El papel se reinventa para sobrevivir en un presente digital
Por Guillermo Prudencio /EFE
El desarrollo de «embalajes inteligentes» que indiquen el estado de caducidad de lo que hay en su interior, o papeles gráficos «integrados con soluciones informáticas» son algunas de las posibilidades que puede ofrecer el papel y que se abordarán el miércoles 20 en la jornada «El papel inventa el futuro».
La industria papelera quiere convertirse en protagonista de la «bioeconomía» del futuro, duplicando el valor y fabricando muchos más productos a partir de sus materias primas, las fibras de madera y el papel reciclado, ha asegurado a Efeverde el director general de la Asociación española de fabricantes de pasta, papel y cartón (Aspapel), Carlos Reinoso.
Los avances en el sector darán lugar a «una serie infinita de productos» a partir de las fibras de madera, del papel reciclado o de sus residuos, según Reinoso: telas, cosméticos, productos farmacéuticos, de limpieza, pinturas, anticongelantes o combustibles.
«Tenemos unas materias primas que son limitadas, por mucho que sean renovables, y tenemos que obtener la mayor cantidad de cosas posibles a partir de ellas», ha explicado Reinoso.
Eso permitirá a la industria «ser más sostenible y más rentable», además de cumplir los objetivos marcados para 2050: reducir en un 80 % sus emisiones de gases de efecto invernadero, como se ha planteado la Unión Europea, y doblar el valor de su producción.
Para conseguirlo «no valen las tecnologías actuales», ha comentado Reinoso, así que durante 2013 dos equipos de técnicos y científicos competirán para «identificar conceptos» sobre lo que será el futuro de la industria papelera.
Será posible echar un primer vistazo a ese futuro durante las jornadas «El papel inventa el futuro», organizadas el 20 de marzo en Madrid por el Foro del Papel, un consorcio de entidades del sector.
El director de Aspapel habla de productos «con mayor valor añadido», como «embalajes inteligentes» que indiquen el estado de caducidad de lo que hay en su interior, o papeles gráficos «integrados con soluciones informáticas».
Con los subproductos de la fabricación de papel, se obtendrá energía a partir de «biorrefinerías», o materias primas secundarias para todo tipo de industrias, como la alimentaria, la química, la farmacéutica o la cementera.
Y es que, según ha explicado Reinoso, en la industria papelera «el ciclo cerrado no existe, siempre será necesaria una cierta cantidad de fibra de madera virgen».
En la actualidad, se calcula que el 18 % de todo el papel que se fabrica en Europa, como el papel higiénico o el papel de fumar, no puede recuperarse, ha indicado.
Además, las fibras de papel «no se pueden reciclar infinitamente», porque a medida que se reciclan una y otra vez se van degradando y partiendo.
Aún así, Reinoso ha recordado lo mucho que ha avanzado la tecnología del reciclaje de papel: «Hace 25 años era impensable fabricar papel prensa con fibra reciclada, y ahora el 100 % es reciclado».