¿Por qué no fue académica María Moliner?
Por Sandra Ferrer
Si volvemos la vista atrás, los de mi generación, que nacimos en los años 70 del siglo XX, y pensamos en nuestros libros de texto, seguramente nos venga a la cabeza un curioso diccionario con nombre de mujer. Lo llamábamos «el María Moliner». Un diccionario que ayudó a muchos estudiantes con grandes gafas de pasta y hombreras imposibles, a conocer las fórmulas gramaticales correctas y el significado de palabras que no se encontraban en el otro gran diccionario, el de la Real Academia de la Lengua Española. Hoy, hace 33 años, nos dejaba la mujer que puso nombre al María Moliner.
María Moliner pasó a la historia por su diccionario pero también por su polémica candidatura y posterior rechazo a formar parte de la Real Academia Española de la Lengua. María nació con el siglo XX, un tiempo en el que era extraño que las mujeres estudiaran y menos que llegaran a la universidad. María se licenció en historia en la universidad de Zaragoza pero no pudo titularse en estudios de filología por no existir dicha carrera en el centro universitario zaragozano. Aun así, María dedicó toda su vida a la biblioteconomía y la archivística trabajando en centros tan prestigiosos como el Archivo General de Simancas.
A lo largo de su vida profesional, María se dio cuenta de que el diccionario de la Real Academia de la Lengua tenía alguna deficiencia y empezó a elaborar un diccionario propio que vería la luz a mediados del siglo XX.
Veinte años después, en 1972, María era propuesta para ingresar en la RAE. De haberlo conseguido, habría sido la primera mujer. Pero no lo consiguió. La respuesta oficial fue la falta de estudios en filología y tener como obra solamente un diccionario. Pero siempre sobrevoló sobre las butacas de los ilustres académicos la sospecha de que había sido su condición de mujer lo que habría frenado su ingreso. ¿Cuál fue la razón verdadera? Puede que nunca lo sepamos. Que cada cual tome sus propias conclusiones. La propia María se atrevió a afirmar que si su diccionario lo hubiera firmado un hombre, su nombre habría estado entre los académicos. Es probable.
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