Finalizada la novena edición del Black Mountain Bossòst
Con notable éxito de participación y contenidos comprometidos con la situación actual del mundo que nos rodea, finalizó la novena edición de este festival cultural que se celebra desde hace años en el Valle de Arán y organizan los escritores Lluna Vicens y José Luis Muñoz, sus comisarios.
El Black Mountain Bossòst trasciende lo meramente literario para convertirse en un evento que tiene en su seno actividades cinematográficas, conferencias, debates y concesión de premios. Por este certamen cultural pasó Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA, que detalló la situación insostenible que se está viviendo en Gaza y Cisjordania ante la pasividad de la comunidad internacional y estuvo acompañada por la activista social Rosa Cañadell; los jueces José Antonio Rodríguez y Graziella Moreno que detallaron el estado de la justicia en España, una de las principales preocupaciones de la sociedad, moderados por el abogado José María García Sánchez; los medios de desinformación sobre los que debatieron Víctor Claudín, José Luis Muñoz, Miguel Izu y José Vaccaro; el auge de la extrema derecha en el que estuvieron Mariano Sánchez Soler, Alfons Cervera, Víctor Claudín y José Luis Muñoz.
En el plano estrictamente literario se presentaron las últimas novedades de Lluna Vicens (Los cuentos del lado oscuro de la luna), Jerónimo García Tomás (Antes de abandonarlo todo), José Luis Muñoz (Los infiernos, Monrovia, Los 39. Guanahaní), Miguel Izu (Seis heridas de arma de fuego), José Vaccaro (Pigmalion, 2.0.), Sandra Martínez-Raguso (Descenso), María Victoria Embid (La muerta de la abeja reina), Mariano Sánchez Soler (El leñador), Pedro Arjona (Soy una asesina), Alfons Cervera (Libro de familia), Iván Humanes (Teoría del gran infierno) y Marc Muñoz (Universos catódicos de culto).
Luis Aleixandre Giménez (La soledad de Hillary Koolin), ganador de la anterior edición, presentó la novela galardonada con el BMB2025 Beltza del escritor vasco Javier Sagastiberri, la historia de un pistolero de ETA reconvertido en sicario. Se entregaron los premios a toda una trayectoria a Empar Fernández, que por razones personales no pudo estar presente, pero Víctor Claudín desgranó algunos de los aspectos de su última novela El instante en que se encienden las farolas mientras José Luis Muñoz glosaba su la ya larga trayectoria literaria de esta escritora barcelonesa. Fernando Ugeda recibió el premio Fernando Marías a novela publicada por El deseo oculto que compartió con Cristina Cerrada con Gadir, ambas novelas merecedoras del galardón, que tampoco pudo acudir a recoger la escritora madrileña por razones personales. Y el festival tuvo un recuerdo muy emotivo de Salvador Robles Miras que los había acompañado en dos ediciones anteriores y murió en noviembre del pasado año de cáncer de próstata (como Javier Abasolo) y del que se leyeron los últimos escritos que compartió en Facebook hasta que tuvo fuerzas y fue una lección de bien morir.
Angelina Cases, consellera de educación y miembro de la Academia Aranesa de la Lengua Occitana, y Amador Marqués, exalcalde de Bossòst y el primer diputado aranés en el Congreso de los Diputados, hablaron de la cultura e idiosincrasia del Valle de Arán, que es uno de los atractivos de ese lugar recóndito de la cara norte del Pirineo. El periodista cultural Marc Muñoz presentó los dos números de la revista pickpocket, monográficos sobre cine oriental y David Lynch acompañado por Iván Humanes y Jerónimo García Tomás en el Espacio Cultural José Luis Muñoz / Eth Hiru, en donde también tuvieron lugar unas lecturas eróticas a cargo de Víctor Claudín y José Luis Muñoz.
Los profesores norteamericanos Michael Martínez-Raguso y Alfredo Fernández, de origen cubano y que se desplazó desde Texas por segunda vez para estar en el festival, hablaron de la literatura negra feminista estadounidense, el primero, y de la relación de cine y literatura, el segundo, al hilo de las películas El halcón maltés, El sueño eterno y La ventana indiscreta.
Hubo una emotiva noche de la poesía en la Hostería Catalana de Bossòst en la que recitaron sus poemas Armando Lozano, Esther Abellán, Isabel Torné y Susana Villafañe presentados por Tatiana Rodríguez Castro que se atrevió con un poema de Antonio Gala, y las sesiones de cine, en el Audiovisuau de Vielha, que cede el ayuntamiento de esta localidad al festival, estuvieron dedicadas al recientemente fallecido David Lynch: Terciopelo azul, Carretera perdida y Mulholland Drive.
La novena edición tuvo un balance muy positivo según reconocieron los comisarios del festival Lluna Vicens y José Luis Muñoz en la ceremonia de clausura del festival, tanto en contenidos como en afluencia de un público muy participativo en todas las actividades que tuvieron lugar en Andorra —en donde desde hace años se estrena el festival, esta vez con una charla sobre la influencia de las lecturas en los autores con la presencia del escritor francés Greg Coonen, Víctor Claudín, Lluna Vicens y José Luis Muñoz—, Vielha y Bossòst. Tanto Montse de Burgos, la alcaldesa de Bossòst que dio la bienvenida a los asistentes, como el ayuntamiento de Vielha, son colaboradores imprescindibles para que el festival siga adelante, la primera porque desde el ayuntamiento de esa localidad se sufragan los gastos de alojamiento y manutención, y el segundo porque cede al festival su biblioteca y sala de proyecciones. Y se vendieron muchos libros, lo que alegró a los libreros de la librería Eterna, Gerard Sanz y Adriana Yedra López, que en todo momento estuvieron presentes en todas las actividades del festival, y a Ainoha Ramiro, de la librería Era Alquimia de Vielha que por primera vez colaboró con el festival y puso a su disposición su librería cafetería del centro de la capital aranesa.