Y por esto el príncipe no reinó de Óscar M. Prieto

Una novela que hace de la Historia una pasión

No es fácil conjugar con acierto una trama interesante basada en hechos históricos sin que pesen más los acontecimientos acaecidos en su momento, que la historia de ficción mediante la que el autor recrea lo sucedido. Óscar M. Prieto logra equilibrar la balanza con su última novela Y por esto el príncipe no reinó. La intriga nos atenaza desde el título, ¿por qué no?, ¿qué príncipe? El escritor leonés nos saca de dudas de inmediato, dándonos a conocer la complicada sucesión del rey visigodo Leovigildo (quien logró durante su reinado —circa 568-586— unificar casi toda la Península), cuyos dos hijos, Hermenegildo y Recaredo, se enfrentan por el poder, a consecuencia de toda una serie de intereses e intrigas palaciegas instigadas por enemigos y detractores de su padre.

Prieto demuestra los buenos cimientos en los que se asienta su tríada formación, a saber: Filosofía, Derecho e Historia.

Sus conocimientos históricos vienen refrendados por la prolijidad de datos, que descubrimos a través de la intimidad de los personajes que los protagonizaron en su día, contextualizando la diégesis de un modo harto casual. Su representación de Leovigildo, creador de un códice legislativo sin precedentes, como un rey inteligente y cauto; aunque, implacable —Maquiavelo lo admiraría de haberlo conocido— a la hora de tomar decisiones trascendentales para el fin que persigue: mantener el reino unido, modificando las leyes vigentes si es preciso para conseguirlo.

Si Leovigildo reflexiona en alto ante un esclavo mudo, con el afán de aclarar sus ideas y no precipitarse en sus sopesadas empresas; otro esclavo, docto e ilustrado, mantiene un fluido diálogo con su nieto —el único hijo de Hermenegildo— en aras de prepararlo para su destino.

La filosofía, pues, centra las disquisiciones del rey y los pensamientos de los personajes en los capítulos en que se recrea la parte histórica, intercalando entre ellos —con buen criterio por parte del autor— la narración de diferentes mitos sobre los héroes griegos, con cuyos ejemplos quiere instruirse al príncipe a semejanza de los tratados pedagógicos clásicos. Tanto la representación de los personajes como las historias que le cuenta el esclavo al pequeño Atanagildo, preñan de sentido la novela, la enriquecen, la hacen más bella, y mucho más humana.

Prieto juega con eso en su obra, con las virtudes y defectos propios de nuestra naturaleza humana, que dan sentido a nuestra existencia, independientemente del período histórico. Los grandes temas de la literatura están presentes, y la tragedia griega campa a sus anchas presagiando un inevitable final entorno a uno de los principales: las contingencias y obligaciones derivadas del poder. ¿A qué nos conduce el afán de poder? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer para conseguirlo? ¿Y para no doblegarnos ante él? ¿Seríamos capaces de llevar a cabo una atrocidad? Son algunas de las preguntas a las que nos enfrentamos durante la lectura. Un poder, sin duda, al que todos estamos subyugados, del mismo modo que nos plegamos a lo que marca el destino, porque, a veces, no hay otra salida. No obstante, con unos personajes complejos, bien construidos, que enriquecen su novela, el autor rompe una esperanzadora lanza en favor libre albedrío.

De impecable factura y amena lectura, Óscar M. Prieto refrenda con su séptima novela su buen hacer como escritor.

 

Título: Y por esto el príncipe no reinó

Autor: Óscar M. Prieto

Editorial: Sílex Ediciones, S.L.

Año: 2022

Páginas: 268

ISBN: 978-84-19077-27-1

 

Eva Loureiro Vilarelhe

Escritora

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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