Estebanillo González. Un clásico de rabiosa actualidad. Muestra Ibérica de Artes Escénicas. Cáceres.

La vida y hechos de Estebanillo González hombre de buen humor, compuesta por él mismo, es una controvertida obra picaresca que culmina el ciclo novelesco del áureo siglo. Desconocido es su autor y la veracidad biográfica del un texto que, ha merecido dispares opiniones. Unos expertos la sitúan a la misma altura literaria de otros pícaros, otros en cambio, la degradan debido a la degeneración del personaje. Se atribuye la autoría a Gabriel de Vega, escribano malagueño. Algunas de sus picardías son claramente nacidas de la imaginación, como los correos militares de gran importancia, encargados a un personaje más que dudoso en su conducta.

Se enfrenta la compañía Teatro Guirigai al desafío de condensar las innumerables picardías y bribonadas del taimado Estebanillo con sus múltiples capas. Y lo hace con un certero sentido del tempo, acertado movimiento escénico y esforzadas interpretaciones que nos retornan, acertadamente, a la Europa de la Guerra de los 30 años.

Lo burlesco va acompañado de la crítica implacable sobre la corrupción, los mercenarios o los poderes que mueven las guerras y la violencia para su propio beneficio.

Una acertada escenografía (Marcelino de Santiago) que reproduce objetos de uso cotidiano y parafernalia militar de la época, permite a los actores moverse con acierto histórico entre barajas, tahúres y reflexiones sobre la fatuidad y servidumbre humanas. La vis cómica de los actores es notable y lo ácido de la crítica se disfraza con el hábito del humor dentro de un texto soberbio, declamado con fluidez y amplitud de recursos.

La ironía de la propuesta se camufla tras canciones y tonadas como la Canzone Villanesche alla Napolitana, titulada Vecchie Letrose, de Adrian Villaert, que no tiene versión original. Las Vecchie Letrose eran mujeres viejas y feas, opuestas a las damas hermosas habituales en las letras petrarquianas. Era un estilo que estaba muy de moda, de concepto lascivo, ridículo y apto para casas de perdición. La Tarantella titulada Luna Lunedda (Pizzica) se imbrica acertadamente en el carácter picaresco del argumento y dota de dinamismo al instante. En este caso se trata de una variedad (pizzica), típica de Salento que, sobre el escenario, retiene todo su sabor dionisiaco También se recurre a un maestro como Mateo Flecha el Viejo y una de sus celebradas “ensaladas”: La Guerra (Todos los buenos soldados). La música original de la obra está compuesta por Irma Catalina Álvarez.

Jesús Peñas, Raúl Rodríguez y Rubén Arcas hacen gala de amplia versatilidad en el desdoblamiento, al disfrazarse de los diversos personajes, desde el histriónico Piccolomini, hasta el bufonesco Estebanillo, pasando por el capitán Jerónimo de Bran. El movimiento escénico es acertado, requiriendo de los actores amplia gestualidad, manteniendo un certero equilibrio para habitar la piel de la bufonada que esconde una fina ironía y una denuncia plena de actualidad.  El metateatro, las apariencias, las corruptelas de todas las épocas, están acertadamente iluminadas (Lucía Alvarado) consiguiendo verdaderos tableaux vivant que recuerdan algunos cuadros de Rembrant o nos ofrecen un momento tan impactante como la feria de banderines entre los que se mueven los personajes con acertada dirección de escena. El excelente vestuario de la extremeña Luisa Santos añade veracidad y verosimilitud a la primera versión teatral de este pícaro atípico cuyas andanzas no son las que provocan risa (en ajena desgracia) sino que es el propio protagonista en que nos provoca la risa. Algo que diferencia esta novela de los trances patéticos que levantan la carcajada en otros pícaros literarios. Una novela de la picaresca crepuscular, rescatada acertadamente por Teatro Guirigai, que ha hecho renacer sobre las tablas un amplio ramillete de clásicos.

 

REPARTO

JESÚS PEÑAS | Estebanillo González

RAÚL RODRÍGUEZ | Poeta Gabriel de la Vega

RUBÉN ARCAS | Capitán Gerónimo de Bran

Dramaturgia y dirección | Agustín Iglesias

Diseño y realización de escenografía | Marcelino de Santiago Kukas

Música original | Irma Catalina Álvarez

Otras músicas / Tarantella “Luna Lunedda” de Pizzica

“Todos los buenos soldados” de Mateo Flecha el Viejo

“Vecchie letrose”, Villanesca alla napolitana

Diseño de vestuario | Luisa Santos

Realización de vestuario | Trinidad Galán

Diseño de iluminación | Lucía Alvarado

Adjunta de dirección | Noelia González García

Técnico de luz y sonido | Félix Valverde

Fotografía | Bernardo Cruz

Video | Jero García

Diseño gráfico | Isabel Dublino

Producción | Magda García-Arena

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