lentejas son marrones o que el limón es amarillo. ¿Y el morado? Aún para muchos no es un color habitual en la cesta de la compra y para muchos otros, tampoco lo es en su inconsciente acción de comer con la mirada, comer con los colores.
Ese morado es el color de la lombarda, una verdura de invierno rica en vitamina C que adquiere la textura de su prima col y su tío repollo.
Aunque su preparación es más habitual en las cocinas de Alemania o Suecia, donde se sirve con compota de manzana y algo de vinagre como guarnición de carnes, en las cocinas españolas, donde a menudo se identifica como un plato típico de nochebuena, se suele acompañar con patata cocida, trocitos de manzana y frutos secos.
Propongo una sencilla receta de lombarda rehogada con manzana, que teñirá de morado paladares, estómagos y corazones.
Ingredientes para dos personas
Media lombarda
Una manzana Golden
Dos dientes de ajo
Aceite, vinagre, sal y pimienta
Preparación
Se pone el agua a hervir con un chorrito de aceite y un poco de sal. Cuando llegue a ebullición, se añade la lombarda, que se ha debido picar previamente en juliana (corte a tiras muy fino).
Se tapa y se deja cocer fuego medio durante unos 20 minutos hasta que la lombarda se ablande; lo comprobamos pinchando la verdura con la punta de un cuchillo o un tenedor.
En otra sartén sofreímos unas láminas de ajo y unos daditos de manzana sin piel.
Cuando la lombrada esté en su punto, se añade a la sartén con los ajos y la manzana, y se saltea todo, añadiendo también un chorrito de vinagre, preferiblemente de manzana o sidra. Opcionalmente se puede añadir un puñadito de pasas de Corinto o algún fruto seco como nueces, que le va muy bien.
Y eso es todo. ¡Qué aproveche!
Alba García Cañadas es Periodista Ambiental
EFEverde