Dexter Morgan, el nuevo psicópata americano amigo de los niños

La serie Dexter a nosotros, los psicólogos, nos interesa de lleno porque nos ofrece un punto de vista sobre el asesino en serie hasta ahora nunca encontrado. Nos enseña no sólo el ritual “obsesivo” (rasgo que acentuamos para desarmar lo de psicópata perverso) sino su vida cotidiana, sus relaciones familiares, amorosas y sociales, su trabajo y hasta sus pensamientos.

Dexter es una serie de televisión de la cadena estadounidense Showtime, basada en la novela El oscuro pasajero (2004) de Jeff Lindsay. Actualmente, se está emitiendo la 6ª temporada, y ya han sido confirmadas las temporadas 7 y 8, que al igual que las 6 previas, constarán de 12 capítulos.

[Por favor remitimos al lector a ser espectador de al menos la primer temporada para poder dialogar con el siguiente artículo]

Respecto a la denominación de psicópata americano que refiere el título, eso está por verse. Pero lo dejamos como anzuelo para que el lector recuerde aquella película American Psycho (2000), que más adelante veremos si podemos hacer algún contrapunto (quizás nos quede pendiente para una siguiente entrega).

Según la definición psicopatológica estándar de asesino serial (Serial Killer, SK) encontramos las siguientes descripciones clínicas: ausencia de sentimientos, falta de empatía, narcisismo, carencia de sentimientos de culpabilidad, megalomanía (o delirio de grandeza). De pequeños pueden llegar a presentar ataques hacia animales o personas. Infancia perturbada, a veces piromanía (tendencia patológica de provocar incendios). Son considerados así a quienes matan al menos en tres ocasiones distintas con un intervalo entre cada una.

Nuestro amigo Dexter, porqué es amigo –de los niños, no lo olviden- lo vamos a defender un poco, NO es exactamente eso que se describe en el párrafo anterior (como nunca nadie ES lo que una definición psicopatológica describe). Y ese es uno de los puntos que queremos rescatar y felicitar de la serie: El personaje de Dexter abre el estereotipo de Asesino Serial y al desplegarnos sus múltiples facetas cotidianas nos sumerge en la amplitud de la vida de una persona. Dexter nos enseña cuán fútiles y paupérrimas son nuestras categorías psicopatológicas actuales para entender la vida de un asesino en serie. No nos sirven, nuestra apuesta se juega a través del arte. Por ello elegimos una serie audiovisual para aproximarnos a la complejidad de la muerte y el asesinato.

Según el psicoanálisis, a groso modo, la perversión se articula en una particular defensa frente al complejo de castración: desmentida. El yo se escinde, por un lado ve la castración asomar, por el otro la reniega (según la fórmula psicoanalítica se resumiría así: NO es verdad que mi madre NO tiene pene). ¿Es esto lo que hace un asesino serial? ¿Desmentir la castración? Preguntémosle a Dexter Morgan.

[Pequeño paréntesis lúdico: notaron que el apellido “Morgan” es una mezcla de órgano, con morgue, con Mom -madre en ingles-.]

Descartemos desde el vamos la explicación lineal que dice: Dexter es un asesino serial porque vió como otro asesino mataba a su mamá, entonces se identificó con en ese personaje para vengar a su madre por un lado y para saciar su identificación por el otro.

Dexter no es sólo un asesino en serie, esa es la frutilla del postre, la atracción, el cebo para amarlo. Él hace lo que todos los neuróticos nos reprimimos; y encima siempre le sale bien -licencia de la fantasía audiovisual- y queremos que le sigua saliendo bien, así podemos seguir viendo como nuestras fantasías son realizadas. De eso se trata el cine ¿no? Que plasme deseos, que nos pinte fantasías, que nos escriba causas de deseo. Por eso saciamos temporariamente nuestros apetitos mentales cada vez que nos introducimos en una realidad virtual. Algo de la insatisfacción cotidiana se calma.

Retomando; en la mayoría de los Serial Killer se encuentran historias traumáticas de abuso sexual, o bien maltrato físico o psíquico por parte de las personas encargadas de su crianza. De todos modos recordemos que nadie está exento de traumas en su vida, ni tampoco hay una tipología de trauma que nos asegure una tal patología y muchos menos su permanencia para toda la vida. Con esto creo que desterramos la idea de que la escena traumática es la explicación de su condición de asesino. Esta influyó no hay dudas, marco elecciones, preferencias, identificaciones y podemos jugar a adivinar que elemento se repite como cliché en su vida actual, pero no es ese el punto que nos interesa. A nosotros nos interesa esto: ¿Por qué mata Dexter? Respuesta que finalmente se vislumbra en el último capítulo de la sexta temporada y la dejaremos para el final de nuestro relato.

Vamos a iluminar a Dexter desde distintos ángulos para encontrar más de una respuesta. Por un lado lo podemos ver como un ser habitado por el impulso, vuelto necesidad, de querer matar. Esta imagen de Dexter lo aproximaría más a la de su hermano, otro asesino serial, que podríamos decir se jacta de ser un hombre libre que mata por puro placer y puede regodearse en su narcisismo de la pequeña diferencia. ¿Dexter “necesita” matar para conseguir el alivio de sus voces interiores? ¿Para satisfacer sus impulsos y ser momentáneamente, pero muy momentáneamente “feliz”, cual estado de éxtasis? Se insinúa la vertiente de una adicción a matar (en la segunda temporada), pero realmente no nos convence. La adicción no nos explica, la padecemos todos desde que tenemos libido yoica y libido de objeto. Al mismo tiempo no todo es impulso lo que habita en Dexter, él antes bien tramó y planeó la escena de su crimen. Premeditó el lugar, el arma, la víctima, el día, montó la escena y decoró el escenario. ¿Cómo armonizan estas dos tendencias? Maticemos ya los extremos: ni puro impulso ni pura razón, ambas tendencias están cocidas desde un principio.

Curioso punto: Dexter en la última temporada se detiene a pensar: ¿Por qué mato? ¿Por qué hago lo que hago? Antes se sostenía en una respuesta que le vino desde afuera: la palabra del padre. El padre sancionó, con fuerza de ley, el Código Harry.

 

El Superyo arcaico materno Kleiniano

El código Harry es un cuerpo de reglas que permiten trampear al sistema de la ley instituida socialmente, permitiéndole a Dexter matar sin ser atrapado (primer regla del código). Una especie de manual de instrucciones y de pautas de comportamiento ideado por su padre, con el fin de que su hijo pueda ser un asesino serial sin límites, camuflado en la sociedad y aparentando una fachada de normalidad, a pesar de tener como saldo un completo aislamiento afectivo (que reforzaría aún más su inicial coraza emocional) .

El padre impuso una ley que él no acata, convirtiéndose en imperativo de satisfacción inconsciente para él y consciente para Dexter.

En las primeras escenas con su padre, se lo muestra a este pensar así: A mi hijo le gusta matar, no puedo detenerlo, es su “naturaleza”, es un Natural Born Killer, así que mejor lo acepto como es y le enseño a como matar sin ser atrapado. Aprovecho que soy policia y le enseño todas las artimañas del sistema para poder salir impune y yo salir sin culpa (sin condena) dado que sólo mata a los indeseables de la comunidad.

Si lo vemos desde muy afuera, podríamos pensar que Dexter sólo mata a personas indeseables para la comunidad (por ejemplo y paradójicamente: Serial Killers como él). Él sería una especie de justiciero por fuera de la ley instituida, como lo fueron Batman o cualquier otro superhéroe. Pero esa es la excusa paterna para conseguir la aprobación del Otro. No creemos que eso sea algo singular de Dexter sino otra regla más del Código (no matar a personas inocentes). Si realmente fuera su objetivo ayudar a la comunidad matando a los “malos”, él bien sabe que luego en esa sociedad no quedaría lugar para seguir siendo él. Pero el “código paterno” le enseño por un lado a como hacerse a un costado de la ley que corre para todos los demás mortales, un inalcanzable para el sistema legal de justicia; y por el otro y al mismo tiempo, seguir con su satisfacción narcisista, es decir, continuar con su goce sádico voluptuoso. ¿Donde quedó la falta? ¿Como encontrarse con el complejo de Castración? La Verdad que el padre de Dexter es un Otro que “se las sabe todas”…

Cada uno puede adoptar distintas posiciones frente a la ley y creemos que también es posible modificar esa relación en un análisis. Pero podríamos sugerir las siguientes opciones: aceptarla como algo dado e inscribirla, rechazarla y no inscribirla, moldearla de tal manera que se ajuste a una formación de compromiso entre lo que ofrece la ley y lo que invento, negarla y hacer como si no existiera, quejarnos y protestar, o bien imponer nuestra ley por sobre todos los demás: Hacernos Dios.

Dexter ¿Como inscribió ese código? ¿Cómo se posiciona frente al legado paterno?

Continuará

 

 

 

Salud y Psicología

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