Grounding, reconéctate con la energía de la Tierra

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En los últimos años ha surgido un movimiento, conocido como grounding o earthing, que implica una toma de consciencia hacia la vitalidad de la naturaleza.


 

De acuerdo con la filosofía neoplatónica, el universo es concebido como un organismo viviente y una emanación de lo divino. Por tanto cada estrella, hombre y átomo resalta la esencia divina dirigido hacia la evolución espiritual de las almas individuales; es decir que la Tierra es un cuerpo como la de un humano, con un alma y un cuerpo que produce plantas y árboles como su pelo.

Si bien actualmente existe una fuerte crisis ecológica, el humano requiere volverse consciente tanto de la vida como del alma de la naturaleza. Esto, en consecuencia, conduciría a un trato con mayor respeto en donde nos colocaría como guardianes de la tierra, protectores de la vida y la evolución. Es inclusive una estrategia ecológica que implica nuestra supervivencia.

En los últimos años ha surgido un movimiento, conocido como grounding o earthing, que implica una toma de consciencia hacia la vitalidad de la naturaleza. La idea sostiene caminar descalzo y “hacer tierra” permite que el cuerpo conduzca electrones libres que emanan del campo magnético de la Tierra, y así reducir los daños que provocan cargas eléctricas positivas que llevan a la oxidación del cuerpo. Es decir, ya que el ser humano es un ser eléctrico, es necesario establecer crear una conductividad equilibrada con la energía eléctrica de la Tierra para mantenerse sano.

De acuerdo con los partidarios del grounding, este acto ayuda a reducir la inflamación, reduciendo el dolor crónico, mejorar el sueño y la presión sanguínea, entre otros beneficios. Esto se debe a que el earthing previene la acumulación de carga eléctrica estática en el cuerpo, por lo que contrarresta la acumulación de las cargas eléctricas positivas nocivas de vivir en medio de innumerables gadgets electrónicos.

La negatividad de la tierra crea un ambiente bioeléctrico interno que establece un funcionamiento normal en todos los sistemas del cuerpo, regularizando el reloj biológico a ritmos diurnos corporales.

Realidad o mentira, el grounding termina siendo en verdad un buen pretexto para salir a la naturaleza y así meditar sobre cómo nos sentimos al respecto de nuestro “aquí y ahora” con la naturaleza.  Como si fuera uno de los métodos para autorregularnos y brindarle honor a la Tierra en la que habitamos.

 


Imagen: freepick

 

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