Tony Jimenez
¡Muy buenas, lectores!!!! Estamos en una nueva entrevista para Entretanto Magazine y Preguntas con arte, en este caso con el escritor Tony Jiménez. ¡Hola, Tony! ¿Puedes presentarte tú mismo para que nuestros lectores puedan conocerte?
Lo intentaré, lo intentaré. A ver si no consigo el efecto contrario, y acabo repeliendo a los lectores. Me llamo Tony Jiménez, y soy un joven escritor malagueño con mucho amor por el terror en todas sus vertientes, y que ha elegido dedicarse a escribirlo, o él me eligió a mí hace mucho. Todavía ando reflexionando sobre ello. ¡Ah! Si fuera vecino de Stephen King, intentaría no acosarlo demasiado. Pero habría acoso, por supuesto, así que eso da una medida de lo que reverencio a quien me metió en este mundillo mediante sus obras.
Si alguien quiere saber más de ti, ¿dónde puede informarse?
Suelo andar por Facebook y por mi blog La Cueva del Extraño, donde no sólo promociono a compañeros y amigos, sino a mí mismo cuando me acuerdo. También encontraréis en él mis gustos, aficiones y vicios, perfectos para conocerme mejor y que os acerquéis un poquito más… u os alejéis del todo. Todo depende de vuestra salud mental.
Cuéntanos de dónde viene tu vocación por escribir. ¿De niño, quizás?
Tuve la suerte de criarme en un entorno bastante cultural, especialmente repleto de libros, y sí, muchos de ellos eran de ciencia-ficción, fantasía, suspense… Sin embargo, por encima de todos, abundaban los de terror, al igual que el cine que consumía junto a mis padres. Poco a poco, aprendí a leer y a amar las letras que devoraba. No tardé mucho en montarme mis propias historias de forma tridimensional, con mis juguetes. Cuando tuve la consciencia suficiente como para saber escribir más o menos de manera correcta, me puse a garabatear libretas hasta que pillé una antigua máquina de escribir de mi padre y ¿sabes esas aventuras que me montaba con los juguetes? Las trasladé al papel gracias a ese chisme de sonido tan característico. La cosa viene de lejos, sí.
Vamos a repasar tus inicios. Cuéntanos qué era Nocte y cómo influyó en tu carrera.
Lo cierto es que nunca he formado parte de Nocte y poco contacto he tenido con la asociación mientras existía, al menos hasta 2015, cuando «Tormenta Sangrienta», mi novela de terror publicada con Applehead Team Creaciones, acabó como finalista a Mejor novela nacional. Una agradable, sorprendente y honrosa sorpresa que todavía no me explicó cómo llegó a producirse. A pesar de no estar conectado a Nocte más allá de eso, sé que la labor que realizaban era primordial en cuanto al género fantástico y de terror en nuestro país, y no sólo por sus antologías, proyectos e iniciativas, sino por dar voz y luchar por géneros minoritarios dentro de la literatura, al menos, para el gran público. Lo último que sé es que entró una nueva directiva y Nocte cerró. Una verdadera pena, aunque todavía tengo esperanzas de que vuelva, más temprano que tarde, claro.
Repasemos ahora algunas de tus obras. Háblanos de “El que se esconde”, posiblemente tu mayor éxito.
Uy, mayor éxito. Hasta que no tenga un par de yates, no considero que ninguna de mis obras merezca gran consideración, pero muchísimas gracias por el halago. «El que se esconde» es mi intento serio (otra cosa es que lo haya conseguido o no, que eso depende siempre de los lectores) de realizar una novela de terror psicológico, tras «Cinco tumbas sin lápida» y «Tormenta Sangrienta», que mezclaba este tipo de terror con el más físico. Es mi particular historia de fantasmas, mi mezcla de los relatos clásicos de espíritus con los más modernos, tanto literarios como cinematográficos. Tenemos a un periodista que trabaja en un periódico sensacionalista, a los Siete Pasajeros y a una misteriosa caja que oculta algo… Más bien esconde, ¿no? Todos están unidos no sólo por una serie de fenómenos sobrenaturales, sino también por los demonios interiores (y psicológicos) que les acosan. Además, es mi primera obra con la editorial Dilatando Mentes, con la que estoy muy, muy orgulloso de colaborar. «El que se esconde» puede ser mejor o peor, pero el que haya salido adelante con los esfuerzos de José Ángel de Dios García y Maite Aranda, ya me hincha el pecho de orgullo.
Eres apodado “Tony King”. ¿Hasta qué punto ha influido Stephen King en tu carrera?
Siempre digo que cuando se me sigue diciendo que soy el Stephen King español, lo único que me falta es su dinero, su fama, su talento… pero por lo demás, igual lo soy, jajaja. Lo cierto es que es un apodo cariñoso que me suelen regalar los lectores (yo nunca me lo he dado a mí mismo), y que no va más allá de que el de Maine es mi principal referencia a la hora de escribir y que me muevo por los mismos temas que él. La verdad es que somos muchos los escritores nacionales de terror que hemos recibido el apelativo de «El King español», nombramiento que se suele perder conforme se cambia de género. Yo lo sigo conservando por el hecho de que soy Don Pesado con el terror. ¡Y espero que dure! Supongo que aquí estoy dando una contestación a cómo ha influido el Rey en mi carrera. «Cinco tumbas sin lápida» es un nada disimulado homenaje a sus historias de escritor alcohólico con bloque creativo que se encierra en una cabaña en el bosque para superarlo, y acaba enfrentándose a sus fantasmas, tanto personales como físicos; «Las pesadillas de Stephen King», mi primer ensayo, es al cien por cien sobre el de Maine, acerca de su vida y obra; las obras de nuestro querido Steve provocaron que me enamorase de la literatura de terror, al mismo tiempo que criaban en mí el primer embrión de ese bichito que ha terminado por hacerme escritor. Stephen King es esencial en mi carrera, para comprenderla, para originarla y para engordarla.
Tu admiración por él es tan grande que le has dedicado un ensayo, “Las pesadillas de Stephen King”. Cuéntanos el contenido de dicho libro y qué supuso para ti escribirlo.
«Las pesadillas de Stephen King» nació por dos razones: mi admiración y amor hacia el de Maine y la «necesidad» de un volumen actualizado y que contuviera todo lo que significa y es Stephen King. Hasta el momento, al menos en España, los ensayos sobre el Rey se nos habían resistido, llegando a ser muy, muy pocos, y con información que no pasaba de las simples anécdotas, las menciones a los libros y volúmenes que sólo profundizaban en el cine basado en sus obras. «Las pesadillas de Stephen King», que al final tuvimos que dividir en dos tomos, contiene todo lo que es King; desde análisis de su bibliografía al completo (no nos olvidamos ni siquiera de aquellos relatos inéditos o esas novelas inacabadas) hasta unas cuantas líneas acerca de Joe Hill, el hijo del Rey que más éxito está teniendo al seguir los pasos de su padre, escribiendo fantasía y terror. El primer volumen de «Las pesadillas de Stephen King» contiene la primera, y según muchos, más exitosa etapa del autor, es decir, desde los 70 hasta finales de los 80. En sus páginas analizamos todas las obras comprendidas en esas fechas, ya sean novelas, antologías, ensayos o curiosidades que ni siquiera el más avezado friking pensaría que ha llevado a cabo el de Maine. Por supuesto, no nos olvidamos de jugosos extras, anécdotas y curiosidades, así como tampoco de dar un repaso a su vida personal y analizar también todas las adaptaciones cinematográficas y televisivas correspondientes a los títulos literarios de aquella época. El segundo volumen de «Las pesadillas de Stephen King» será, al mismo tiempo, distinto y similar. Me explico. La estructura será la misma, con análisis de las novelas, antologías, ensayos, adaptaciones… Sólo que también hemos incluido apartados para los cómics, los videojuegos, la música y demás material artístico de Stephen King, incluso capítulos para las referencias al universo King en los diferentes medios mencionados y la herencia que nos deja el autor más allá de Joe Hill. Y sí, este segundo volumen estará tan actualizado que contendrá los análisis de las adaptaciones cinematográficas de «La Torre Oscura» y la exitosa «It», sin olvidar las series basadas en «La Niebla» y «Mr. Mercedes», entre otras. Precisamente, si estamos tardando tanto en sacar esta segunda parte, es porque queremos hacer el libro más completo posible, y no una simple Wikipedia en papel en modalidad corta pega.
También eres un asiduo de las antologías. Háblanos ahora de “El guardián del miedo”, una antología íntegramente tuya.
«El Guardián del Miedo» es un capricho que Apache Libros me ha concedido porque han creído en el libro desde el primer minuto. Es uno de esos proyectos que se lo presentas al editor y a partir del primer correo ya notas el cariño que le tiene al material en el que se basa, en esta ocasión, las publicaciones terroríficas al estilo «Historia de la cripta», «Eerie» y «Creepy». «El Guardián del Miedo» se construye a partir de mis ganas por sacar otra antología en solitario después de la grata experiencia con las dos entregas de «Actos de Venganza». Sin embargo, si en ésta mezclaba el terror con el suspense, esta vez quería una de sólo terror, y además, del ochentero, cercana a «El Umbral de la Noche» de Stephen King. Localicé, elegí y reuní con cuidado once historias cortas, y me puse manos a la obra. La verdad es que Apache Libros se mostró interesada desde el primer momento, y sin ellos detrás «El Guardián del Miedo» no sería lo que es hoy, uno de esos títulos que uno se enorgullece de realizar, ya sea mejor o peor. Al excelente trabajo de José del Río Fortich en cuanto al diseño del libro al completo hay que unir la portada e ilustraciones del magistral Juapi, quien creó gráficamente al Guardián del Miedo. El 90% del aspecto «Historias de la cripta» de la antología se debe a estos dos grandes profesionales. Lograron que ni en mis mejores sueños pensara que «El Guardián del Miedo» fuera a disfrutar de tal resultado final. Además, los dos se han volcado con el libro al máximo, algo que no se suele ver en este país en lo referente a antologías, y no digamos ya si hablamos de antologías de género. Por ponerte un ejemplo de la entrega de estos dos figuras, para preguntar José del Río Fortich si me apetecía trabajar con Juapi, me llamó a las dos de la mañana, aproximadamente, debido a que volvía de una de tantos eventos a los que acuden para extender el mensaje de Apache Libros. Ambos, despiertos en el coche y emocionados con el proyecto, no dudaron en ponerse en contacto conmigo sabiendo que, como buen escritor búho, todavía rondaba a esas horas. Por supuesto, dije que sí a trabajar con Juapi. ¡Si era fan! ¡Si siempre deseé currar en un proyecto conjunto! Dicho y hecho. El resto es historia… del Guardián del Miedo.
En “El guardián del miedo” has trabajado con el ilustrador Juapi. ¿Qué opinas sobre él? ¿Crees que su estilo se ajusta a tus relatos.
Pues yo creo que me he enrollado tanto en la anterior pregunta que, al final, también he contestado a ésta de paso, jajaja. Juapi es uno de los mayores y mejores profesiones e ilustradores que tenemos actualmente en nuestro país. Así, sin más. Y no sólo no exagero, sino que me quedo corto. Empecé a disfrutar de sus trabajos en 2012, y desde el primer momento soñaba con trabajar con él, algo que se cumplió, a medias, en una antología benéfica que terminó en Amazon, obteniendo apenas repercusión. Precisamente, ha querido unirnos el destino (y José del Río Fortich, y Apache Libros, y el propio Juapi) justo cuando este autor está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera, y ya veréis cuando pueda contar más. Lo vais a flipar. Opino que el arte de Juapi es espectacular, poderoso, potente, atractivo y capaz de permanecer en la retina durante mucho, mucho tiempo. No es que su estilo se ajuste a los relatos de «El Guardián del Miedo», es que parece que ha nacido para realizar la antología, para completarla, para convertirla en lo que ha llegado a ser, y no la minucia sin ambición en la que yo pensaba. Un ejemplo lo ilustrará (y nunca mejor dicho) todavía más. Juapi me preguntó qué aspecto quería para el Guardián de la Cripta, siendo mis indicaciones bastante simplonas. Pues bien, casi de la nada, creó gráficamente y por completo al personaje. ¿Qué os dice eso de él? Seguro que mucho… y bueno.
¿Cómo ves el actual panorama editorial español?
Suelo ser muy optimista cuando me hacen esta pregunta, a pesar de que también intento tener en cuenta siempre la realidad. Lo que no voy a hacer es ser un catastrofista que lo ve todo mal, porque de ser así ¿por qué sería escribiendo y publicando? Y sí, divido escribir y publicar. Lo primero es inevitable para muchos de nosotros, pero lo segundo, no tanto. Pero voy al grano, porque con el auge de la literatura fantástica y las editoriales independientes, ¿cómo voy a ver mal el panorama editorial español? Y lo mejor es que ambos crecimientos van unidos. Aunque las editoriales «grandes» (de medios, porque ser una editorial grande está relacionado también con otras características aparte de la distribución, los contactos y el número de ejemplares que puedan imprimir) apuesten de cuando en cuando por la fantasía, el terror y la ciencia-ficción, son las pequeñas las que de verdad están descubriendo a los autores nacionales más importantes que están dando estos géneros, aprovechados luego por las grandes, por supuesto. Eso sí, la mayor parte de las veces, en géneros más ¿vendibles? como la romántica, el thriller y la histórica, entre otros. Da la sensación de que el panorama editorial español, entre todos, se va moviendo, pero demasiado despacio, teniendo en cuenta que en países como Estados Unidos, lo de vivir de escribir libros es bastante normal, que no tan habitual como se pretende. Aquí, pocos viven sólo de los libros, teniendo que dedicarnos muchos a sobrevivir con algunas empresas relacionadas con la literatura, pero nunca pudiendo llegar holgadamente a fin de mes con la simple escritura de novelas, relatos, antologías y ensayos. Eso creo que debe cambiar, y que es el aspecto más negativo del panorama, porque para ello es necesario que haya más lectores, sobre todo en los géneros mencionados, que las editoriales grandes (las que pueden remover cielo y tierra en el negocio) apuesten más por los mismos proyectos que las pequeñas y que la cultura, en general, tenga mayor presencia e importancia en este país. Por supuesto, no olvido que se la respete más, y en eso incluyo, especialmente, géneros como el terror, el fantástico y la ciencia-ficción, casi siempre tomados por el público general como menos serios que otros. Y sí, insisto, vivimos buenos tiempos, aunque podrían ser mejores. El ascenso de cada vez más editoriales independientes, el aumento de autores dedicados al fantástico, el auge de convenciones y eventos relacionados con la literatura de género, ferias del libro cada vez más grandes, lectores que cada vez más se acercan a géneros que años atrás ni siquiera hubieran mencionado entre susurros, apuestas cada vez más fuertes por autores noveles, opciones tan buenas como la autopublicación en Amazon que se toman con más normalidad a cada día que pasa… No va mal la cosa, pero repito, podría ir mejor, mucho mejor. Y es probable que lo haga, aunque demasiado despacio.
En los últimos tiempos están surgiendo muchas editoriales pequeñas, que prestan atención tanto al lector como al autor. ¿Crees que podrán llegar a la altura de las grandes? ¿Dirías que son la salvación de la industria?
Por supuesto que podrán… No, lo cambio. Por supuesto que llegarán, con toda seguridad, a la altura de las grandes. Es más, muchas de ellas ya lo están, porque como comentaba en la anterior pregunta, no todo es la distribución, el número de ejemplares y la promoción, aunque sean tres pilares fundamentales para vender bien un libro. El trato personalizado al autor, cuidar al lector, preparar los libros como si cada uno de ellos fuera un incunable, trabajar con ilusión, dejarse ver en convenciones y eventos, realizar cursos, organizar talleres y colaborar entre ellas son algunas de las características de las editoriales pequeñas que las hacen grandes, tan o más grandes que las que deberían serlo. Porque con medios y dinero todo es bastante sencillo, pero cuando faltan, hay que tirar de trabajo duro, esfuerzo, tesón y constancia. Y, qué demonios, también creo que aún teniendo medios y dinero, las pequeñas y grandes editoriales, en espíritu, se diferencian según el uso que les den.
En cuanto a si pienso que son la salvación de la industria, no son pocos los artículos que ya he leído al respecto, aunque pintaban la situación de otro modo, dando a entender que las editoriales pequeñas (o independientes) ocuparán un espacio en la industria que las grandes no pueden cubrir, quedándose éstas con las zonas que ya poseen, llegando ambos tipos de editoriales a un entendimiento, a una «cooperación» mutua, si se quiere considerar así, donde cada una actuará de una manera distinta, aunque las dos dirigidas a extender la cultura, conseguir lectores nuevos y mantener a los veteranos, entre otros objetivos. Por ejemplo, la diferencia más grande entre ambos modelos editoriales estribaría en las apuestas por el autor, yendo las de las grandes a por aquellos más que consagrados y la de las pequeñas por aquellos desconocidos o que todavía no han logrado posicionarse entre los más conocidos y populares. Al final, cada modelo editorial manejará una franja del mercado, dedicándose a un campo concreto, e intercambiando «cromos» de vez en cuando. En cierto modo, sí que las editoriales pequeñas y/o independientes son la salvación de la industria, porque ésta no sobreviviría sólo con las grandes. Editoriales como Apache Libros, Dilatando Mentes, Applehead Team Creaciones, Poe Books, Saco de Huesos, Mercurio Editorial, Sportula, Nowevolution, Suseya Ediciones y Dolmen, cuando todavía era pequeña, han demostrado, siguen demostrando y demostrarán que su llegada llena vacíos bastante grandes en el mercado editorial. Ya sea por los géneros que mueven, las ediciones que preparan, los autores que descubren (y luego empujan) o los eventos que organizan. Son indispensables en este maravilloso mundo de letras e imaginación en el que nos movemos.
¿Crees que las antologías son un formato adecuado para presentar nuevos autores?
Por supuesto. Quizá no sea objetivo al respecto, dado que sin las antologías no estaría donde estoy, puesto que empecé colaborando en ellas y todavía hoy suelo decir que sí a cualquier propuesta al respecto que me hacen mis compañeros de letras. Además, como lector, soy muy fan de las antologías, ya sean de varios autores o de uno solo, y las primeras me han ayudado a conocer a escritores que, de otra forma, me habrían pasado desapercibidos, o habría tardado más en leer. Cuando hablamos de antologías de varios autores, nos referimos a libros que reúnen unos cuantos relatos cortos, perfectos para devorar poco a poco, quizás uno o dos al día, lo que nos permite acceder a escritores tanto conocidos como desconocidos; los cuentos de los primeros logran que se hagan más cortas las esperas hasta sus próximas novelas, o trabajos más extensos; y los relatos de los segundos, si nos gustan, nos harán interesarnos por esos escritores a los que no teníamos en cuenta por «x» motivos. Entiendo las razones que llevan a las editoriales a publicara cada vez menos antologías, ya sean editoriales grandes o pequeñas, sobre todo si son de varios autores, y personalmente me resulta una pena, como autor y lector aficionado a este tipo de libros. La realidad es que venden poco, salvo excepciones que pueden contarse con los dedos de una mano, y sobrarían dedos. Las de un solo autor venden ligeramente más, pero tampoco se distancian demasiado, en general. Nada comparable a las ventas que pueda tener una novela. Por suerte, existen editoriales tan valientes como locas, como Apache Libros, que cuentan en su catálogo con una buena cantidad de antologías, y encima, arriesgadas a más no poder. «Barcelona Gótica», «Mierda», «El Guardián del Miedo» y «Sucesos Extraños», entre las que tienen que llegar por parte de la editorial madrileña, me parecen grandes ejemplos de cómo apostar por este formato de manera potente. Por supuesto, Apache Libros no es la única editorial que todavía cree en las antologías, pero sí una de las que más importancia les da en su catálogo.
Háblanos ahora de tus próximos proyectos.
Como el mundo editorial a veces es una montaña rusa repleta de altibajos, proyectos que surgen de la nada, proyectos que se caen cuando parecían a punto de salir con toda seguridad y proyectos que se reconfirman cuando daban la impresión de encontrarse en la cuerda floja, hablaré de aquellos que ya tengo apalabrados, y que irán saliendo de aquí a finales del próximo 2018.
Entre este octubre y noviembre deben salir dos novelas. La primera es una reedición, la de «Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago», de la que recuperé los derechos hace ya bastante tiempo, y que quería reeditar antes de lanzar su secuela, «El Hombre Lobo vs. el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles». Es un proyecto al que le tengo mucha ilusión por las personas con quienes he trabajado para sacarlo; un excelente ilustrador con el que tenía muchísimas ganas de tener un proyecto en común sólo entre nosotros; y una modesta y trabajadora editorial con la que quería sacar algo desde hacía bastante, muy amante de las antologías, por cierto. La segunda obra es «Al final del bosque», mi segunda novela de terror con Dilatando Mentes antes de darles un descanso (que demasiado me aguantan) e intentar camelarmelos con un ensayo que no puedo desvelar aún. En cuanto a la novela, es una historia de supervivencia que navega entre los videojuegos de la saga «Silent Hill» y «La Niebla», la novela corta de Stephen King, con cinco personas atrapadas en un bosque que parece llevarles a otro bosque muy, muy diferente, que no son capaces de reconocer, y cuya flora y fauna intentan que les sirvan como alimentos desde el primer minuto, un ambiente tan hostil como desconocido en el que no sólo deberán mantenerse cuerdos y con vida, sino unidos, algo complicado cuando los cinco esconden antiguas rencillas que crecerán hasta convertirse en gigantescos monstruos que amenazan con devorarles.
El año que viene, seguramente a principios, llegará el segundo volumen de «Las pesadillas de Stephen King», que, como ya he comentado antes, contendrá no sólo el análisis de las obras y adaptaciones cinematográficas y televisivas más modernas del de Maine, sino también un apartado para sus cómics, sus videojuegos, su música, su legado, el impacto de trabajo en la cultura popular e incluso para Joe Hill, de sus tres hijos el que más está siguiendo su camino como escritor de género. Lo cierto es que es un volumen que ha costado más trabajo completa que el primero, por lo que será toda una liberación verlo en las librerías, actualizado al milímetro, incluso con las críticas de los filmes «La Torre Oscura» e «It», entre otras adaptaciones actuales. ¡Más completo imposible!
Tengo la fortuna de que las editoriales y los lectores siguen confiando en mí (el envío de jamones y el que mis libros los escriban gatos ayuda mucho a ello, y que dure). así que preparo otras cosillas para el próximo 2018, como la secuela de «Batalla por Chicago», antes citada, algún que otro ensayo y un par de novelas para editoriales de las mencionadas con anterioridad, sobre todo para Apache Libros, con cuyos editores me encantaría trabajar en ese terreno. Pero hasta aquí puedo contar, como os decía al principio. Entre confirmaciones, no confirmaciones y que hay que mantener un poco de misterio, creo que va siendo hora de que me calle antes de recibir la visita de algún que otro mafioso con ganas de romperme las piernas.
Ya terminando, ¿esta entrevista te ha parecido divertida o aburrida?
Muy divertida. No exagero si digo que ha sido de las entrevistas más completas e interesantes que me han hecho. Me has lanzado preguntas para debatir, reflexionar y meditar durante horas y horas, cuestiones que están muy presentes en el panorama editorial actual, e incluso juraría que en el de hace cinco, diez, quince años… Me ha gustado especialmente que se mezclen cuestiones esenciales del mundo editorial con otras más centradas en mi carrera como escritor. Y por supuesto, han sido todas preguntas perfectas para extenderse. ¡Con lo que a mí me gusta eso! Me lo he pasado muy, muy bien. De verdad. Ya estoy preparado para repetir, porque, además, ha sido un verdadero placer charlar contigo.
Y ya para terminar, ¿puedes mandar un saludo a nuestros lectores?
¡Por supuesto! Muchas gracias por haberme aguantado hasta aquí, y perdonad si me he puesto pesado en algún momento. Espero que esta entrevista os anime a conocer mi trabajo, y si ya me leéis, que os invite a quedaros conmigo un rato más en el que pasaremos mucho, mucho miedo. Me ha encantado charlar con vosotros gracias a esta estupenda entrevista. Leed y sed felices. ¡Siempre! Mil gracias por todo.
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